lunes, 25 de febrero de 2013

CHANI



      Rita quedó sobrecogida por la invasión; con su marido buscaron la proveniencia. Estaba tras del espejo una rejilla del respiradero por la que Chani escuchaba, la cubrieron con telgopor y un retazo de acolchado que Rita cortó con todo gusto y pegó con esmalte de uñas. Tocaron la puerta mientras Chicho dormía; ella se colocó su bata transparente y abrió, no había nadie, ya cerraba cuando un piecito de enano se lo impidió. Allí estaba ella, con la cabeza hacia arriba para mirarla, tenía ojos de chancho, nariz gorda y chica con dos orificios enormes – Decile a mi hijo que el desayuno está servido y vos ponete algo decente para bajar-. Rita la vio atravesar el pasillo, le llamó la atención que Chani tuviera cuatro glúteos superpuestos. Luego de aquella visión la llamaba la gorda cuatro culos, entre sus amigas, claro. Cuando terminó el desayuno, Chani salió corriendo y tomó a su hijo de la cintura –Ya  preparé tu baño-. Entró él y luego ella. Cuando Rita asomó su cabeza, le pareció una pesadilla. La gorda cuatro culos le frotaba la espalda mientras preguntaba cosas de ella.

      Nació el primer hijo, luego de años Rita era feliz por el vástago e infeliz por Chani, actual chancho. Así aprendió el bebé, cada vez que veía a su abuela la llamaba:
-¡Chancho, chancho! -. Rita corregía al bebé de casi un año: - No, no se le dice así a tu abuela, se llama: Cha-ni,
¡Chancho no! Chani…Chani ¿Me entendés?

Llamaron un fotógrafo cuando el hijo cumplió el primer año de vida. Rita acumuló odio por aquella enana, Chani la despreciaba tanto que hacía de cuenta que era alfombra. Chicho no veía aquel oprobio que era obvio. Se había ubicado en primer plano: Chani, con cara de buena y temerosa, arriba Rita con el hijito y su marido al lado de ambos. Cuando  debieron quedar  cinco minutos quietos, Rita arañó a Chani, pidió disculpas. La foto fue testigo, a la chancha le caían gotas de sangre de la cabeza. Rita la miraba de reojo, tenía sangre en las uñas que goteaba sobre el inocente.

      Un retrato de familia que complació a Chicho, tan emocionado que abrazó a los tres y se manchó con gotitas rojas hasta el bigote.

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