Él pertenecía a
un grupo que se dedicaba a reclutar soldados. Personas, autos y aviones los
espiaban. Él dirigía casi todas las operaciones.
Esperaban el
momento para detonar explosivos, a la hora del amanecer se enteró que hubo dos
bajas, preguntó sus nombres y eran dos de sus amigos, casi hermanos. Con el
dolor puesto, quiso salirse de la sangre y el horror.
______ … ______
La Mujer hizo
el recorrido hasta su casa, cambiando de trenes cuatro años, lo buscó y habría
seguido. Viajó con un hombre de piel negra, ojos de vaca triste y brazo en
cabestrillo. Fueron amantes de cuerpo, pero no de corazón. Le llegó una carta
abierta, todas las cartas se abrían y eran leídas por terceros. Su Marido
estaba por llegar al día siguiente, sabiendo lo del negro, lo del tren y que
fueron amantes. Volvió para matarla.
Lo esperaba su
Mujer con dos hornallas encendidas, se durmió sin querer, mientras hervía la
pava y un guiso de lentejas se cocinaba. Apareció el Marido, estaba muy serio,
ella no se dio cuenta, le dio un abrazo sin devolución.
—Hay olor a gas.
Fueron sus
últimas palabras. Ella sin pensar, acercó un fósforo a las hornallas. Explotó
toda la casa, con ellos dos, adentro.