lunes, 31 de mayo de 2021

EL ENCUENTRO

 

   Él pertenecía a un grupo que se dedicaba a reclutar soldados. Personas, autos y aviones los espiaban. Él dirigía casi todas las operaciones.

   Esperaban el momento para detonar explosivos, a la hora del amanecer se enteró que hubo dos bajas, preguntó sus nombres y eran dos de sus amigos, casi hermanos. Con el dolor puesto, quiso salirse de la sangre y el horror.

                                        ______ … ______

 

    La Mujer hizo el recorrido hasta su casa, cambiando de trenes cuatro años, lo buscó y habría seguido. Viajó con un hombre de piel negra, ojos de vaca triste y brazo en cabestrillo. Fueron amantes de cuerpo, pero no de corazón. Le llegó una carta abierta, todas las cartas se abrían y eran leídas por terceros. Su Marido estaba por llegar al día siguiente, sabiendo lo del negro, lo del tren y que fueron amantes. Volvió para matarla.

   Lo esperaba su Mujer con dos hornallas encendidas, se durmió sin querer, mientras hervía la pava y un guiso de lentejas se cocinaba. Apareció el Marido, estaba muy serio, ella no se dio cuenta, le dio un abrazo sin devolución.

   —Hay olor a gas.

   Fueron sus últimas palabras. Ella sin pensar, acercó un fósforo a las hornallas. Explotó toda la casa, con ellos dos, adentro.

domingo, 30 de mayo de 2021

ARCHI

 

   Todos los domingos iba a misa. Cuando llegaba el sermón se retiraba. Frente a un cafecito pedía perdón por sus pecados. Los acólitos lo miraban sentado en el bar y le daban vuelta la cara. El rostro de Archi parecía hecho de frutas y verduras. Una paradoja de Archimboldo, tenía dos bananas que definían la boca, dos enormes manzanas eran los pómulos, una sandía por cabeza, los dientes ajos pelados y las orejas compuestas por racimos de uvas.

   Puso una verdulería para vender su rostro. La primera clienta que entró se llevó toda su cara, hasta las papas que formaban su cuerpo. Archi no tuvo más remedio que cerrar.

   Seguía asistiendo a misa los domingos. Ahora nadie lo veía. Una anciana con monóculos le preguntó:

   —¿Las campanas doblan?

   Archi le explicó:

   —Tiene que mirar el semáforo para ver cuándo dobla hacia la derecha o hacia la izquierda. Acá en la esquina puede doblar a la derecha.

—Disculpe, joven, con esta neblina parece invisible.

Archi replicó:

   —Yo hice el protagónico del hombre invisible, decidí pintarme de blanco, porque la gente me empujaban, me escupían, me pisaban siempre. Mi querida Señora, es poco conveniente que la escuchen hablar sola, lo digo por su seguridad.

   La anciana escuchó aquellas palabras:

   —Usted no se preocupe, me cuido sola. ¿Desea usted acompañarme a la Iglesia?

   Archi, muy seguro de sí mismo:

   —Yo quisiera, pero no, están doblando las campanas, a las 20 horas voy a la Sinagoga, soy judío y Rabino.

   La anciana con asombro:

    —Es judío, no me diga que no, tiene cara de judío, lo que no entiendo es lo de la misa.

   —Archi sonrió, soy judeocristiano de pensamiento dividido. Los cristianos tenemos a dios entre nosotros. Los judíos todavía lo estamos esperando. Como me gusta ampliar mis horizontes, también soy taoísta, budista, evangelista y por las dudas fundamentalmente ateo. Lo de agnóstico me parece una cobardía.

sábado, 29 de mayo de 2021

LAS AMIGAS FINAS

 

   Terminó el castillo y nos invitó a comer.

   —Milena, ¿viste el castillo?, es totalmente barroco y encima lo cubrió con piedras de colores—dijo Ester.

   —Qué mal gusto tiene la Duquesa de Malavida, por favor.

   Las recibió el Ama de Llaves, Clorinda. Para saludarnos se agachó hasta el piso.

   —Nosotros somos los finos de esta invitación, los ordinarios son absurdos, suerte que estamos nosotros para que aprendan la diferencia —dijo Milena.

   —Hay que llamarla Duquesa sólo, Malavida no le gusta, habrá tenido flor de mala vida —aclaró Ester.

   —Miren cómo está vestida aquella mujer. Un escote que le termina en el ombligo y atrás casi casi…ese corset le debe aplastar los pulmones, forrado de satén y una pollera que le llega a los zapatos amarillos de tacos altos, con siete vueltas de perlas rodeando el tobillo y una esmeralda en el dedo gordo—observó Ester.

   —Las demás, flores de percal superpuestas.

   —Las interrumpo—dijo Clorinda con una inclinación de cabeza hasta el pecho.

   —A continuación de la mesa de ustedes comienza la de los señores.

   Tenían un listón de papel crepe, color fucsia que los separaban.

   —Los hombres hablando de mujeres y nosotras, hablando de hombres. Jah! Son tan obvios.

   Iban por la décima copa de clericó, cuando las damas vieron que la cortina se movía. Los caballeros estaban bajo la mesa y beodos, les abrían las piernas a todas y sumergían sus cabezas lo más hondo que podía.

   —¡Milena! ¡Milena!, despertate.

   —No saben la pesadilla que tuve, no se la puedo contar para evitar mi vergüenza.

viernes, 28 de mayo de 2021

PARA CREAR

 

   Escuché el arranque de la heladera, abrí los ojos, corrí hacia ella y la desenchufé. Volví a dormir, oí los pasos de Dolores, mi Mujer, que la enchufó nuevamente. Qué ruido hacen los zapatos de Dolores cuando camina y encima volvió a enchufar la heladera, dos sonidos que me dejaron molesto.

   —Mujer, necesito silencio absoluto. Si no, voy a quedar sordo. Sacate los zapatos y acostúmbrate a andar descalza. Estamos en invierno, no se necesitan productos fríos, dejala con el motor detenido y la puerta abierta.

   —Honorato, si me quito los zapatos me congelo y en cuanto a…

   —No hables, rompés el silencio, te pongo una cinta de embalar en la boca. Es un placer para mí que no vuele ni una mosca y si vuela le recorto las alas.

  Mis hijos van a un colegio de pupilos. El fin de semana lo pasan con los vecinos, que por suerte son mudos. Mandé a toda mi familia de vacaciones. Quedó la casa en silencio, empecé a escribir, las ideas me venían, elegí una y cuando tomé mi lapicera y la clásica página en blanco, era testigo, algo me molestó. Tic-tac-tic-tac, era el reloj antiguo de mi Mujer. Me crispó, rompió mi silencio. Le puse pegamento en la agujas y lo acosté boca abajo. Por las dudas salté en su superficie y quedó planchado como una alfombra.

   Escucho la voz más odiada, la voz de Dolores:

   —Sos un sádico, mirá cómo me dejó la boca la cinta de embalar.

   Yo la miré, le faltaban los labios, llenos de querezas infectadas, por comer con la cinta puesta. Después de contar lo que le había pasado, para asegurarme la llevé a la cocina y le corté la lengua. Por el dolor, llamé al Médico, mi Mujer se ahogaba en su propia sangre, cuando quedó blanca, semi muerta, le agradecí su silencio y me dispuse a escribir.

jueves, 27 de mayo de 2021

CUATRIFECTA COMBINADA

 

   Fueron presos por algo que no habían hecho. Los tomaron de perejiles, a pesar de buscar a dos delincuentes con antecedentes graves. Los reemplazaron con dos inocentes.

   Luego de cuatro años, uno de ellos pidió permiso para casarse:

   —Ja…ja…¿no querés que te paguemos un viaje al Caribe?

   Un día de visitas se presentó la futura esposa y pidió hablar con un Oficial conocido. Por no tener crepúsculos, pero cuando la vio casi desmaya, era más bella que la belleza y tenía una voz que más que hablar murmuraba.

   —Quiero contraer nupcias fuera de este lugar, en la Capilla más cercana y tener como Padrino a su mejor amigo que cumple la misma condena. Nos pueden custodiar hasta entrar en la Capilla.

   El Oficial consultó con sus superiores, con el Abogado, con el Fiscal, con el Juez y el Intredente. Les concedieron el permiso. Los llevaron en dos patrulleros con ocho custodios. La Novia esperaba en medio de la entrada, con el mismo vestido que se casó su Abuela. El Novio y el Padrino, se pusieron los uniformes del Colegio, que todavía les iban.

   Cuando empezó la ceremonia, cerraron las puertas. Los milicos tomaban cerveza en el bar de enfrente. Con la complicidad del Sacerdote, que los tomó de los hombros y les señaló una puerta secreta. Se fugaron en una camioneta de mudanzas. Se desconocen sus paraderos.

   Vivían en Ibiza, con el dinero robado por ellos.

miércoles, 26 de mayo de 2021

PERRA Y PERRITOS

 

   Decidieron las autoridades que nos encerremos en nuestras casas. Nos obligan a pasar un mes en pijama. El que se asome a la calle será debidamente castigado.

   Los chicos deben jugar en la calle, salvo que alguno resuelva encerrarlos en el baño. Hay que usar barbijo dentro de la casa de uno y no recibir delivery. Deben dejar la pizza en el medio de la plaza y uno la tiene que pasar a buscar.

   Cerraron las fronteras de cada pueblo. Durante un mes no se podrá transitar por ruta, para asegurarse la cubrieron de miguelitos. Hay que tener todas las vacunas para el Covid 19. Todavía no ha llegado ninguna, pero todo llega en la vida.

   Personal de limpieza o Señoras que trabajan de Mucamas, no podrán asistir a sus trabajos, por lo tanto no recibirán salario. Se permite sacar dinero de los cajeros automáticos. Hasta el momento hay filas de 120 personas. Fumigan los pueblos y los campos con alcohol setenta.

   No devuelven los documentos hasta que no se compruebe, que uno es uno y no dos. Como medida de prevención consultaron a Matemáticos consagrados, que dieron como resultado: que dos menos uno es igual a uno.

   Decidieron cerrar todos los cajeros porque plata no tenían. Los corruptos que gobiernan se afanaron la guita. Lo que quedaba, bah.

   Argentina no está en venta, porque ya la compraron. ¿Dónde están los papeles de la transacción? Preguntale a Magoya.

   Los pueblos se pusieron de acuerdo, al grito de:

   —¡Los vamo a reventar! ¡Los vamo a reventar!

   —Amén.

martes, 25 de mayo de 2021

GOLONDRINAS

 

   —Siete kilómetros caminamos, dios, cuánto falta para llegar, el Patrón nos espera y pretende que seamos puntuales.

   —Se han retrasado diez minutos. Si no fuera por sus excelentes referencias, no los tomaría como peones golondrina. ¿Cuáles son sus gracias?

   —Tibaldo y Remigio que vengo a ser yo.

   El Patrón los bichaba, dudando: ¿Serán buena gente?  Tienen cara de buenos, me parece importante que sean buenos y labradores.

   —Van a dormir en el sótano, pero no se asusten, está pintado de blanco, tiene unos ventanucos, es cálido, hay una salamandra y leña sobra.

   Tibaldo y Remigio labraban la tierra con tractores oxidados, motores fallutos, que los peones mismos arreglaban. El Patrón disfrutaba cuando rotulaban la tierra, parecía que el mundo tuviera muchas capas.

   —Remigio, acordate que aunque el viejo sea macanudo, vinimos a robarle, hay que hacer de tripas corazón.

   —Sabemos que tiene una cama de dos plazas, repleto de dólares, euros y pesos. Los sacamos de a poco, el colchón tiene cierre relámpago. Lo que falte lo llenamos con bollos de papel de diario.

   —Trabajamos toda la vida como burros, es hora de tener nuestro propio campito.

   El Patrón les tomó cariño y los invitaba a comer casi siempre, contaba que Tibaldo le recordaba a su hijo finado. Se levantaba de la mesa con un eructo en la boca y lágrimas en los ojos.

   Al terminar la cosecha, el Patrón les hizo un asado con vino patero, hecho con sus propios pies. Hasta les regaló dos caballos para llevar cómodos los bolsos de arpillera, que él supuso de ropa, pero era su propio dinero.

   Tibaldo y Remigio partieron y al día siguiente fueron a saludar al Patrón.

   —¿Vienen para quedarse?

   —Los únicos que hacen eso, son los gobiernos.

   Esta vez se fueron de verdad, le dejaron sobre la mesa la mitad del dinero robado. Los acompañó con su caballo hasta la tranquera.

   Cuando el Patrón entró en el comedor miró que sobre la mesa había un montón de dinero. Habló solo:

   —Qué tipo distraído que soy, dejar semejante cantidad, se lo podía haber llevado cualquiera. Debo ser más cuidadoso.

   Tibaldo y Remigio trotaban lento, sintieron la conciencia tranquila, no necesitaban tanto dinero para comprar tres parcelas.    

lunes, 24 de mayo de 2021

¡QUÉ GRANDE QUE ESTÁS!

 

   —Mami. En el Colegio un chico me dijo boludo.

   —Le hubieras contado a la Maestra.

   —No, porque me van a decir alcagüete. ¿No se te ocurre nada?, porque vos, a Papi le decís boludo a cada rato.

   —¿Y cómo querés que le diga?, si es un boludo.

   —Lo podés llamar por su nombre, si no, voy a ser un alcagüete y le digo todo de vos. Pero eso sentaría mal precedente.

   —¿De dónde sacaste la frase “sentaría mal precedente”?

   —Lo dijo Papi mientras hablaba con su socio. Sé qué quiere decir “sentaría”, pero no sé “precedente”, ¿vos sabés?

   —Quiere decir…no sé qué quiere decir, pero habrá dicho Presidente y vos escuchaste mal.

   —¡Cómo no me dí cuenta!, si el Presidente está siempre sentado y según Papi, sin hacer nada.

   —¿Nosotros somos pobres, Mami?

   —Vamos segundos en el record de pobreza.

   —¿Y el año que viene?

   —Ni me hagas a acordar, por favor niño lindo y bueno. ¿por qué no vas a jugar a la vereda?, no te olvides del barbijo, te puse uno en cada bolsillo. Vení temprano. Papi vendrá tarde como todos los días, dudo que su socio no sea una socia.

   —Mami, que no te quepan dudas, anda con la socia. Los vi juntos el otro día, pero como iban cargados de expedientes, ellos no me vieron, estaban en otra cosa.

   —¿Qué cosa?

   —Preguntale a Papi, cuando venga.

   —Yo no creo que vuelva.

domingo, 23 de mayo de 2021

ARISTODUELOS

 

   Vestido de negro desde la galera a los pies, con polainas blancas que le daban un poco de vida a su porte. El Chofer lo esperaba en una berlina recubierta con maderas malaicas y forrada en piel de tigre. Se reunió con sus viejos amigos:

   —No puedo entender cómo andás con ese disfraz en todas partes, Conde de la nada.  

   —Fui Conde, ahora todos ustedes se destacan en alguna ciencia. Yo vengo aquí y aprendo algo, no todo. Hay cientos de cosas que no entiendo. Me complacen estas reuniones. Tenía una Madrastra que nunca me mandó a la Escuela.

   —Prefiero tenerte a la vista, estudiar es lo de menos, vos ya tenés un nombre. No cualquiera es el Conde de Montecristo, por eso tus amigos te convocan siempre.

   Su Madrastra ignoraba que el Conde era autodidacta. Su peor enemigo, el Duque de Safrasnafa, lo retó a duelo.

   —Por soberbio sin estudios, por ser pequeño, no tolero que digas cosas mendaces de mi familia.

   Durante el amanecer con neblina eligieron sus Padrinos. También eligieron armas. El Conde un revólver de caño largo y el Duque un revolver labrado en oro. A los diez pasos el Conde le disparó antes que el Duque.

   El Duque murió de inmediato con una bala en el corazón.

   El Conde de Montecristo quiso seguir con los duelos, sus propios amigos eran desafiados por el Conde. Pudo con todos. Los parroquianos enfurecieron y lo llenaron de improperios. Al hijo menor del Duque de Safranasfra lo decapitó él mismo en la Plaza Pública. Se adueñaron de la galera, la pisotearon, la escupieron, la destrozaron. 

   La Madrastra del Conde, luego de aquellos episodios nefastos enviudó. Tenía relaciones con el hijastro desde antes que mataran a su Marido.

sábado, 22 de mayo de 2021

CRUELLA DE VIL

 

   Estando en la cola del banco, me dio un ataque repentino de pánico. No quería hablar, me daba terror, desde el custodio hasta los empleados de las ventanillas. Me vino a buscar mi hermano. Del después no sé nada.

   Pero sí puedo contar lo que me pasó. Tenía que comprar dos libros, salí encorvada, con piel de pollo y sobretodo en pleno verano. Una ex amiga de un grupo de Teatro Underground, donde éramos compañeras y competitivas. Me pasó a buscar y arrancó dejándome medio cuerpo afuera. Apretó el acelerador, salió partiendo al viento, a un gatito negro le pasó por encima.

   —Tengo que llegar a tiempo, sé que estás deprimida. Tenés los ojos hinchados por hacer la llorona.

   Cuando entramos a la librería yo temblaba y ella se reía. Me dejó a diez cuadras de mi casa. En la esquina de la diagonal.

   —Te dejo acá, tengo que comprar algo para un bebé.

   Me dejó sola, no sabiendo para qué lado quedaba mi casa. Rozaba las paredes para no caerme, adiviné las calles. Dos hacia la derecha, doblar y volver a doblar. Cuando pensaba que ese era mi lugar, encontré una calle cortada. Más que un ataque de pánico fue la terrible circunstancia de no encontrar mi casa.

   Ella llegó a toda velocidad:

   —Disculpá pero estaba apurada, no olvides que mañana tenemos el último ensayo.

   Le vi los ojos interesados, de bruja. No podía atender el timbre, me temblaban los dedos. Al día siguiente me pasó a buscar.

   —Pienso dejar la obra, consigan un buen reemplazo.

   Arrancó el auto y atropelló un perro en la esquina y le importó lo mismo que el gato negro. El reemplazo que eligieron fue ella misma. Tomé varias pastillas, prendí las estufas y me fui a dormir.

viernes, 21 de mayo de 2021

CRANEANDO

 

   Yo no elijo las palabras, las palabras vienen a mí. Tengo seis hijos, los nombres que elegí: Garambaina, Garlito, Lábaro, Nefelibata, Ñuzco y Picio. Nombres raros, sin apellido, porque los que se fueron nunca los reconocieron.

   Garambaina y Nefelibata eran mis hijas mujeres. Garlito, Lábaro, Ñuzco y Picio, los varones. Escribo mucho por las noches, cuando ellos están durmiendo. Me despierto con mal humor, no tengo ideas, ni siquiera puedo cranear algo.

   Las chicas me preguntan quiénes fueron sus Padres y les miento y les cuento:

   —Sus Padres eran seres maravillosos, inteligentes y considerados, nunca nos levantaron la mano.

   Los varones resultaron problemáticos. Hace tres meses que están presos por robarse unos chocolatines. Nuestra Justicia es así, te parten la vida con tal de sacarte algo. En la prisión conocieron a sus respectivos Padres, eran todos policías y se emocionaron. Es raro que la cana se emocione. Los ayudaron a salir de la cárcel, pasando sobre la Justicia, pusieron unos manguitos y el caso estuvo resuelto.

   ¡Cómo pude tener hijos con esos degenerados! Y encima todo esto lo tengo que escribir. Son cosas del orden de lo privado.

   Las chicas viven conmigo, visitan a sus hermanos y les llevan cigarrillos, yerba mate y algún dinero, para que no les rompan el culo.

jueves, 20 de mayo de 2021

LOS QUE ESTÁN CERCA Y LEJOS

 

   A los 72 años, una se encuentra tan cerca del piso, fue como si el cuerpo se hubiera achicado. Se apilan los huesos, salen suplementarios conocidos vulgarmente por juanetes. Los tobillos se carrujan o se ponen flacos. Duelen los pies lo mejor es caminar descalza, a la orilla del mar o en las baldosas de una casa. Las manos se cubren de manchitas oscuras y la cara de lunares pinchudos.

   Uno no recuerda cuántos años tienen sus nietos, equivoca los nombres y las fechas de cumpleaños. Sucede que las nueras carecen de existencia. A los 72, dudan si tienen 75 o 70. A los hijos los adoran, aparecen de cuando en cuando, aunque vivan a la vuelta.

   Se pierde la vista, los dientes y el oído. En el silencio de vivir sola, suelen hablar y llegar a pelearse con el gato, como perro y gato.

   “Vengo acá para protegerte…”  Mira una película Netflix y le dan ganas que le pase lo mismo, “Vengo acá para protegerte…”. A los 72 se piensa así, necesita alguien que la proteja, uno de sus hijos, un nieto y hasta una nuera aceptaría. Está sola y su soledad la protege.

   Vienen sus hijos, sus nietos y nueras. Les abre la puerta y desconoce a todos.

   —No sé quiénes serán ustedes.—y les cerró la puerta en la cara.

miércoles, 19 de mayo de 2021

SILLAS DE MIMBRE

 

   Me llamo Virginia, nunca salí de mi casa, me siento en el jardín, a veces camino alrededor del limonero. Nací con una enfermedad que se llama agorafobia. Cuando me cansaba de no hacer nada, gritaba y gritaba. No me pudieron enseñar a hablar. Cuando me daban esos berrinches, las casas lindantes hacían de cuenta que yo expresaba mi enfermedad, nadie protestaba.

   El calor era un tormento en Mercedes, cuando el sol se escondía iban sacando de a poco sus sillas de mimbre a la vereda. Mientras tanto se escuchaban los abanicos, algunos daban aire, pero aire caliente. Los chicos nos sentábamos en el umbral. Se saludaba a la gente que pasaba con un “Adiómmm…” Y después criticaban, que nadie le planchaba la camisa o que la mujer tenía la pollera chingada o que al sodero lo engañaba su mujer.

   En algún momento me asomaba a la puerta, miraba a la derecha, luego a la izquierda y después iba para adentro. Los chicos se burlaban porque yo era petisa. Decían que no salía porque me daba vergüenza ser petisa, medio pelada y excedida de peso.

   Mi Madre vivía hablando de Graciela, mi hermana. Decía que era inteligente, qué linda, qué alta, tan distinta de la otra.

   Graciela se casó con un milico de alto rango. Se mudaba todo el tiempo y mi Madre la extrañaba. A mí me consideraba discapacitada. El Abuelo de al lado, tenía una pérgola de uva chinche, debajo había una mesa de carpintero donde clavaba y serruchaba. El Abuelo me pasaba por el tapial racimos de uva fresca, yo le contestaba:

   —Gracias Señor Abuelo, mi Mamá dice que usted es un Señor, no mi Abuelo.

   El Señor Abuelo se asombró:

   —Sabés hablar muy bien.

   Mi hermana Graciela me había enseñado a leer y a escribir. Lo hicimos a escondidas. Yo no quería que nuestros Padres se enteraran. Mi hermana juró que jamás le contaría a nadie.

   Graciela pasó de una total indiferencia hacia mí, a un afecto incondicional. La vida itinerante de su marido le cansó y retornó a la casa paterna.

   Yo aprendí tres idiomas gracias a mi hermana. El Señor Abuelo, ahora me tenía de visitas ocasionales y largas. No podía creer que yo conocía tanto las hormigas y los caminos ocultos para encontrarlas. Sabía de las lombrices que aparecían después de llover. También conocí los túneles que hacían los sapos en el invierno.

   Me transformé en una persona sociable. Dejé de sentirme casi enana y hasta me daban pena los tacos altos que torturaban los pies de mi hermana. Hubo encuentros de diferencias ideológicas.

   Hice un viaje con el Señor Abuelo, por las costas de Orense. Graciela se puso celosa. Gritaba en el jardín, olvidó cómo se hablaba y se leía. En las noches de verano se asomaba al umbral y miraba para la izquierda y para la derecha. Después desaparecía en el interior oscuro de su casa.   

martes, 18 de mayo de 2021

LA POBRE HELENA

 

   El miedo constante al robo, justo a ella.

   —Cosas absurdas. ¿¿qué pasó con mi calzón verde?? Nadie lo vio.

   Tiene el síndrome del miedo, diagnosticó su Psicólogo.

   —Usted tiene el síndrome constante del miedo al robo.

   Ella pasaba de un miedo resuelto a otro sin resolver. ¿Quién le había robado las medias bolivianas? Encontraba el calzón, encontraba las medias. Cuando no vio su bata de seda a los pies de su cama, murmuró:

   —Se roban mi bata, algún desgraciado, cuando me di vuelta para ponerme gotas nasales. Al estar de espaldas, el tipo aprovechó.

   Helena llamó a una amiga:

   —Por favor vení que estoy muerta de miedo. Me roban cosas de la casa. Ni bien me doy vuelta, algo se llevan.

   La amiga le dijo que en esa casa tan, tan humilde, a nadie se le ocurriría robar nada.

   Tomaba tantas pastillas para dormir, que una mañana se despertó sobre el elástico. El colchón desapareció.

   —Amiga, alguien me robó el colchón, los retratos de mis hijos y también el edredón suizo. Me robaron la vajilla, el jarrón chino.

   —Sí, Helena, te entiendo. Vas a tener que investigar, tal vez fue un amigo de tu ex marido o tu propio ex marido. Fijate si puede ser.

   Helena llamó por celular a su ex marido. No lo dejó hablar. Anunció una visita y dijo si podía ser en su casa. El ex la esperaba en la vereda.

   —Dejame pasar a tu casa. Quiero consultarte algo muy importante.

   Él trató de detenerla, pero Helena ya estaba adentro. Miró a su alrededor, donde se hallaba el jarrón en una mesa ratona, la vajilla en un aparador y el colchón en el piso.

   Sobre el colchón había una mujer joven, reclinada con su bata de seda puesta y abierta. Tenía su calzón, sus medias, ojos de terror oscuros, como las noches sin luna.

   Se fue sin decir nada, antes les escupió la cara a los dos con pollo y todo.

   Helena sabía que ellos trabajaban de cinco a cinco. El camión de su hermano, que abrió la puerta con una horquilla y cargaron todo lo que le robaron.

   Su ex se presentó en la casa de Helena, cuando miró, ella estaba recostada en el colchón con la bata de seda entreabierta y un tipo al lado, que le estaba sacando las medias y bajando el calzón.

lunes, 17 de mayo de 2021

IMAGINESÉ

 

   Ella no vivía como todos, Titi imaginaba.

   Imaginaba cuando era chica y comía alfajores de chocolate, los que podía.

   Siendo adolescente subió a un árbol grande, se recostó en un tronco delgado.

   —¡Titi!, bajá, te vas a caer y ni pienso socorrerte.

   Pidió que le subieran tules con forma de plumas.

   —Si no están en estado físico, me alcanzan los tules con un palo largo.

   En minutos se disfrazó de pájaro. Hizo su nido ahí para conocer otros pájaros. Por la noche la bajaron con sogas que se les fueron de las manos y Titi cayó de espaldas sobre la tierra. Se rompió la cadera, el hombro derecho, tres costillas y raspones profundos.

   La internaron dos años en un Sanatorio. Titi imaginaba que estaba en un templo, donde los grandes rezaban y arriba volaban ángeles fluorescentes.

   Se quiso casar en ese lugar, necesitaba un novio. Era tal cual lo que ella imaginó.

   —Ey, Titi, soy tu Médico, escuché todo, lo que soñás lo hablás, Te advierto que soy tu Médico y casado. No podría ser tu novio, pero tengo una buena noticia, mañana te dan el alta. Vas a tener que usar muletas por un tiempo.

   —A mí me pone contenta, es como tener cuatro patas.

   Cuando caminó sin muletas, encontró un novio.

   —¿No te querés casar conmigo?

   —A una Dama, no se le niega nada. Sí, me caso con vos.

   La boda imaginada se hizo verdadera. Había ángeles fluorescentes que volaban sobre los novios. Pasaron la luna de miel. Titi tenía un vestido de novia, con una cola de setenta kilómetros. Los querubines ayudaron y llegaron a un hotel espantoso.

   —No te pongas mal, lo más importante es la cama.

   Tardó tres horas en desvestirla. El dormitorio fue inundado por telas, encajes y bordados. La cola no cupo, la dejaron en el pasillo del hotel. Cuando quedó sin ropas, él le volcó miel por todo el cuerpo y después le pasó la lengua. Titi se ofendió.

   —No te pongas así, estamos haciendo la luna de miel, que es con luna y con miel.

   Titi le tenía más asco a la lengua que a la miel. La noche siguiente, la untó con dulce de frutillas. Esta vez le pasó las manos, en un momento se dio cuenta que no eran manos. Tocó y sintió un palo duro de carne. Son feas las descripciones íntimas. Pero Titi ni se lo hubiera imaginado.

domingo, 16 de mayo de 2021

PICIO

 

   Inauguraron una senda para bicicletas y motos, pensando que iban a bajar los accidentes. Fue lamentable, cualquier auto para pasar un camión, usaba la senda, se produjeron seis mil accidentes, setecientos muertos y seiscientos heridos.

   —¿Vieron que entre los muertos estaba Anamaría Pichio, una gran actriz?

   Prudencia dijo:

   —Te equivocaste, es Picio el apellido y nunca fue grande ni actriz.   También ha muerto Susana Giménez, Moria Casán, Marcelo Tinelli, Alborto Fernandez, Pampita Lanada. Fueron muertes que hicieron desaparecer la televisión bizarra y la política mentirosa y ladrona.

   —A ver si se callan, porque están hablando de personas que están vivas, que deberían morirse, eso es verdad.

   Dijo Corina:

   —Cambiemos de tema. La vi a Prudencia que es la más imprudente que conozco. Como no sabía en qué parte del Cementerio, estaban las tumbas de sus padres, dejó ramos de flores sobre cualquier otras.

   —Perdón que las interrumpa, pero a mí, cuando me muera, no vayan a visitarme porque seguro que no estoy.

   —Cómo, ¿no era que íbamos a cambiar de tema?

   —Tenés razón.—dijo Corina.

   —Yo cuando me muera, me muero.

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Picio: Significa “mortadela” o terminó.

sábado, 15 de mayo de 2021

GARAMBAINA

   Con esta cuestión del Covid, llegué a odiar a todo el género humano. Siempre me resultó más fácil, odiar que querer. Soy una persona muy segura de mí y desprecio a los demás.

   Si hay alguien feliz, tengo elementos para convertirlo en un pobre infeliz. Soy muy respetado, más por miedo que por respeto. A los amigos que me piden un pequeño favor, les digo un “no”, seco. Dicen que son amigos, pero mi presencia los fastidia. Debo salir de este pueblo llamado Morondanga y mudarme a Garambaina. Era un lugar diferente, parece que corrieron la voz. Según ellos soy una persona petulante y agresiva, destructor de hogares. Las mujeres de ellos me persiguen, pero a mí las mujeres no me gustan para nada. Mucho menos si tienen marido. Es una pena, porque es la parte más divertida.

   Me sentí atraído por una Garambainesa. Por suerte se me pasó, no quiero pensar en ella.

   Garambaina comenzó a parecerse a Morondanga. No esperé y volví a mi pueblo original. Ni bien llegué lo odié y lo más triste es que el odio me estaba comiendo. Pesaba cincuenta kilos cuando me casé con una mina de Morondanga. La odié desde la boda, a ella le gustaba porque era más odiosa que yo.

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   Opinión: Garambaina quiere decir “Pueblo de mierda”.


viernes, 14 de mayo de 2021

ÑUZCO

 

   La nariz prominente empezaba en la frente y terminaba más abajo del mentón. Estaba invitada a un cóctel-room. Amaba a su nariz, le parecía muy interesante. Sus Tías, cuando era chica, le decían:

   —Vos no sos linda, pero muy interesante.

   Aumentaba su autoestima la opinión de las Tías.

   Fue al cóctel-room atando la punta de la nariz con una cinta rosa y nomeolvides. Parecía una cola de nariz. Las chicas se hacen cola de caballo con el pelo. ¿Por qué no una cola de nariz?

   Mientras peinaba los cuatro pelos que le quedaban:

   —Qué ñuzco, usaré la peluca de canecalón, regalo de los quince.

   Tenía los pelos parados, duros y opacos. Ella lo resolvió enseguida, medio kilo de gomina y miel para que brille.

   —Espero no bailar con ese enano ñuzco.

   Dijo la Dueña del evento:

   —No es tan ñuzco, es ñuzquísimo, me duele la cabeza tipo ñuzco.

   El cóctel-room salió de maravilla y hasta ella bailó. Se les enroscaba la nariz en todos los asistentes. Ella era muy comedida, deshizo los nudos, poco a poco fue desplazando a los invitados y quedó en el centro bailando sola. Se le cayó la peluca, un tipo le pisó la punta de la nariz, le quedó pegada en el zapato. Al tipo le pareció un suvenir más que lindo, interesante.

   Ella se volvió loca buscando la punta de su nariz.

   —¿Dónde te escondiste? La ñuzca que los reñuzcó.

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Opinión: Es interesante el significado de ñuzco, pero no se lo pienso decir a nadie.

jueves, 13 de mayo de 2021

QUÉ HABRÁ HECHO

 

   Cuando tatita Paz se divorció, sus amigos tomaron partido por él. Puso la casa en venta, no quiso que se encargara una Inmobiliaria, prefirió encargarse ella.

   El valor era adecuado. Los futuros compradores se quejaban que no tenía ventanas amplias, que las paredes tenían humedad y el colmo fue una mujer que miraba todo, hasta levantó la tapa del inodoro y flotaba una deposición, seguro que uno de mis hijos olvidó apretar el botón.

   —Me gusta su casa, es cómoda y bien construida, pero el precio me queda grande, igual al sorete que encontré en el inodoro.

   Todos presentaban quejas. La arreglé con mis propias manos, elegí blanco para las paredes, cambié los sanitarios, algunas tejas, rasqueteé y enceré todos los pisos. Mis hijos se dedicaron al jardín, sugirieron hacer una pileta y ellos mismos la construyeron.

   —Miremos qué lindo está todo, merece que nos quedemos a vivir aquí.

   —¡Bravo Mamá! No te dijimos nada, porque cuando Papá se fue…

   —Hicieron bien, no quiero que me ocupe la cabeza, pensar en ese degenerado.

   A fines del invierno llegó un señor anciano para comprar la casa, sacó fajos de sus dos bolsillos.

   —Señora Paz, le pago cash, si quiere contar lo fajos y asegurarse que esté todo bien, para mí sería un alivio. Le quiero hacer una oferta, ustedes sigan viviendo aquí. Yo me arreglo con la pieza del fondo, no los voy a molestar para nada. Tal vez no se acuerde pero su ex marido me dijo…

   —¡No, por favor! No quiero saber nada de ese degenerado. Después de lo que hizo, ojalá que le den cadena perpetua.

miércoles, 12 de mayo de 2021

CONVENIENCIAS CONVENIDAS

 

   Eligió la más joven de sus primas, los padres estaban muy satisfechos. Manucho la podría mantener porque era un sobrino muy rico y ella una tilinga que tendría que domar. Cuando Serena contaba con tres años, le pegó un puntapié en la canilla, él no le pudo hacer nada, pero le dieron ganas de pegarle un coscorrón. Fue ahí donde le tomó inquina. Evitaba estar cuando iba de visita. Si Serena lo invitaba a tomar el té, ponía cualquier pretexto para no verla.

   Manucho y Serena se casaron por un trato económico que hicieron los padres. El padre de Manucho mandó construir un minipalacio inspirado en el Taj Mahal, a cambio de Serena como nuera. Ella todavía no tenía su primer período. En una ceremonia íntima, los casó un sabio hindú. Ni bien se encontraron solos, Manucho le desprendió un bretel y ella le pegó un puntapié en la canilla, en el mismo lugar de aquel episodio cuando tenía tres años.

   Recorrieron todo el palacio y eran tantos los vericuetos que Serena se perdió y gritaba:

   —Aquí estoy! Aquí estoy!

   Subía y bajaba escaleras hasta que llegó a sus aposentos. Manucho la siguió con fervor y en mitad de un escalón, encontró un calzón ensangrentado. Tenía las iniciales de Serena.

   —¡Por fin sos mujer! Ahora sí podremos hacer lo que no hicimos.

   Ella lo miró con ojos de niña inocente:

   —Me duelen los ovarios, no puedo complacerte, por esta noche vamos a dormir cucharita y nada más.

   Los pretextos que usaba Serena eran dolor de cabeza, ataque al hígado, malestar y la infaltable:

   —Hoy tengo jaqueca.

   Cada día que pasaba, Manucho la odiaba y la deseaba. Dejó de perseguirla, daba tantas vueltas esa mujer que terminó durmiendo solo.

   Cuando a Serena le dieron ganas, se acostó con todos, desde el mayordomo hasta el cocinero. Una noche le dio lástima Manucho, era el único que todavía no había probado. Se metió en su cama cuando él estaba dormido, se encargó de estimularlo quitándole el pijama.

   —Tapame que tengo frío. —dijo Manucho, acostumbrado a dormir en soledad.

   Ella le acarició todo el cuerpo, hasta que su marido reaccionó y le hizo el amor, dejándola sin aliento. Superaba a todos los amantes que había probado.

   —¡Basta por favor! Si querés, seguimos mañana.

   Él le hizo caso y Serena por fin, durmió con serenidad.

martes, 11 de mayo de 2021

SAPONI

 

   Febrero, marzo y abril, llovió día por medio. El jardín se llenó de sapitos. No logré cazar ninguno. Lo quería para mirarles las verrugas, de esos verdes que se mimetizaban entre las piedras y los yuyos.

   Cuando empezó el frío desaparecieron todos menos uno, era tan pequeño que cabía en la palma de mi mano. Resultó un sapito caradura que poco a poco se transformó en mi única compañía. Fue creciendo, llegó a tener las dimensiones de un adoquín. Me seguía por toda la casa, si entraba al baño, él esperaba en la puerta. Si me iba a dormir, subía a los pies de mi cama. Comía mosquitos como si fueran papas fritas. Salía al jardín sólo cuando daba el sol, tenía distintas posiciones, ojos entornados, abiertos o cerrados. Llegó a tener el tamaño de un gato de seis meses. Los chicos de la Escuela de enfrente tuvieron como tarea, llevar sapos para abrir con sus respectivos bisturíes. Todos querían saber cómo eran por dentro, extraerles todas las vísceras.

   Él estaba durmiendo en el umbral, cuando un truhán lo metió en la mochila. La Sociedad Protectora de Animales, se quejó a la Directora:

   —Esas prácticas medievales debe suspenderlas.

   La Dire les contestó que los sapos no sienten nada. Se asombraron tanto del sapo gigante que pelearon por operarlo.  El truhán que lo robó lo abrió con su bisturí. Llegué a tiempo, estaba vivo. Lo puse en un canasto y lo llevé al Veterinario, según él no había nada que hacer.

   Volvimos a casa, lo apoyé sobre la mesa, traje el costurero y lo suturé lo mejor que pude. Me quise morir,  cuando se murió. No podía compartir con nadie mi dolor. ¿Qué podía decir?: “Mirá, sufro mucho por la muerte del sapo”.

   En la Estación de Servicio había un camión con acoplado:

   —Según me dijeron murió su mascota, aquí tengo un ejemplar que cacé en Entre Ríos, se lo regalo.

   Tenía el doble del tamaño de mi sapo, cuando llegamos a casa, dio saltos de medio metro para entrar en el jardín. Nuestra relación fue bien diferente del anterior.

   Si me acercaba, miraba para otro lado. Si lo quería subir a upa, saltaba y se escondía. Deponía en cualquier lugar de casa, me enteré que sus soretes eran de tierra y los mezclé en las macetas. Una mañana lo decidí, lo venía pensando. Cuando lo encontré cagando sobre las tostadas, lo puse sobre la mesa de la cocina, encontré una navaja filosa y lo abrí de arriba abajo, le quité todos y cada uno de sus órganos.

   Se me caían las lágrimas cuando me acordé de Saponi.

lunes, 10 de mayo de 2021

TRAPOS

 

   Entraba a los negocios de ropa de diseño, miraba las prendas que no tuvieran alarma. Tenía la compulsión de robar, se probó un vestido negro y se admiraba en el espejo. Entró una señora para preguntar:

   —Si me permite mirar este perchero.

   La empleada le contestó mientras hablaba con el celular colgado de la oreja:

   —Para eso estamos, señora, mire todo lo que quiera.

   Cuando nuestras miradas se cruzaron:

   —Éste es el vestido que quiero, el mismo que tiene la señorita.

   Mientras la empleada lo doblaba, lo envolvía e intentaba cobrarle, la señorita se perdió entre el gentío, con el vestido robado. Quiso anteojos negros de marca. Entró a una óptica con sus propios anteojos.

   —¿Encontraste lo que buscabas?

   —Vos sabés que no, pero no importa, seguro que van a recibir otros modelos.

   Había mucho sol, los anteojos que robó la protegieron, los suyos quedaron en la vidriera de la óptica. Y siguió robando toda la tarde. Se acercaron dos agentes, la subieron a un móvil.

   —Lo único que les pido es que me dejen robar. Ustedes están acostumbrados, saben muy bien lo que se siente.

domingo, 9 de mayo de 2021

CUBIERTOS

 

   Tenía tenedores clavados en todo el cuerpo. Los impresionantes fueron en la barriga, un mandala de tenedores y en la parte trasera tenedores incrustados.

   Sus familiares y amigos fueron interrogados, todos juntos y por separados.

   —Esa mañana estaba muy bien, las malas compañías tienen la culpa.

   Uno de sus amigos le contó que había dos tipos raros que la seguían. Parece que uno era su amante y el otro cuidaba la puerta. Hacía mucho tiempo que andaban juntos, se veían cada quince días, subían al ascensor con caras de salvajes, entraron a la habitación. El Custodio escuchaba quejidos, gritos y gemidos. Cuando los amantes se despidieron, lloraban en el pasillo, ella volvió a su habitación, tomó al Custodio de la mano y lo llevó para adentro. Los sonidos fueron los mismos. Los escuchó otro custodio que habían contratado.

   Al concluir quince días se despidieron amablemente. Ella volvió a su habitación, tomó de la corbata al nuevo Custodio. Una vez adentro, primero comieron sobre un mantel bordado que perteneció a su Abuela. El hombre nunca había estado en esa situación, tomó vino de más, miró los tenedores de plata. Sin saber por qué, rompió toda la vajilla y se arrojó sobre la mujer desnuda, le clavó todos los tenedores que encontró sobre el viejo mantel blanco, ahora color sangre.

   Podría haber usado cuchillos, le pareció vulgar. Cuando miró tanta sangre, le dieron náuseas y vomitó sobre el mantel, los tenedores y ella, que todavía estaba viva y pedía que le clavara más tenedores, la hacían disfrutar.

   El caso se esclareció al cabo de dos años. Al Custodio lo declararon inocente. La culpa la tuvo la mujer, que era una masoquista sin solución. Dijeron que ella se la buscó.

sábado, 8 de mayo de 2021

MEDIANERAS PARTE IV

 

   Mis vecinos se evitaban la construcción de sus medianeras, aprovechando nuestro jardín. Siempre me levanto de mal humor y prefiero que nadie me dirija la palabra. Somos una familia disfuncional.

   —Pero la concha de tu madre, ¿dónde está la cafetera? Y alguno que tienda la mesa.

   Siempre hay uno tan bueno que me hace caso. Cuando salimos dejamos el equipo prendido a todo volumen. Nos parece una norma de seguridad. Como si un chorro viniera a robar, escuchara la música y se retirara. ¿Qué clase de seguridad es poner música tan alta?, el que te va a robar te roba hasta la música.

   Tenemos la ventaja de tener hijos que viven en otra ciudad. Cuando hace mucho calor, nos vamos quitando la ropa a todo lo largo de casa. Yo me tiro de cabeza y él se tira bomba. Vino la mujer más chusma del barrio, para contarnos que a través de los árboles se veía que nos bañábamos desnudos, sentábamos malos precedentes para los chicos que nos miraban. O sea que los niños también nos espiaban. Me vestí con un tul transparente y él con un pañalín doble función, para que no le miraran el escroto y poder hacer pis sin salir.

   Una noche nos troncharon dos árboles y al año no quedaba ninguno. Era un jardín comunitario, con tal de no gastar en leña cortaron nuestros árboles.

   —En nombre de toda la manzana les pedimos que bajen los decibeles de sus malas palabras.

   —Pero, la concha de su madre, mirá lo que me viene a decir.

   Me provoca odio que me provoquen y al mismo tiempo me gusta.

   Luego se presentó el vecino que ya se había muerto. Ahí me di cuenta que tuve una pesadilla y lo más terrible es que los sueños son.

viernes, 7 de mayo de 2021

MEDIANERAS PARTE III

 

   Robaron mi basurín cuatro veces. No me dieron ganas de comprar otro más. Dejaba las bolsas en los basurines que lograron sobrevivir. Uno grande tenía la vecina de la esquina y allí depositaba todo, que no era nada. Puso un cartel en su distinguido basurín que decía: “Este basurín es únicamente para residuos familiares”.

   Antes de esto, la mujer tuvo un accidente, el auto se dio vuelta tres veces, estuvo grave. Fui a decirles que si necesitaban algo, contaran conmigo. Llegué a pensar que había muerto, pero no.  Apareció barriendo la vereda. A partir de ahí le decíamos: “Il morto qui parla”. Un día el marido vino a la casa, furioso. Porque según él, le seguíamos usando el basurín.

   —A ver, salí si sos tan valiente.

   Salí y el tipo me pechaba, como si yo fuera un hombre.

   —Si nosotros no lo usamos más, tenemos el propio, tal vez fue otra persona. ¿No lo pensó?

   Se fue tan furioso como cuando vino. A la mañana se murió de un paro cardíaco. Me encantó que quedara un vecino menos.

   Un vecino menos, es un vecino menos.