—Yo opino que
debemos apuntar más alto. Aquí, más que un apéndice, un parto, algún aguijón de
abeja, mucho no vamos a crecer. Lo nuestro fue cirugía y tenemos que aprender
más, vayamos a la Ciudad y apliquemos lo que sabemos.
Era mi único
intercambio, el Dr Sarkini Loreal, los demás eran buena gente, pero Médicos
sólo nosotros dos. Y nos fuimos para Rumania, el sitio de más experiencia en
cirugía facial. Abrimos un consultorio con una placa de bronce: Dr Sarkini
Loreal – Dr Vaca Narvaja.
—Nos debemos una
Secretaria, que se ocupe de los turnos, discreta, austera y fiel a nosotros en cualquier
inconveniente que se presente.
A la semana
teníamos cuatro turnos, dos cuarentonas en buen estado, pero sus caras eran
para esconder. Luego una de sesenta que había que desfruncir y una melliza de
otra, con ganas de no parecerse a su hermana. Nos repartimos la hacienda, yo
operé una cuarentona, Vaca Narvaja la otra. De acuerdo a las expectativas de
las pacientes, quedaron ampliamente satisfechas. Se miraban al espejo y no se
reconocían. Los ojos almendrados, la nariz un porotito picudito y tallado, los
labios de Angelina Jolie, los pómulos altos y redondeados. Lograron su
cometido, parecerse a todas las hermosas. Éstas atrajeron pacientes y la
Secretaria tenía los pelos empezando a ponerse de punta.
La de sesenta la
hizo Sarkini Loreal, tenía dotes este Doctor, con un solo disparo de láser,
inventado en Rumania, le dejó el rostro liso como papel Romaní, la mujer quedó
prendada de Sarkini Loreal. Le regaló dos corbatas de seda pura y dos botellas
de Ye Monks. Ésa armó tanto alboroto por doquier que fueron tantos los turnos
para concertar, que los pelos de la Secretaria llegaron casi hasta el techo.
Aunque no era su métier, los médicos le recetaron pastillas para el stress. Los
Laboratorios de Rumania no tenían precedente. Las píldoras le dejaron el pelo
lacio hasta la cintura.
Sarkini Loreal y
su socio, Vaca Narvaja, decidieron experimentar con la melliza, hacer la
derecha uno y en simultáneo la izquierda el otro. Se coparon con el trabajo,
les dio un ataque entre Cubismo y Barroco. Un ojo quedó cerca del nacimiento
del pelo y el otro cayendo del borde de la nariz, una ceja pelada y la otra
formando rositas etruscas, media boca finita y la otra mitad puro diente con el
labio superior desplazado. Terminado el trabajo le acercaron un espejo, la
paciente lloraba convulsionada, pero como le escondieron los lagrimales hacia
adentro, las lágrimas quedaron imperceptibles.
Después de la
primera impresión, volvió a los espejos y se encontró re cool, no se parecía a
nadie que conociese, eso incluía a la hermana que detestaba. Los cirujanos
hicieron una muestra con las pacientes en vivo, el trabajo más ovacionado fue
el de la melliza, entre cubista y etrusco.
Su cara se
publicitó en todos los medios gráficos y redes sociales, del mundo. La
Secretaria tuvo que dar turnos para cuatro años después. Todas las adolescentes
querían una cirugía exacta a la ovacionada.
Los Dres Sarkini
Loreal y Vaca Narvaja, fueron a agradecer a la plana mayor del Gobierno de
Rumania. Volando a su patria, para visitar parientes y amigos, el aeropuerto
tenía más carteles que una manifestación y gritaban: ¡Al Colón! ¡Al Colón!