sábado, 31 de julio de 2021

PRIMERA NOTICIA (Parte VI)

 

   Hicimos un viaje a Puerto Rico Pene y yo. Karina se quedó sola, aprovechó para entrar en nuestro vestidor, se probó toda la ropa de Pene. Eligió un vestido largo con dos metros de cola, volados superpuestos y un polizón. Era como Vivien Leigh en la película “Lo que el viento se llevó.”

   Llegamos un lunes y como no teníamos mascotas, gritábamos:

   ─¡Karina! ¡Karina dónde estás! ¡Pichi, pichi, venga a saludarnos!

   Apareció en la escalera. Pene ayudó para llevarle la cola y que el vestido no se arruinara. Era más importante su vestido, que Karina.

   Bajó la escalera lentamente, con la cabeza en alto y una corona de esmeraldas. En lugar de mirar los escalones, tropezó y se cayó.   

   ─¡La Princesa se ha caído! ¡Viva la Princesa!

   No se le movió ni una esmeralda. Excepto una quebradura de muñeca. La socorrí de inmediato y la vendé. Estaba tan agradecida que me mordió la boca. Yo a cambio la tomé de la cintura y con la música de un vals tocado por Pene en el Steinway, recorrimos la casa valseando.

   Mi Padre había golpeado a Karina Korilki con fusta y trompadas. Encontré el por qué mi Madre nos abandonó. A ella también la golpeaba cuando yo no estaba. Presentamos una denuncia ante el Juez de menores. Karina tenía dieciséis años. Por lo tanto mi Padre era un violador. Karina no dijo nada que fue por consentimiento. (Buena estrategia). Cuando mi Padre salió de la cárcel lo fui a buscar para pegarle con una fusta y una que otra trompada. Y ahí paré, después de todo era mi Padre. 

viernes, 30 de julio de 2021

PRIMERA NOTICIA (Parte V)

 

   ─Cómo me gusta salir del Teatro cuando llueve.

   Nos empapamos, me acordé de la estufa a leña de mi casa. Había que sacarse esos telones de encima.

   ─Maestro, no quiero que me vea desnuda.

   ─Ahora mismo lo solucionamos.

   Conseguí una tijera y dividí el telón en dos, ella me miraba con ojos ajenos. Mientras se alejaba envuelta en la mitad del telón, parecía una Diosa griega del S. V° A.C. Cuando apareció con un vestido de Karina, me produjo una cierta molestia. Pene es tan dulce que me hace olvidar. Le arranqué el vestido de Karina. Pene, empecinada, me abrazó.

   ─¿Le parece que soy sensible?

   Le contesté sin pensar:

   ─Escuchó mal, es sexyble.

   No me la podía sacar de encima, parecían tentáculos sus cambios de postura. Con un destornillador quité los tentáculos uno por uno. Nos quedaron marcas a los dos y así y todo, Pene seguía pretendiendo.

   Llamé un taxi y le pedí que desapareciera. Desde el episodio de Karina, la quisiera ver de nuevo. Tan linda, tan ingenua, la desgraciada.

   Karina deshojaba una margarita: “Me quiere, no me quiere”, y en el último pétalo, salió: “Te quiero”. Se apoyó en el vano de la puerta con vestido de arpillera y pidiendo perdón hizo su entrada, tenía golpes en todo el cuerpo, disimulados con maquillaje.

   ─¡Mi querida Karina, qué suerte que viniste!, andaba necesitando alguien que limpie esta casa, durante doce horas, ad honorem. Dormirás frente al dormitorio de Pene y yo.

   Esa tarde pasé por la casa de Pene y la invité a dormir conmigo.

   ─Maestro, a la nochecita estoy allí.

   Tan perdona vida, tan humilde, le tuve que decir:

   ─Karina vive en casa, no te preocupes, es la encargada de la limpieza.

   ─No me importa nada, yo me quedo a dormir con usted, aunque Karina escuche todo. Hasta me gustaría que así fuese. Quiero que me llame Penélope. Después de todo, a mi nombre completo le quitaría las dos primeras sílabas, eso le pertenece a usted. ¿Tiene, no? Un Maestro, sin las dos primeras sílabas…mm…

jueves, 29 de julio de 2021

PRIMERA NOTICIA (Parte IV)

 

   Los avances de Pene me producían deseos que aprendiera más. Le exigía en demasía, pero a ella no pareció molestarla. Tenía oído y concentración envidiable. Después de haber trabajado tanto, nos dimos el lujo de hacer una melange de músicas.

   Rescaté el piano de ella que fue rica. Su piano era un Steinway con una historia que nunca quiso contar. Nuestro primer concierto tuvo un vestuario que yo decidí. Ella me lo permitió. Enfrentamos nuestros pianos. Pene vestida de hombre, con jaquet negro, camisa blanca, zapatos de charol y una galera que ella arrojaría al empezar.

   ─Profesor, ¿por qué tengo que vestir de hombre y engominarme el pelo?

   ─Comprendo, es difícil de entender, yo te cuento, mi atuendo va a ser un vestido de sarga, con un escote por debajo de la cintura y por detrás la espalda desnuda, hasta la banqueta. En los momentos culminantes unimos nuestros cuerpos, te va a molestar un poco mi bincha de años 30 con lentejuelas que le cuelgan.

   ─¿Nos damos un abrazo, dice usted?

   ─Exacto, luego salimos corriendo mientras tanto cambiamos de piano.

   Nos ovacionaron, pedían otra y otra. Pidieron otra más, nos quitamos la ropa y saludamos desnudos. El escenario se balanceaba al incrementar los aplausos y robaron nuestros vestuarios. Para salir nos tapamos con un telón, yo la abrazaba para salir a la calle por la puerta: Exit.  

miércoles, 28 de julio de 2021

PRIMERA NOTICIA (Parte III)

 

   Me instalé en casa de mis Padres. No tuve noticias de ellos y  habían cumplido dos años de sus partidas. Cuando miré las fotos de Karina, decidí hacer una enorme fogata. Aproveché la pileta vacía para incendiar ropa, muebles del living, arranqué cortinas y seguí con las fotos. Sólo dejé el somier, la pantalla gigante para ver películas y todos los almohadones. Recuperé el jardín, podé los árboles y sembré césped inglés.

    En la casa de en frente, había una tal Penélope y su apócope era Pene. ¿En qué estaban pensando sus Padres? La llamaban Pene, todo el tiempo:

   ─Pene, alcánzame esto, Pene, alcánzame lo otro.

   Le propuse limpiar toda mi casa ocho horas por día, pagarle el doble de lo normal. Me falta poco tiempo para terminar el Conservatorio. Tocaba el piano todo el día, pero a esa sala Pene no tenía acceso.

   Una tarde apareció mi Tía Tola:

   ─Supongo que no tendrás algún lío con la Sirvienta, te traje una tarjeta para poder hacer extracciones en el banco “Tirt”, abreviatura de “Te robo todo”.

   ─Seguro que la tarjeta “Tirt” me la dejó Papá para no tener que trabajar y poder tocar el piano.

   ─Aunque no lo creas, fue tu mejor amigo.

   ─¿Y Mamá no dijo nada?

   ─No, porque no sabe nada.

   Por suerte se fue temprano. Justo cuando Pene se retiraba, no la saludó, dijo “permiso” y ni siquiera la miró. Cuando le iba a pagar su día, me habló con voz despaciosa:

   ─Yo también toco el piano, pero nada que ver con usted. Le quería decir que a mi parecer, toca mejor el Claro de Luna de Debussy, que el de Beethoven. Fue cuando tuve que volver a trabajar de cualquier cosa. Antes empeñé mi piano.

   ─¿Y no querés aprender conmigo? La limpieza es lo de menos.

martes, 27 de julio de 2021

PRIMERA NOTICIA (Parte II)

 

   Asistí a la fiesta sorprendente. Cuando vi a mi Viejo bailar apretadito con Karina, me pareció ridículo, torpe y patético.

   ─Papá, te doy una idea, ¿por qué no la dejás que mueva las caderas?

   Me hicieron caso, pero mi Viejo tenía las caderas soldadas. Escuché que mi Tía Lola decía a su Hermana:

   ─Siempre fue un tipo raboverde y en este caso, el orden de los factores sí alteran el producto.

   ─Nuestro pobre Sobrino, traicionado por una zorra enana y culona, le hizo creer que lo quería y lo más triste fue que el zanguango le creyó.

   Vi a mi Madre sentada en la falda de mi mejor amigo, él le acariciaba la pierna derecha, chocho con el botox de Mamá. Vino a mi socorro, Socorro, más joven que Karina, acarició mi nuca, esperando algo que nunca sucedió.

   Las bebidas les inundaron las cabezas, era una orgía romana, más que una fiesta sorprendente.

   ─Dale, sumate, Hijo, no seas rencoroso─dijo el hipócrita.

   Fue por venganza que arrastré a Karina hasta darle un beso como a ella le gustaba.

   Vino mi Madre haciendo ochos:

   ─Con todo lo que pasó, tenés que estar contento de haberte sacado de encima la puta de tu Novia, su único interés son las propiedades de tu Padre, que él le prometió. ¡Ja! Yo hice lo mismo con tu amigo, mi promesa fue darle el oro y el moro y la quinta de tu Abuela.

   ─¿Y adónde van a vivir?─pregunté.

   ─Nos vamos a vivir los cuatro juntos, puede que alguna noche podamos intercambiar. Yo por nostalgia. Karina y tu mejor amigo, quedarán encantados la noche que les toque.

   ─Mamá, me hacen mal tus intimidades, no me cuentes más nada, o te desinflo el botox.       

viernes, 23 de julio de 2021

PRIMERA NOTICIA (Parte I)

 

   ─Hijo lindo y bueno, tengo que darte una mala noticia, tu Madre me abandonó.

   ─Padre, ¿qué me estás diciendo?, por favor, si siempre se llevaron tan bien, ni discusiones ni gritos, tenían los mismos gustos, me hicieron muy feliz.

   ─Todo empezó cuando fuiste a vivir con tu Novia.

   ─¿Vas a decir que la culpa es mía?

   ─No, Hijo, por favor, sos casi un hombre, pero el síndrome del nido vacío, no lo pudo soportar. Se fue con otro, quiere el divorcio. Lo más terrible te lo cuento después.

   ─No!, decímelo ahora.

   ─Siempre le gustaron los pendejos, te lo digo de una, está conviviendo con tu mejor amigo. Se llevan una punta de años, pero eso no los detuvo.

   El Hijo se puso a llorar.

   ─No, Papá, parece una pesadilla.

   ─Falta la segunda parte, al quedarme solo, me enamoré de una chica divina, la tenés que conocer, se llama Karina Korilki.

   ─Estás totalmente loco, ¿cómo pudiste hacerme esto?

   ─Hijo, yo no te hice nada.

   ─Papá, la chica que nombraste es mi Novia. Si no fueras mi viejo te mataba.

   ─Bueno, querido, la vida tiene que continuar. Te cuento algo alegre, vamos a hacer una fiesta sorprendente, por supuesto que desde ya, estás invitado.

A MIS QUERIDOS LECTORES

 

    La zaga de PRIMERA NOTICIA (Parte II) se suspende porque han cerrado las exportaciones.

   Causas: 1 me falta la Segunda Vacuna.

                 2 Llega mi Hijo, Iván a visitarme, luego de dos años.

                 3 Detesto los favores, pero es imprescindible que no bajen mis estadísticas, es mi único trabajo. En mi ausencia sugiero lecturas de cuentos anteriores.

                 4 El martes continúo con la Parte II de “PRIMERA NOTICIA”.

jueves, 22 de julio de 2021

COMUNICACIÓN

 

   Vamos a la terraza a tomar nuestro cafecito, todas las mañanas del mundo. Daniel me dicta los temas que hablan los parroquianos. Yo anoto, no de chusma sino para que estén al servicio de mis cuentos.

   Daniel le dijo a un Viejo que recién entraba:

   ─Estamos cada vez peor.

   El Viejo contestó:

   ─Y sí…─luego lo pensó y dijo─Lo que pasa es que todos estamos esperando de dónde van a volver más cachetazos.

   Nos palmó el Viejo con sus palabras.

   Santi estaba solo en la mesa de al lado. Es un santo, como su nombre lo indica:

    ─Este Gobierno de mierda nos está arruinando.

    ─Peor que eso ─dijo una mujer─nos están asesinando.

    Pude salir de mi silencio:

   ─Peor que ser impotente, es ser prepotente, como mandan estas  supuestas Autoridades.

   Otro solo dijo:

   ─Estamos a merced que la Argentina sea argentinita, cada vez más chiquita, sin ni siquiera alguien que nos defienda.

   Se sumó otro:

    ─Es tan doloroso pensar que yo ahora no pienso nada, en la próxima generación serán todos degenerados.

   Un señor le comentó a su amigo:

   ─Estos dos, ¿no serán de la SIDE, que ahora es AFI? ─refiriéndose a Daniel y a mí.

   Nos dio tanta bronca que nos fuimos sin pagar.

   Daniel me tomó de la mano, yo lo sigo a todas partes.

   ─Desde hace 45 años sos mi mejor amigo, mi único amigo.

   Daniel besó nuestras dos manos juntas y cruzamos a la plaza.

   ─No te preocupes, que todo va a cambiar.

   Una mentirita, que preferí creerle, lo que no cambiará es el amor que nos tenemos.

miércoles, 21 de julio de 2021

ROPA DE DISEÑO

 

   Se reunían las cuatro, Yesterday, Tola, Karen y Mica. Una vez por semana desfilaban como Modelos en el interior de una Iglesia abandonada. Hicieron una pasarela y rescataron sillas de la Iglesia. Tres confesionarios los usaban como vestidores. El púlpito era el lugar donde Karen las presentaba.

   Diseñaban su propia ropa y competían entre ellas. Se querían, se odiaban y se necesitaban. Le llamaban “Ropa de Diseño”. Yesterday apareció con un raro vestido negro.

   ─¿Viste lo que se puso? Nunca vi un atuendo así, bien diferente a los demás, descarado, con un escote por detrás que le llegaba hasta debajo de la espalda y una cola que flameaba, de seda pura.

   ─¿Quién te hizo ese vestido?, porque vos no fuiste, se nota.

   Yesterday respondió:

   ─Es un diseño propio de Madame Bovary y me lo regaló.

   ─Cuando éramos ricas no nos importaba cómo vestíamos, nos consideraban personas distinguidas. Ahora que somos pobres no me molesta, es como hacer de cuenta que seguimos siendo personas nobles de corazón.

   Desde el púlpito, Karen nombró a la ganadora, que fue Yesterday, como siempre.

   A Pancho Elotro le intrigó cuando se enteró de la existencia de cuatro mujeres y asistió a uno de los Desfiles. Las contrató como Modelos “Top”, pero con un salario ínfimo, ya que estaban acostumbradas a la pobreza.

   Con tal de ser famosas, lo aceptaron. El primer desfile fue en la misma Iglesia, para los cambios de look, usaban la Sacristía. Las nuevas Modelos discutían sus espacios. Llegaron a pelearse con cachetadas y arañazos, por prendas melifluas como los calzones. Las puso en caja Llanurita Ardejuan, por orden de Pancho Elotro.

   Era la encargada del vestuario, los peinados y el make-up de cada una. Repartieron su odio en la primera pasada. Yesterday las empujaba hasta hacer caer de la pasarela, a todas sus ex-amigas.

   Cayeron sobre el  público presente. La gente aplaudía pensando que estaba todo preparado para que reinaran nuevas formas de Desfiles. Como la competencia las separaba, comenzaron a revolcarse con los espectadores y molerlos a puntapiés, insultarlos y arrancarles collares y billeteras.

  La Prensa, fue dispuesta a tomarles fotos.

   Salieron en primera plana todas las personas acumuladas, parecían un montículo agotado. Pancho Elotro se dirigió a la punta de la montaña y sacaron una foto que también se publicó en todos los diarios.

   Las ex amigas festejaron “El Día del Enemigo”, asesinando a Pancho Elotro con diez cuchillos de cocina en la espalda y un tiro de gracia, dado por Yesterday.  

martes, 20 de julio de 2021

OTRAS FORMAS DE AMAR

    Se llamaba Facundo, después le decían Facu, más tarde Fa. Tenía una Novia que lo bautizó Efe. Efe de felicidad, seguro. Los amigos recuperaron el Facundo, porque Facu les recordaba la Facultad.

   Quiso vivir con su Novia, lo enamoró que fuera leve. Sentía fascinación por la levedad. Caminaban la vida alegremente. Nunca se tocaron, sólo las tormentas y los vientos acariciaban los pelos de sus cuerpos y se conectaban. Nunca hacían el amor, pensaban que era mejor así. Sus almas y sus corazones estaban tan unidos que les permitían construir ideas nuevas.

   En la casa no había muebles, para que pudieran circular esas ideas, sin chocarse con mesas y camas. Dejaban abiertas las ventanas. La vista de cipreses cubiertos de nieve los asombraba. Un día se acostaron en la alfombra e hicieron el amor y se besaron, por primera vez se penetraron. Y aquella magia terminó por separarlos. Se arrojaron por una ventana cada uno y volaron hasta la punta de los cipreses nevados. Se tomaron de las manos y siguieron volando juntos. Con mucha levedad, siempre con mucha levedad.

   Hasta sus muertes, los hicieron comprender que el cielo los esperaba sinceramente. 

lunes, 19 de julio de 2021

LA HISTORIA DE MAMÁ Y LA HISTORIA DE YO

 

                                 LA HISTORIA DE MAMÁ

 

   Me hacía legrados una vez por novio, era una chica fácil. Si el novio no me gustaba como Padre de mi  hijo, lo fletaba. A los 30 años quería un embarazo, ahora que vivo con una persona que me quiere y  me protege.

 

   Llevó cuatro años cumplir mi sueño. Tardó en venir, tenía náuseas todos los días y recién me di cuenta cuando escuché latidos en mi barriga.

 

                                LA HISTORIA DE YO

 

   Yo me sé todo, es un lugar tibio y tranquilo. Mami me pone músicas especiales, tiene buen gusto. Cuando le dan ataques de bronca me asusta. Los líquidos en que vivo me tiran de un lado a otro, se endurecen mis paredes y me golpeo la cabeza, cuando esta mujer se tranquiliza, duermo.

   ¿Cómo será vivir del lado de afuera?, ¿bueno o malo? Vamos a esperar el lejano mañana.

 

                              LA HISTORIA DE MAMÁ

 

   Soy feliz, cumplía seis meses. El Doctor me pasó una gelatina tibia y lo miré por la pantalla. No sabía si iba a nacer hombre o mujer, bastaba con que fuera sanito. Es lo que dicen mis amigas, desconocen otras palabras para reemplazar “sanito”. Llegaron los nueve meses y mis Padres me trasladaron al Sanatorio. Qué feas y dolorosas son las contracciones.

 

                            LA HISTORIA DE YO


   El viaje hacia afuera era bastante dificultoso, un túnel interminable y estrecho. Desde allí descubrí una puerta que se abría. Me asusté y grité. Terminé sobre el pecho de mi Mami. Estaba en medio de dos globos inmensos con puntas que goteaban. Tenía sed y aproveché para tomar esa cosa tan rica. Cansaba pero saciaba. Agarré un globo y lo usé como almohada.

 

                          LA HISTORIA DE MAMÁ      

 

   Pobre mi Marido, durante el parto lo tomé de la mano y la retorcí, la mordí.

   ─Vos tenés la culpa de mi martirio hijo de puta, boludo.  ¡Ayudame! ¡Qué lo parió, cómo duele! Quiero anestesia. ¡Por favor! Torturadores de mierda.

   Mi Marido desapareció. No, no desapareció, se desmayó abajo de la camilla.

   ─¡Les dije mil veces que no quería padres en la sala de partos!─gritó el Doctor.

   Hasta mi pobre Bebé se asustó y lloró como un marrano. Yo en su lugar hubiera hecho lo mismo.

domingo, 18 de julio de 2021

IVÁN EL TERRIBLE

 

   Cuando está por venir mi Hijo, llenamos la heladera de cosas que le gusten. Cuando llega cambió de idea, hay otras cosas que le gustan, no están en la heladera. Le damos la tarjeta para que compre lo que quiera.

   Vive a 400 km y nos visita cada dos meses, suele quedarse de viernes a lunes. El viernes llega a la medianoche, agotado y se va a dormir. El sábado temprano me levanto a comer algo, toco la alacena con las manos y noto que de los brownies no queda nada. Me vuelvo a la cama y escucho la voz de su Padre:

   ─¡Iván despertate! Vamos a tomar unos matecitos y mientras tanto charlamos.

   Aparece vestido y calzado, durmió con la ropa puesta y las zapatillas también. Habla fuerte y en su celular nos muestra fotos y videítos, cuando detiene sus relatos, el Padre comienza a preguntarle de todo.

   A veces Iván me deja intervenir, pero en general monopoliza las charlas y pregunta qué vamos a comer. Le contesto:

   ─Una tarta, tu preferida.

   ─Lamento desilusionarte, pero me la comí toda. ¿Y si comemos afuera?

   ─Ni en pedo, te dan porquerías que cuestan un montón de plata.

   Tiene el celular pegado a su mano y hace una llamada tras otra. Después pone la música que trajo a decibeles que nos dejan sordos. El Padre no le dice nada, lo mira arrobado y le elogia todo.

   Yo hago lo mismo, no quiero pasar por la bruja de la casa. Pero mire donde mire, hay bolsas ocupando el espacio del living, los dormitorios y el baño siempre ocupado por Iván. El mejor de todos mis Hijos y tengo uno solo, que equivale a cuatro. Me besa, me abraza y dice quererme mucho. A veces no sé si creerle o no.

        ─Padres, les aviso que el domingo parto a primera hora. Tengo dos trabajos para hacer el lunes temprano.

   Intento colectar sus ropas y ordenarlas.

   ─¡Mamá! No toques nada. Yo sé cómo proceder.

   Abre el baúl del auto, repleto de cosas que no usó nunca. Cuatro camperas, dos pares de borcegos y medias y calzones sucios. Siempre hay algo que se olvida y lo mandamos por encomienda.

   Es todo un personaje Iván. Tiene la cabeza afeitada y tatuada con una telaraña gigante. Se hizo poner un diente de plata. Me quiero morir cuando lo miro. Cuando viene nos alegramos mucho y cuando se va lloro, lloro y no puedo parar de llorar.

sábado, 17 de julio de 2021

GOZAR DIFERENTE

 

   Tomar un subterráneo en la hora pico, lo hacía porque me dejaba en la puerta de mi edificio. Sentía que viajaba en una lata de sardinas.

   Los cuerpos se acomodaban como en un puzzle. Primero me empujó, después dijo “perdoname”. Nos miramos cara a cara y se produjo un largo cortocircuito o largo circuito. Nuestros cuerpos se encastraron, su respiración era agitada, la mía también. Me pisó los dedos de los pies y repitió: “perdoname”. Me hizo girar y el quedó detrás de mí. Estábamos tan pegados que sentí su erección entre mis piernas. Hizo que mi vestido se trepara, abrió el cierre de sus vaqueros y me penetró. Cojimos todo el viaje, nadie se dio cuenta. A medida que los pasajeros se bajaban en distintas estaciones, el vagón quedó vacío, menos nosotros. Cuando se abrieron las puertas donde debía bajar, terminamos al mismo tiempo. Bajó

conmigo diciendo: “perdoname”. Lo arrastré hasta mi edificio, le mostré en qué piso vivía, miró hacia arriba.

   ─Preferiría tomar el subterráneo a la hora pico. Te espero hasta que llegues. No lleves ropa interior, no es necesaria, “perdoname”.

viernes, 16 de julio de 2021

FEÍTO ¿NO?

 

   Trabajaba en uno de esos lugares que parecen ratoneras. Mi espacio era un escritorio del mismo tamaño de la computadora. Una  silla giratoria, expedientes apilados para resolver en un día y en la jornada siguiente recibía otras pilas para terminarlas en ese día.

   Al lado tenía un compañero que hacía el mismo trabajo. Él no resolvía ninguno de los expedientes, su pila tan alta llegaba hasta el techo. Se me cayó la peineta al lado de su escritorio, me incliné para levantarla y lo hicimos al unísono, nos chocamos las cabezas y nuestros ojos se encontraron. Me enamoré de esos ojos y rogué que no se hubiera dado cuenta. Hubo un “gracias” mío y un silencio suyo.

   Cuando llegó la hora de la salida, el mejor momento del día, irse, sentí una mano que se apoyó en mi espalda.

   ─Disculpá, fue sin querer.

   Cuando volví a casa, todavía sentía el calor de su mano. Un día me invitó a tomar un café y acepté, no pude emitir una sola palabra. Él hablaba por mí:

   ─Me mata la rutina, ¿a vos no?

   Contesté con un: “ajá” terminal.

   Tiempo después volvió a depositar su mano en mi espalda, de nuevo me estremeció. Subí a la terraza para fumar un cigarrillo. Él apareció detrás de mí y prendió otro. Me parece que le gusto, pensé. Soñé que me besaba. Marcábamos tarjeta los dos juntos, mientras caminábamos hacia nuestras respectivas ratoneras, él dijo:

   ─¿Sabés lo que más me atrae de vos?, tu silencio. Detesto las mujeres que hablan todo el tiempo como mi Hermana, no se detiene nunca. Le conté de vos como ejemplo, por vez primera no dijo nada.

    Mi problema era la anorexia para adelgazar.

    Alguien me dijo que estaba blanca como un papel, me desmayé. Él me besó la boca como nunca nadie. Cuando volví en mí, apareció la Secretaria General del building. Sentí que volaba y le conté.

   ─Pichona, el haragán te hizo respiración boca a boca y se fue. Creo que lo pasó a buscar alguien que dijo ser su mujer.

jueves, 15 de julio de 2021

EL INODORO

 

   Mi Madre era muy prolífica, tuvo seis hijos. Ella decía: “Voy a tener todos los que Dios mande”.

   No sé si por católica o por caótica. Yo sería el séptimo. Mis hermanos nacieron sin Asistencia Médica. Ella tenía el privilegio de una dilatación del cuello uterino exagerada. Mi Padre, Médico, le realizó unos costurones:

   ─Lo hago porque esta mujer va a terminar pariendo en cualquier lado.

   Sucedió algo impredecible. Tomaba litros de agua, por eso iba al baño a cada rato. Estaba sola cuando se sentó en el inodoro, tenía ganas de hacer pis y justo en ese momento asomó mi cabecita. Mamá ni se dio cuenta y apretó el botón. Quedé varado en el inodoro. Yo era un recién nacido, fui tan precoz que grité:

   ─¡Socorro! Estoy sumergido en agua fría, pis, soretes y una bolsa rota.

   Esta última me limpió algo. Por suerte apareció mi hermano más grande, excelente Plomero. Tenía un brazo largo, pero como no me podía alcanzar, usó una sopapa y salí enseguida. Pensé que el mundo era una mierda. Llegó mi Mamá, me tapó con dos edredones y así entrar en calor. Casi me vuelvo a ahogar, suerte que se dio cuenta y para limpiarme pasó su lengua por todo mi cuerpo. Me gustó mucho y de inmediato quise tomar la teta, era tan larga su teta que enseguida la tuve en mi boca. Yo le decía:

   ─¡Quiero más! ¡Quiero más!

   Por suerte le quedaba otra teta de repuesto. Casi me la como y ella se dejaba. Llegó mi Padre y me tuvo entre sus brazos diciendo:

   ─¡Es nuestra primera hija!

   ─Hijo, querrás decir.

   ─¿Y vos cómo sabés?

   ─Por las bolas.  

miércoles, 14 de julio de 2021

EL CANDELABRO SOLO

   La selva amazónica es el lugar ideal para escribir. Maru, su mujer, lo acompañó. En medio de tanta planta, en la tierra, en el cielo, horizontes de más árboles. Pedro pensó que su dulce y leal Maru, iba a asustarse de todo. 

   Tenía una casa vieja, de madera restaurada, cerca de riachos. Había dos mujeres que ayudaban en todo. Maru no tenía que cocinar, una actividad que le gustaba. Tuvo que apartarse porque ambas mujeres se pusieron celosas. La cocina les pertenecía. 

   El Doctor Manolo Uranga, era un investigador de plantas, tenía un laboratorio donde hacía sus experimentos. De día trabajaba en sus temas, de noche escribía.

   Maru casi no salía desde que las dos mujeres le pusieron una culebra bajo la almohada. Ella le contó a Pedro lo sucedido. El Doctor Uranga las puso de patitas en la selva. A cambio encontró dos indios de una tribu lejana, para reemplazar el trabajo de las mujeres anteriores. Maru se sintió protegida, ya no estaba sola adentro de la casa. Además aquellos hombres le dejaron la cocina por su cuenta.

   Maru preparaba comidas exquisitas mientras uno de los hombres tendía la mesa larga con un candelabro al medio y la mejor vajilla que tenían. Esperaba a Pedro con ansiedad. Volvió tan tarde, que encontró a su mujer acodada sobre la mesa y dormida. Tenía puesto su vestido más lujoso.

   -¡Maru, despertate! Vamos a comer juntos esta vez. Te voy a contar los descubrimientos que hice. 

   Ella logró levantarse de la silla y corrió a darle un abrazo.

   -¿Qué hacés con esa ropa en medio de la selva? Me parece algo ridículo. A mí me gustás cuando tenés el piyama puesto y bien dispuesto.

   -Me voy a descansar, no me siento bien. He tomado el vino que íbamos a compartir. Mi vestido es ridículo, tenés razón, pero tus ausencias son imperdonables. 

   -Tenés que comprender, estoy escribiendo un libro, es algo serio que me lleva más tiempo del que pensaba. Hay dos hombres en esta casa que pueden comer con vos, ¿te resultaría denigrante? No quiero que discrimines.

   Se hicieron muy amigos los tres. contaban cosas de sus vidas, le enseñaron a tirar con cerbatana y con arco y flechas venenosas. Las noches cuando la soledad la agobiaba, llamaba a uno de los hombres y se pegaba un revolcón. Lo necesitaba, ahora sus ojos tenían luces nuevas. también probó con el otro. Después con los dos juntos.

   Una noche Pedro llegó temprano y los descubrió. Insultó a los tres.

   -Y vos Maru, te vas a hacer ver la cabeza en Buenos Aires.

   Dijo Maru:

   -Como vos dijiste, no tengo que discriminar.  

   

      

martes, 13 de julio de 2021

MILLENNIUM

   Compré un terreno en el Delta, con el sudor de mi frente y el trabajo de mis manos. Al muellecito le hice una curva, como si fuera un espejo de agua. En ese lugar anclaba mi pequeño velero, herencia de mi Padre. Cuando era chico navegaba con él, cuando el río se ponía picante, regresábamos a tierra. El agua siempre me resultó peligrosa. Ahora que tengo la casita y miro el velero anclado, no lo uso casi. Permanezco en la galería mirando cómo el velero se incrustaba en el muelle y al final no necesito más ancla. Quedó varado, lo rodeaban flores acuáticas de todos colores. Era un placer mirar el atardecer desde ese lugar. Una noche escuché pasos tranquilos y una parejita que se reía. Me armé de valor y salí a ver lo que pasaba. Estaban los dos bien amochilados. 

   -Disculpá que te invadimos la casa, pero nos enamoramos de ese velerito y quisiéramos pasar una noche aquí.

   Pensé que no había cuchetas, las velas rasgadas, los ojos de buey con vidrios rotos.

   -No tengo inconveniente, se pueden quedar más de una noche. Yo lo encuentro abandonado, pero si ustedes quieren...

   Y quisieron. En una semana dejaron el velero como nuevo, lo pintaron, le pusieron los vidrios faltantes. Lo habitaron como algo propio. La chica me invadió la cocina:

   -Disculpá, pero tu nave no da para cocinar, en cambio acá tenés de todo, preparo la comida para los tres.

   A la semana siguiente me preguntaron:

   -¿No podemos usar algún dormitorio con camas?, nuestras columnas lo necesitan.

   Como tenía un dormitorio para mis Sobrinos, les dije que sí. 

   -Con lo que han trabajado se lo merecen.

   Siguieron los pedidos, usar mi baño, la sala de estar. Traían a sus amigos y hasta a sus Padres invitaron. Un día sentí que me ignoraban. Hasta recibía órdenes y yo, como un boludo, les hacía caso.

   Nunca tuve hijos, pero con estos dos entenados era más que suficiente. No eran mis hijos, lo comprobé un día que me rogaron si podía dormir afuera por un tiempo. 

   -Tenemos que hacer de cuenta que es nuestra casa, para ver si vale la pena que nos casemos.

   -Si ustedes se apropiaron de todas mis cosas, llamo a la Policía y les cuento que dos desconocidos, consumen marihuana, cocaína, heroína. Tengo vecinos solidarios que me saldrán de testigos. Les doy media hora para retirarse. 

   Me encerré en el dormitorio para que juntaran todas sus porquerías de drogones millennium.

   Cuando me asomé a la galería, ellos no estaban y tampoco el velero. Mirando hacia el horizonte del río, un velerito con velas nuevas se deslizaba manso, hasta que un ruido violento me sacó de aquel estado de gracia que da el silencio. Le habían agregado un motor fuera de borda.   

   

            

lunes, 12 de julio de 2021

PLATA EN MANO CULO EN TIERRA

   Este invierno tuvo frío. Él no tenía calefacción ni salamandra. Se calentaba con una sola hornalla de la cocina, para gastar lo menos posible. Pero este invierno fue distinto, no podía entrar en calor y andaba con dos piyamas superpuestos, guantes rotos, sobretodo y sombrero enjaretado.

   Le tentaba la caja de palo de rosa, regalos de su Madre cuando era chico.

  -¡Mamá!, esta caja está vacía.

   -Bueno, de eso se trata, andá ahorrando desde ahora y la ponés adentro. 

   Tomó la decisión de comprar una estufa eléctrica. Abrió su caja y retiró lo que había ahorrado durante toda su vida. Encontró un lugar conocido y se compró la estufa. Todo un fraude resultó. Era grande, del tamaño de un televisor, el frente era una placa roja. Le enseñaron en el negocio, cómo se manejaban los controles.

   -Si vive lejos se lo llevamos nosotros.

   -Sí, vivo lejos, pero quiero llevarla caminando.  

   Le gustaba caminar y portar semejante aparato bajo el brazo. Ni bien llegó a su casa, prendió la nueva estufa, pensando que por fin estaría calentito. No había caso, apenas entibiaba.

   Al día siguiente llegó al Negocio. Lo atendió el que se la vendió. 

   -Vea Sr, esta estufa tiene algo roto, se la cambiamos por otra, pero la va a tener que pagar de nuevo, en esta casa no aceptamos cambios.

   Le dieron otra estufa nueva, cuando se retiraba, un Custodio lo tomó del brazo y lo condujo a la Caja.

   -Acá le confecciono la boleta, a ver...a ver..., tiene que pagar las dos.

   -Pero, ¿si la compré ayer?, ustedes mismo reconocieron que estaba rota. ¿por qué la tengo que pagar de nuevo?

   -Señor, ya le expliqué, la Casa no admite devoluciones, por si no le quedó claro, el que rompe paga y se lleva una nueva. aunque es posible que deba pagar las tres estufas.

   -¿Cuál es la tercera?

   -La tercera es por las dudas.

   -Pero no tengo más plata.

   -Vea, acá tampoco se fía, como todo el mundo sabe: plata en mano, culo en tierra. 

   Ni bien llegó a su casa la prendió. ¡Daba calor a todo! Nadie lo hubiera dicho, se partió la pantalla en cuatro y por no tomar la distancia que corresponde, se sentó en la estufa y se quemó ahí, ( donde nos quemamos todos los que nos gusta sentarnos en la estufa.)

   Él, tomo la estufa y caminó hasta el negocio, la arrojó en la vidriera, la hizo añicos.

   Se sentó en una escalera del banco, con su caja de palo de rosa, abierto a su lado y decía:

   -¿No me daría una monedita por favor?

   Cuando se cansó volvió a su casa y mientras se untaba los glúteos con Cicatul, miraba la caja vacía. 

                

jueves, 8 de julio de 2021

UN CUENTO MÁS

 

   —Tengo que aprovechar cuando se baña, me meto en el placard para hablar con mis amigos o amigas. Te corto, ya terminó sus abluciones y ahora viene para decirme que la dejé sin agua caliente. Que agradezca que todavía no la dejé. Después te llamo. Porque me va a preguntar cualquier verdura, un beso, chau.

   Me pregunta:

   —¿Y si comemos una pizza?

   Todas las noches comemos pizza y no me permite usar ni plato ni cubiertos.

   —Después tengo que lavar la cocina, en cambio así, comemos sobre el cartón y nos quedamos tranquilos.

   Equivale a mirar películas y después hasta mañana. Yo dormí en el sillón de abajo, ella en el dormitorio de arriba. Era una muralla construida por los dos. Ninguno de los dos soportaba nuestros propios ronquidos. Cuando la conocí parecía una mujer tímida, obediente, considerada. Llegamos al ahora, donde me vuelve loco con sus brujerías. Cortó un mechón de mi pelo mientras estaba dormido, lo ató con una cinta negra y luego lo puso bajo mi retrato.

   Tenía ganas de divorciarme, pero no sabía cómo hacer, ni cuándo decirle, ni cómo. Me encontré con su hermana, donde habíamos convenido, le conté todo con pelos y señales.

   —Ponela en su lugar, tratá que no te joda, amenazala, ignorala y después venís a mi casa. Lo importante es que no pase nada entre nosotros, aunque…si pasa, pasó.

   Se refería al primer día que hicimos el amor, nos fue tan bien que nos dio miedo. No sé cómo mi mujer se enteró, me pone hormigas en la cama, nunca más se lavó los dientes. Lo voy a consultar con mi Jefe:

   —¿Qué hago?, me divorcio o no me divorcio.

miércoles, 7 de julio de 2021

METICHE

 

   Siempre decía cosas imprudentes de los presentes.                                               

   —Ramón, vos sos un buen tipo, recuerdo cuando me regalaste tu bicicleta vieja porque a vos te compraron una nueva. La vieja era desvencijada y nunca se pusieron de acuerdo las ruedas con la cadena. ¿Sabés cuánto gastó mi Viejo para repararla?, lo mismo que costó la tuya nueva. Me la quisiste cambiar, ¿te acordás? Yo te dije que no y vos te fuiste—dijo Marcelo, el dueño de casa, donde transcurría esta reunión improvisada—qué gordo mentiroso y aburrido, no es cierto lo que contaste, tenés el cerebro de una hormiga. Son insectos que trabajan, no como vos, que lo único que hacés es recorrer nuestras casas. Y cuando no estás con nosotros, ¿con quién estás?

   —Visito otras casas y adoran escucharme.

   —Disculpen la intervención pero apoyo lo que dijo Ramón, es mendaz, agregaría un ser casi prescindible.

   —Pensar que  en otras casas hablo, me aplauden y piden más whisky.

   —Pero vos, ¿cuántos años tenés?

   Contestó muy orondo:

   —Tengo ochenta, pero parece mucho menos, yo diría que tengo veinticinco, el día que cumplí veinticinco, me detuve ahí. Estoy algo deteriorado, pero siempre a fin de enseñarles lo que fuera. Son todos bastantes ignorantes por cierto. Disculpen mi aburrimiento, como intuyo que me detestan, voy a visitar una casa, donde son todas mujeres, me idolatran. Una vez me transformaron en una torta de casamiento. En algún momento debía salir de la torta cubierto de crema en las partes pudendas. Era una despedida de soltera, todas se abalanzaron sobre la crema y pasaban la lengua hasta que se dieron cuenta que estaba desnudo. Se peleaban por seguir con la lengua y claro, con mi cuerpo romano perfecto, la avidez fue tanta que me comieron el prepucio. Por suerte había una Médica que dijo que lo mejor que podían hacerme era chuparme…à tout à l´heure!

   Lo último que salió de él fue su sombrero.

   Cuando se retiró rieron a carcajadas. Pasó una semana, se rieron hasta que llegó el hombre de crema y todos se pusieron serios.

martes, 6 de julio de 2021

ORÁCULOS TERRENOS

 

   —Y me dijeron que sí, tenía tiempo de despedirme de mis personas más queridas, pero separadas.

   Me daban inyecciones de morfina para poder soportar el dolor del cáncer. Me dieron siete días, diez como mucho, lamentablemente no pudieron hacer nada. La primera despedida fue a mi Madre, nos dimos un abrazo encerrado, pero nadie lloró.

   Mi hermano fue la otra visita, ni bien me vio dijo:

   —No, por favor, no te mueras, sos mi único socio y si vos te morís, el que va a ir en cana voy a ser yo.

   Después vino Coco:

   —Añares, pichón ¿cómo podés andar así?

   Al siguiente día le tocó a mi Padre:

   —No sabés cómo lo siento, tan joven.

   Me daba por muerto el desgraciado, ¿será mi Padre, después de todo?

   Por la mañana temprano llegó Vito, se sentó en la cama sin decir una palabra. Siguió sin decir palabra alguna y se fue sin decir nada.

   Ruque, mi sobrina preferida:

   —Gracias, Tío, qué suerte que te vas. Alcanzá a llegar a tu testamento y me ponés como única heredera de todas tus propiedades. Chuik.

   El séptimo día me otorgaron el beneficio de morirme. No iba a sentir ningún dolor, triple inyección de morfina y tocaría el cielo con mis manos, mis brazos, mi panza, o sea todo yo. No está tan mal.

lunes, 5 de julio de 2021

CUANDO NO HAY RUTA

 

   Pobre Tía Nela, un alzhéimer galopante me confundió con la Señora que limpia y con una linterna me mostraba dónde había pelusa.

    —Mire Raimunda, los escalones para usted no existen, la próxima vez que me encuentre con alguna sorpresa, la voy a tener que echar. Mire la cara que tiene, no la quiero en esta casa.

   —Y me empujaba a mí, que soy su Sobrina, hasta que salí a la calle, con un “No venga más, por ahora, si la necesito la llamo”. Sugiero que la próxima vez vayas vos a visitarla.

   —¿A quién tengo que ver?

   —A la Tía Nela.

   —¿Y quién es la Tía Nela?

   —Es nuestra Tía y deberías estar agradecida, nos regaló su casa.

   —¿Qué casa nos regaló quién?

   —Ahora que me preguntás me olvidé de lo que estábamos hablando. Alcanzame eso.

   —Qués es “eso”?

   —Eso, eso, eso. Qué va a ser eso, dale, traelo.

   Y cuando lo trajo, la hermana no se acordaba qué le había pedido.

   —Últimamente me olvido de todo, así fue como me robaron la cartera. Compré algunas cosas, llevé las compras al auto. Corrí al negocio y pregunté si alguien había visto mi cartera negra. Y no la habían visto. Me dio tanta bronca que dejé el auto cerrado, con las compras adentro.

   —¡Me acordé! Es la primera vez en siglos que me acuerdo de algo. Tu cartera la dejaste colgando del perchero.

   —Bueno, gracias, es un alivio, ¿y el auto?

   —Ah, no sé, si no te acordás vos. Es más, ni siquiera sabía que teníamos auto.

   —Un día nos vamos a dejar el gas prendido, no quiero ni pensar.

   —Tengo una idea, ¿y si nos vamos a vivir con la famosa Tía Nela?

   —Y sí, porque si yo he perdido la memoria, vos también, la Tía Nela que no recuerdo ni quién es, nos va a recibir encantada.

   Abrió la puerta:

   —¿Ustedes quiénes son?

   —Somos tus Sobrinas y vinimos a vivir con vos.

   —Hay un pequeño detalle, yo no tengo Sobrinas.

   Cerró la puerta con triple llave.

   Pensé que algo tendríamos que hacer, nos salió redondo, volver a nuestra casa.

   Estaba incendiada totalmente, pasamos por delante sin darnos cuenta, las dos habíamos olvidado la dirección de dónde vivíamos.

domingo, 4 de julio de 2021

ASUMIR

  

   Edna y Vera eran idénticas, vecinas y amigas. De sus almas, mejor no hablar.

   Vera había perdido a su Padre en una contienda confusa, la culpa fue de la Madre de Edna, acusada de homicidio culposo con premeditación y alevosía. Le había clavado un cuchillo en el corazón. Era una mujer inocente. Aceptó salir culpable para que fuera inocente su hija Edna.

   Los cuatro Padres se reunían los fines de semana. Todo puro jarai ja ja. Eran alegrías fingidas, Vera se dio cuenta de inmediato por sus miradas permanentes por roces y sonrisas premeditadas.

   Su Madre parecía ser amante del Padre de Edna. Prefirieron no opinar ninguna de las dos. Ese tema a ellas no las involucraba. Siguieron yendo al Cine, conocieron lugares desconocidos que les hicieron saber que Buenos Aires era mucho más que eso. Había chicos que las seguían. Ellas ni los miraban.

   —Mejor olvidar que existen las parejas, ¿no?

   —Psi.

   Debajo de una historia siempre hay otra escondida y otra y a lo mejor otra.

   —¿Esta noche me podés acompañar? Es un tema delicado.

   Vera estaba muy intrigada por ese llamado. Edna dirigía, nunca preguntaba, Vera obedecía. Se encontraron en un boliche oscuro con olor a viejo, café quemado y en ese contexto le contó todo: siempre le había gustado el Padre de Vera, lo persiguió hasta  gastarlo. Él le huía y le daba odio, porque a él también se le notaba.

   —Un finde que vos te fuiste con tu Madre a la costa, me quedaban sábado y domingo para comerle la boca. Entré sin llamar y él estaba en la cocina, encontró lo que buscaba, como hacen en las películas fue en la misma cocina. Me dolían las vértebras, hacerlo con el filo de la mesa en la espalda. Se puso pesado, me dio con todo. Hasta me ató las manos. Lo hice sin darme cuenta, tomé la cuchilla grande y se la ensarté en la panza. Le conté a mi Vieja, fue el domingo a la noche, llegó volando. Sin hablar, quitó la cuchilla y la lavó con mucha minucia: “Ahora pasale estos trapos a todos los lugares donde hayas dejado tus huellas.” Me hizo jurar que no diría nada. Ella quiso pasar como asesina. Y yo la dejé. No sabés cómo me arrepiento por mi cobardía. Decime algo, Vera, por favor, ¿qué hago?

   —Te podés presentar y decir la verdad. Además, qué hija de puta que sos, mataste a mi viejo y me lo decís como si hubieras ido a comprar frutillas. Y para que sepas, yo me cojo a tu viejo, como debe ser, con amor y en silencio.