Se reunían las cuatro, Yesterday, Tola,
Karen y Mica. Una vez por semana desfilaban como Modelos en el interior de una
Iglesia abandonada. Hicieron una pasarela y rescataron sillas de la Iglesia.
Tres confesionarios los usaban como vestidores. El púlpito era el lugar donde Karen
las presentaba.
Diseñaban su propia ropa y competían entre
ellas. Se querían, se odiaban y se necesitaban. Le llamaban “Ropa de Diseño”.
Yesterday apareció con un raro vestido negro.
─¿Viste lo que se puso? Nunca vi un atuendo
así, bien diferente a los demás, descarado, con un escote por detrás que le
llegaba hasta debajo de la espalda y una cola que flameaba, de seda pura.
─¿Quién te hizo ese vestido?, porque vos no
fuiste, se nota.
Yesterday respondió:
─Es un diseño propio de Madame Bovary y me
lo regaló.
─Cuando éramos ricas no nos importaba cómo
vestíamos, nos consideraban personas distinguidas. Ahora que somos pobres no me
molesta, es como hacer de cuenta que seguimos siendo personas nobles de corazón.
Desde el púlpito, Karen nombró a la
ganadora, que fue Yesterday, como siempre.
A Pancho Elotro le intrigó cuando se enteró
de la existencia de cuatro mujeres y asistió a uno de los Desfiles. Las
contrató como Modelos “Top”, pero con un salario ínfimo, ya que estaban
acostumbradas a la pobreza.
Con tal de ser famosas, lo aceptaron. El
primer desfile fue en la misma Iglesia, para los cambios de look, usaban la Sacristía.
Las nuevas Modelos discutían sus espacios. Llegaron a pelearse con cachetadas y
arañazos, por prendas melifluas como los calzones. Las puso en caja Llanurita Ardejuan,
por orden de Pancho Elotro.
Era la encargada del vestuario, los peinados
y el make-up de cada una. Repartieron su odio en la primera pasada. Yesterday las
empujaba hasta hacer caer de la pasarela, a todas sus ex-amigas.
Cayeron sobre el público presente. La gente aplaudía pensando
que estaba todo preparado para que reinaran nuevas formas de Desfiles. Como la
competencia las separaba, comenzaron a revolcarse con los espectadores y
molerlos a puntapiés, insultarlos y arrancarles collares y billeteras.
La Prensa, fue dispuesta a tomarles fotos.
Salieron en primera plana todas las personas
acumuladas, parecían un montículo agotado. Pancho Elotro se dirigió a la punta
de la montaña y sacaron una foto que también se publicó en todos los diarios.
Las ex amigas festejaron “El Día del Enemigo”,
asesinando a Pancho Elotro con diez cuchillos de cocina en la espalda y un tiro
de gracia, dado por Yesterday.

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