jueves, 30 de abril de 2020

PARA VENTILAR


   Las puertas estaban abiertas y seis fueron los que entraron y me violaron. Me acordé del Marqués y siguiendo sus instrucciones me relajé y gocé. Todos eran mis alumnos, llamé a la Policía y vinieron enseguida.
   —¿Y Usted cómo respondió?
   —Le arranqué los ojos al más lindo y andan rodando por ahí, mire, mire Sargento, esos ojos los están mandando a que se vayan.
   Era mi mejor Alumno. Me llama a cada rato para que le devuelva aunque sea uno. Y no se lo voy a dar. Ése seguro que vuelve. Fue el único que no me abusó, yo lo espero. ¿Se acordará mi dirección? Paso estos días soñando que me lo hace.
   Por fin vino y no me hizo nada, pidió que le devolviera sus ojos. Quería ver, la ceguera lo estaba matando. Se sentó en el living y hablamos del Nacional, del día que se recibieron, de aquel abrazo que le di y él no se podía separar.
   Yo a éste, le voy a devolver sus ojos, a cambio que deje que lo abuse. Me contestó: —Haga de mi cuerpo lo que quiera, no veo nada, le puedo errar. 
-Me contaron los otros cinco: “No sabés lo que te perdiste, fue una verdadera orgía, esa vieja hace de todo”-.
   El domingo por la tarde vino a buscarme la Policía, pedí un Abogado. —Señora, usted está acusada de abuso de menores, le recomiendo que se declare culpable, fueron ciento cincuenta en total.
   Le respondí que fueron seis, de los otros ciento cuarenta y cuatro, la verdad, no lo recuerdo.

miércoles, 29 de abril de 2020

HACELO POR TODOS


   Dios mío, tenés que ayudar aunque hayas muerto, pero después resucitaste. Miraste, nos miraste y pensabas que no tenías ganas de trabajar, eso no es nuevo, Decile algo a Thelma, que no llore todos los días. Después vino Torcuato, te lo pidió de buenas maneras: “Dios, pedile a los Gobernantes, que paren de gobernar y se atengan a no salir a la calle. Prohibiles el uso del Classroom. No necesitamos. No nos abandones, que estamos hechos a tu imagen y semejanza”.
   Eguía te mira con desconfianza, te vio recorrer con los ojos cerrados, Agustina y Salomón caminan por un túnel que cruza todos los pueblos y oh sorpresa, te encontraron levitando, mientras bostezabas. Agustina le decía: —Salomón, vos que sos judío, también pedile que haga algo, a tu Dios todavía lo estás esperando y no va a llegar, los Aeropuertos están cerrados.
   No está en mis horizontes, tener que rogar. Los hombres fabrican armas, producen guerras, torturan y todo lo contaminan.
   Me quedan cuatro renglones, escucho el miedo callado, la miga que no se reparte. Pero nos une el horror. Vos llevaste una corona de espinas, no nos devuelvas con otra Corona, nadie merece esta realidad.  

martes, 28 de abril de 2020

BOLUDA TOTAL


   Si está con sus hijos y Marido, se encierra en su pieza, con siete cerraduras, su Marido duerme, duerma tranquila. Los niños deben estar jugando a romper cosas, arrancan el empapelado. Son felices.
                    
   Si le toca su ex, de compañero, no lo toque, puede arrepentirse de lo que viene y él se queda con la tenencia, yo no se lo aconsejo, volvamos al principio.

   Cuando es sola, con su propio Marido, nota que es amable, generoso y la convida con whisky. Acepte, verá que su propia alegría renace con ser él tan galante.

   No lleve nada al Lavadero, pueden poner virus con sano. Como usted no está, se lo pueden entregar en mano y cobrarle el virus. Además los Lavaderos están cerrados. Acumule todo en un canasto.

   Tiene que dejar a la Abuela sola, que está más cerca del laúd, que de la batería, se muere en cualquier momento. Antes de salir abra todas los gases de la casa. Vuelva a las dos horas y su Abuela ha fallecido. Usted puede dejar de recordar la hora de las pastillitas, el tubo de oxígeno, ponerle el respirador. Luego salga corriendo. Mire desde lejos la casa, que arde antes de la última explosión. Hay un Bombero que la mira con amor, usted haga lo mismo.

   En éste involucro al hombre, que después de todo es un ser humano. Usted o vos, como quieras, en eso no va el respeto, estás solo, tu familia se confinó en Mar De Las Pampas. Es Cuarentena, tenés una mesa, un sillón giratorio y un continente de libros y papeles. Terminá tu obra con tranquilidad, recordá que de los hombres apurados, no hay historia. Si sentís desasosiego, empezá el libro por el final. Para el lector, serás un ídolo, en general prefieren el libro chico, pero si vos lo tenés grande, les da igual. Leen “Fin” y tiran el libro por la ventana.

   Éste es para mí. Vivo con un tipo encantador, a pesar de su mal olor. Hizo una promesa, hasta que no termine la peste, no se piensa bañar. Tengo un serrucho a mano y él tiene otro. Nuestras manos están embaladas, para evitar que nos matemos.

   Si te enterás que se terminó (seguí usando barbijo, alcohol gel y guantes quirúrgicos) Acordate que los Diarios mienten y esto vino para quedarse. Dios, cuando se enteró, rajó a no hacer nada, en otro Planeta.

lunes, 27 de abril de 2020

EL QUE SE VA REGRESA


   Cecilia, Ceci, Ce. El lenguaje se reduce, su amiga demandante la trataba como si fuera alguien de su propiedad.
   —Ce, ¿me podés alcanzar la…la…la…? Eso que está ahí, no sé dónde pero está.
   Ce tenía que saber y si no lo encontraba, su amiga se enojaba.
   —La bata colorada, tonta, estás sentada sobre ella.
   Se encontraba desnuda, cuando entró al dormitorio, salía el hermano de Ce a medio vestir. Tres años que se odiaban, como Ce lo odiaba o peor. Se acostaban y disfrutaban ante ella y pretendían que los mirara mientras lo hacían.
   —¿Y vos por qué estás aquí?
  —Sos una pervertida, tapate la cara.
   Todo esto lo decía el hermano que la llamaba a participar. Ce no quería, pero sin ropa le habría gustado.
   —Ce, no te hagas la cabeza, vení, te dejo un lugar en el medio, acá está calentito, te enseñamos lo que sepamos, no es nada malo, vamos a revolcarnos.
   A Ce la excitaba y terminaba con ellos. Filmaban todo, estudiaban Cine los dos y se reían de sus orgasmos tan rápidos, cuando para ellos eran los prolegómenos.
   Se fueron juntos. —Por favor, enfermera, déjeme pasar, quiero hablar con el Médico, dígale que soy el caso Ceci.
   Le abrió las puertas de su jaula. —Entrá y descansá un rato, tenemos más trabajos para vos, después de esta inyección, viene tu primo y dos amigos.
   Ceci se dejó, el primo le cedió el primer turno a sus amigos. Era para un experimento, el Médico filmaba y anotaba. De a ratos, le guiñaba un ojo.

domingo, 26 de abril de 2020

FALTA


 Los nueve hermanos respondían a una planificación familiar ortodoxa. No debía salir nadie de la casa minúscula. Los Padres exigían un encierro permanente. No arriesgarlos a ninguna contaminación. La Madre confeccionó dos docenas de barbijos, para usar dentro de la casa. El Padre convino que hablaran lo imprescindible, la microgota de flush, ajena, no podía depositarse en ningún lugar del cuerpo.
    Los Padres cocinaban  lo que el freezer les permitió la mitad de la cuarentena. Después enseñaron a sus hijos que hubo yogis que permanecieron siete años sin abrir la boca para comer, ni tomar agua. Había que construir una ermita, ubicarse en postura de yoga sentado y así lograban pensar sereno, para detener la memoria de la ingesta.
   Hijos y Padres quedaron en stand by. Uno salió de la meditación y los otros lo siguieron, menos el Padre y la Madre.
   Estaban encerrados como en una caja de caudales, tanta puerta cerrada, tanta ventana sin luz. Uno dijo: —Tengo hambre.
   Y los demás lo siguieron, no había otro rumbo. Se abalanzaron sobre los Padres, que se hallaban en estado de gracia. Acordaron que no los molestarían. Empezaron por el brazo del Padre, masticando con deleite, sin descuartizar. —Lo que acabamos de hacer es que somos parricidas y está prohibido por Ley.
   Llamaron a la Policía. Era demasiada carga haberse comido a los Padres. Cuando los jóvenes abrieron la puerta, estaba el esqueleto de la mano del Padre, con el dedito acusador acusando y el esqueleto de la mano de la Madre, haciendo fuck you.
   No pudieron encontrar los otros huesos ni al hermano menor.

sábado, 25 de abril de 2020

CUARENTENA MUSICAL


   Dos pianos enfrentados. Dos hermanas tocando las mismas piezas, aunque fueran cientos eran de una repitencia saturada. Las hermanas fueron bellas y armoniosas, pasaron por tanta vida desgraciada. Tuvieron, cada una, la cara que no se merecían. Enseñaban, tenían alumnos. Entraban al conservatorio y eran escuchados con atención, por sus modos de tocar y sus silencios perfectos. Las hermanas les pidieron que no invocaran sus nombres, ellos no preguntaron las razones, por respeto y por músicos. Seres que miran sobre las cabezas de todos, algún horizonte imaginado.
   Durante la cuarentena, las hermanas quedaron sin alumnos, se dedicaban a componer, no les costó nada, conocían el abecedario de los sonidos. Había piezas que combinaban a Satie con Dave Brubeck y algún rock virulento con un Papo y un Vinicius. Todas eran un homenaje a la vida, a las ganas, a seguir todas las teclas y hamacar las circunstancias. Los habitantes del edificio les pidieron que tocaran cualquier día, desaparecieron los días ordenados, es igual el lunes que el domingo. Los enormes ventanales daban a un jardín con árboles, helechos, frutos, flores que cuidaba el Jardinero.
   Los oyentes se miraban de ventanal a ventanal, con ropa de gala. De pronto en la terraza irrumpieron las trompetas. Un joven con smoking sobre remera, subió las escaleras. Las hermanas lo conocían, alguna vez les invadía el pensamiento situaciones amorosas. El joven era parecido a un Chopin resucitado, observó la puerta que se abría y las dos hermanas rondando en derredor del joven asombrado. Una le hizo una caricia, la otra le besó las manos. Las hermanas se enfrentaron como toros embravecidos, una le desgarró el vestido, la otra casi la ahorca con su collar de perlas. Se arrancaron los cuellos bordados y fue tan fuerte aquella guerra, que el joven tirado en el piso, les dijo: —Yo puedo estar con las dos, no juntas, sino un día atender a una y al siguiente a la otra. Tienen cara de no conocer los secretos de la pasión, yo se los voy a develar, verán que sus cuerpos se transformarán en teclados donde mis manos recorrerán con algún otro instrumento, sinfonías tibias o a lo mejor calientes.

viernes, 24 de abril de 2020

UN JUEGO


   Había una pareja que por aburrimiento, encubicularon con tanto entusiasmo como antes. Quedaron abotonados. Tuvieron hambre y así como estaban, cocinaron empanadas.
   Él la agarró contra la pared, como hacen en las películas, que tienen una cama al lado, pero prefieren de pie.
   —Sos un vivo, las empanadas tienen el repulgue de mis tetas.
   —Me hiciste acordar, esas tetas te las compré yo, si las quiero amasar o hacer de cuenta que estoy con mi chupete, es mi derecho.
   —Nos estamos enroscando, gracias a tu manía por el 69 y allí llegamos.
   Así abotonados seguimos en esa postura tan oportuna. Cuando sonó la sirena a las 18 hs, uno se sintió amenazado. Él se reblandeció, usamos el viejo truco de la franela y la oralidad, a mí me dejó la mandíbula agotada y él empezó a toser, le quedó la lengua llena de pelos.
   Dijo indignado: —Estos hijos de puta no te dejan ni cojer.

jueves, 23 de abril de 2020

DULCECITO


   —Má, ¿por qué no puedo visitar al Abuelo?
   —Por las mismas razones que estamos encerrados, es como una guerra y no le encuentran la solución.
   —La Srta nos contó una vez, la Guerra de los Cien Años, ¿con esto qué pasa, durará cien días y dicen que se prolongaría?, ¿podría llegar a cien años?
   Y si es así, como él premoniza, ni él ni yo vamos a estar.
   —¿Por qué se te puso cara de vieja? Antes me preguntaban si vos eras mi hermana. Ahora, si pudiera hablar con alguien, dirían que sos mi Abuela. Má, ¿por qué llorás? A mí me encantaría tener una Abuela como vos.
   —Mirá las cosas que imaginás, sos un pendejo de mierda. Encima que invento juegos, que no tengo ganas de jugar, qué hijito tan ingrato.
   —Má, bajá un cambio, cómo me vas a decir que soy un pendejo de mierda. Te equivocaste. ¡Ja! Soy un niño chico y encantador. Ahora, si en estos días me vas a decir malas palabras, yo tengo un montón para contestarte, las aprendí de Pá. Antes de tomarse el buque, te insultaba. Algunas de las malas palabras, no sé qué quieren decir. Pero vos, que sos casi como mi Abuela, me podés enseñar. Tenemos tantos días por delante, podemos jugar a que nos odiamos y tirarnos con almohadones, corchos, alguna tacita rajada. Estos ejemplos los practicaba Pá con vos. Má, no me llores, dame un abrazo y crucemos a la plaza, sin bozal, de la mano, total que se vayan todos a la mierda. Les podemos agregar: “¡Inútiles!”, como nos decía la Srta a nosotros.

miércoles, 22 de abril de 2020

SI SOY ASÍ, QUÉ VOY A HACER


   Estúpida como ésta nunca conocí. Fuimos a la playa, la pasé a buscar, estaba desnuda. Mientras caminábamos me contó que se había comprado una malla hoy a la mañana, pero cuando la quiso pagar, no le aceptaron la tarjeta.
   Busqué un médano escondido. Comenzaron a pasar tipos todo el tiempo y la saludaban: —¿Cómo va, Rosita?, nos tenemos que ver, así como estás, estás bien.
   Después otro: —No me puedo olvidar las cosas que me hiciste ayer, en cuanto termines, llamá.
   ¿No me di cuenta que la mina era un yiro? Y así nos metimos en el mar. Preguntaba: —¿No me podés atar los breteles? ¡Uy!, me parece que aquella ola se llevó mi parte de abajo. ¿No me la podrás ir a buscar?
   Nadé con el mar tirando para adentro. Busqué todo lo que pude, comencé a nadar oblicuo, sé que la geometría del espacio es como la del mar. Usé mis conocimientos en busca de aquel pedazo de nada, lo di por desaparecido y volví a la playa.
   Busqué mis bermudas y no los encontré, me los robó aquella mina, junto con mi billetera, la llave del auto, el auto que no estaba estacionado donde lo dejé. Me sentí tan boludo, pero tan, tan, boludo, que al final me convencí. Soy un boludo.

martes, 21 de abril de 2020

DISPARATES DEL ENCIERRO


   —hay tantas cosas para decir que mejor no decir nada.
   —¿Por qué lo vamos a ocultar? Vivamos con eso y pongámosle onda, de paso nos reímos, podemos armar la carpa en el fondo y escuchar al Vecino de atrás, que toca como Paco De Lucía.
   —Yo no tengo la imaginación de ustedes, mis salidas son al Super, a la verdu, escribir en mi cuaderno, intento arrancar de la birome una poesía y me salen cosas que no sé…
"Me trajo un reloj lujoso
lo rechacé.
Un pañuelo turco,
lo rechacé.
Detrás de él apareció
un Jardinero embarrado,
con una flor en la mano
para mí, la acepté
con distancia de día,
de noche, no sé"
   —¿Ves que es una gadorcha? 
   Hace dos noches, a las cuatro de la mañana, le doy una vuelta a la placita, tengo las piernas oxidadas. A esa hora duermen todos.
   Con las ventanas hermetizadas.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                             

lunes, 20 de abril de 2020

POCOS PEROS


   —No veo mi parca, somos cuatro en dos habitaciones, pero los faltantes son tan frecuentes, que empezamos a desconfiar entre nosotros. Toda nuestra carrera juntos, pero alguno ya va a desertar.
   Se quejaba de las cosas que dejó aquí y estaba seguro que alguno de nosotros se las birlaba.
   —¿Pero te fijaste bien en tu placard? Debajo de tu cama encontré dos calzones de encaje rojo, hilo dental atrás y un corpiño con puntillas negras. Deduzco que traen minas cuando no estamos, habíamos convenido que en nuestro lugar, minas no.
   —Sos un hipócrita. ¡Mirá lo que tenés puesto!, mi parca, a partir de ahora sos un sospechoso y por favor, te lo pido, poné esa ropa de putita en la bolsa de basura.
   —¿Pero si la mina me los reclama? Por las dudas los meto en el lavarropas.
   —¡Ni se te ocurra, mirá si tiene ladillas!
   —¿Sabés que nuestros dos compañeros se rascan todo el tiempo?, delante de cualquiera.
   —Bueno, loco, nos ponemos a estudiar, leo yo.
   Aguanté dos temas y no di más, me rasqué a cuatro manos, bajamos a comprar comida y advierto que se pone lejos de mí.
   —Perdoná, me pongo lejos por las dudas, escuché que te rascabas todo el tiempo.
   —Pero ahora me molestan los huevos, no sé, tal vez de estar tanto tiempo sentados.
   El otro, desde su fuero externo, le preguntó: 
—¿Pica?    

domingo, 19 de abril de 2020

GOY


   Era extremadamente puntual, pero ese día me imagino que si no pudo, habrá sido por razones de fuerza mayor. Sin embargo, me extraña que no haya mandado ningún mensaje, pero su Mami, una Idishe Mame, de libro, lo amenazó con matarse si me seguía visitando, porque yo soy goy. Es capaz de haberle tirado su celular en el inodoro, pero con lo que cuestan, seguro que lo pensó.
   Él, a veces, trae puestos los mandatos de su Madre: “Cubrite un poco, si te voy a presentar, aunque sea eso, una mujer sin escote y recatada”. A mí no me gusta que me manden, pero él me gusta mucho, le haré caso. Miré el espejo y quité el maquillaje, me puse un pañuelo rojo. Pensé que era algo llamativo, pero a sus costumbres, seguro que les gusto, no me importa, mientras sienta esas cosas que él me dice.
   Pero que sea ante sus Padres, así escuchan a su hijo y los convence. Me llamó para que fuéramos juntos. ¡Pero cómo son los moishes! Cuando me vieron nos cerraron la puerta en la cara, y echaron llave.

sábado, 18 de abril de 2020

DIÁLOGO BREVE


   —¿Cuánto tiempo durará? ¿Vos qué pensás?
   —Te digo lo que pienso, pero ni se te ocurra venir de visita, que con dos tengo bastante.
   —¿Quiénes son, yo no los conozco?
   —Uno es mi Marido, que estamos divorciados y el otro es mi nuevo Novio. Ninguno quiere salir de casa, a mi Ex le dio por los celos y a mi Novio también, por eso no se van y por el aislamiento obligatorio, que los dejó varados acá.
   —Nunca me presentaste a tu Ex Marido y de tu nuevo Novio no sabía nada.
   —No te hagas la boluda, que vos cojiste con los dos.
   —¿Y vos cómo sabés? ¿Quién te dijo? ¿Por qué me difamaron?
   —La convivencia se hace infinita y al final nos contamos todo, ellos tomaron unas selfies, donde en una lo estás haciendo con uno, en otra con el otro y en la última con los dos.

viernes, 17 de abril de 2020

CABLES


   —Hola!, Rosita, por favor, no me hables se descubrió que el virus se transmite por el cable del teléfono y se contagia más rápido por internet. Tirá el celular o apagalo, pero no lo atiendas, los contagios son inminentes.
   —La pobre Beba, que vive sola, saluda por celular a sus veinticinco amigos. Después de comer abre internet, donde tiene doscientos sesenta amigos incondicionales y por la noche se hace el bocho con las citas programadas a las cuales después no asiste.
   —Rosita y me lo decís así? Vos sabés que mi vida de contacto con el mundo es la pura tecnología. Mi vida sexual era las películas porno de algún cable. Vos sabés bien que tengo mis órganos genitales suturados, pero era lindo recordar los novios de aquellos tiempos y mandarles fotos, de cuando una era adolescente y engañarlos con que una está tal cual.
   Beba se tiró en la cama a llorar y a decir a cada rato: ¡Pobrecita yo! ¡Pobrecita yo! Ahora no soy nadie, esto significa morir. Aunque se pueda salir a la calle, moriría de vergüenza por el aspecto que tengo, renga, con muletas y 85 años diciéndome al oído que me queda poco tiempo, ni sé para qué lo tengo, si sufro de agorafobia, ataques de pánico y catatónica en cualquier lugar.
   La voy a llamar a Nela para avisarle. ¡¡No!!, si le hablo me puede contagiar, ella que vive soñando que se va a casar, en su próxima cita concertada por internet, con un primo de Onassis.

jueves, 16 de abril de 2020

MI CHAPLIN PREFERIDO ME SALVÓ


   —Me obligaste, casi, a estudiar Derecho y lo que más hubiera querido era ser Dibujante. Los Abogados, el Abuelo no, el Bisabuelo tampoco, fueron un ejemplo. Por algo, al Dr Mendoza lo llaman Ave Negra, porque se alimentan de la osamenta, es lo único todavía no le comieron, al cliente desplumado con rapidez.
   —No, Mijita, estás equivocada. El que defiende lo que dice la Ley, es hombre justo y honrado, no tiene plumas negras, porque roza el vuelo de una paloma. Me avergüenza hacer ostentación de mi persona, pero yo soy así, por eso en casa entran más expedientes que dinero.
   Da pena su cara de hombre bueno. —Me anoté en Bellas Artes y saqué las mejores notas en el ingreso.
   —Me complicás, ¿cómo le digo a tu Madre?
   Yo le tendría que contestar igual que cuando le informaste que tenías relaciones sexuales con tu Secretaria, porque Mamá se negaba siempre.
   —Papi, aprovechá a decirle que estoy embarazada y me voy a vivir con una compañera.
   —Después no sé, Papá te necesito, teneme la mano. La Partera opina que mi parto será normal, normal le dice la bestia. Papá qué suerte que viniste, dame la mano así me siento protegida.
   En cuatro pujos salió el bebé.
   —Gracias, Papá, acercá tu oído que casi no puedo hablar.
   Dijo la Partera: —Sra, su Padre no estuvo nunca y su mano la soporté yo.
   Cómo son las personas. Todos me rodean de pie y yo acá, en este cajón, con mi mejor traje de Rhoders, el perfume de Brighton, la corbata de seda. La burra de mi Mujer, no sabe que en el encierro, las polillas se van a comer mi ropa. Mi Suegra mira satisfecha, mi pobreza siempre le dio náuseas.
   Fueron hasta mis Vecinos, para tomarse un cafecito y hablar de cualquier cosa, hasta llegar a las risotadas. Eso pasa por vivir en un barrio grasa. Vino el Padre Rozas, que en los sermones se basaba en la realidad y se indignaba con los políticos. Siempre le tuve afecto. Escuché la famosa voz interna: —Tendrás una estrella en el Cielo, podrás ver a tu Hija. Seguirá su vida libertina, la podrás ayudar. Ella misma te llamará. Igual con tu visión privilegiada, podrás enterarte antes que ella. Tu hija querrá que la acompañes a la plaza, para ver a tu Nietito. Le podrás preguntar cualquier cosa del Niño. Tu Hija te va a contestar y seguro, hablando sola, nadie más te va a ver.
   —Sra, tal vez esté distraída, pero charla sola, van a pensar que está loca.
   —Que piensen lo que quieran, yo estoy con mi Papá, que será mío para siempre.

miércoles, 15 de abril de 2020

MISTAKE


   Se me fue el autito y miro desde aquí, abajo del sillón, la pared de enfrente. Al medio está la foto de casamiento. Él la lleva del brazo y en los costados hay dos luces “que lo realzan”, dice Mami.
   —Entonces, ¿por qué no tengo un lugar en la pared, o acaso ustedes tienen coronita y yo no pertenezco a la pared?
   —Tenés razón, te saco la foto en tres segundos y la mando fotocopiar. Acá tengo un marco de ángeles de yeso. Olvidé lo que sucede, para hacer una fotocopia tengo que esperar más de cuarenta días, ¿conseguir una vidriería?, están todas cerradas. Encontrar paspartú, para el fondo, las librerías también estarán cerradas. Todo está cerrado, menos la boca de mi Marido que no deja de comer.
   —Mami, no te compliques, aquí tengo una foto reciente. Es de antes que empezara este kilombo. Estoy muy lindo y muy joven, pegado en una cartulina y el marco de ángeles lo completa. El orgullo de la familia, que soy yo, al lado de ustedes, según tengo entendido, si me ponen buenas grampas no me sacan de la pared.
   Mi Papi no me puede ver ni en foto, un día lo escuché: —Y si no es mi hijo, ¿por qué lo tengo que querer?, ni sabés de quién es, por ahí fue un corona que le transmitió el virus.
   Mi Mami lloraba, porque era peor, sí sabía quién era mi Papi, ¡uy!, era Abu, que se equivocó de pieza y no llevaba forro. Yo le voy a sugerir a Mami, un retrato con mi Papi Abu, para poner en la pared.

martes, 14 de abril de 2020

LA VITTORIA E NOSTRA


   —Srta Lívida, ¿usted se preguntó por qué sus cuentos los dedica casi exclusivamente al sexo?
   —Dr Bisel, le voy a tener que contestar gritando, si usted dijo que le hablara a seis metros de distancia…
   —No se haga problema, no se escucha nada, se fueron todos de vacaciones y no los dejan volver.
   —Dr Bisel, vengo para que me ayude, no puedo salir del tema, estar en mi casa, encerrada, escribiendo. !! Quiero cojer!!, con cualquiera, con un cartonero, con un pordiosero, con el portero, que si no es push up, tiene un bulto, estoy segura que sirve. Pero todos están en cuarentena. Hoy vi en el bosque de enfrente, dos que se revolcaban, casi cruzo y me meto en el medio. Pero yo respeto las reglas y volví a las teclas. Cuando usted me llamó para retomar, me pareció excelente idea, hasta pensé que usted estaba sin un mango.
   —También me afecta que el trabajo que estaba en vías de resolución, de cada paciente, con esta situación iban a culear, perdón, fue un furcio, a recular, pérdida de tiempo y espacio, alzheimerianos repentinos en los más memoriosos. Sentaba mal precedente como Psicólogo. Srta Lívida, ¿y si hacemos el precalentamiento de yoga? Póngase en postura y yo la sigo, no sé por dónde empezar.
   —Dr Bisel, por donde quiera, yo prefiero por adelante, no le hago asco a que me monte. Invento cosas cuando escribo. Soy suya, pero ojo, usted es mío. Vamos de una, ya calenté.
   —¡Allá vamos!, qué cosa, todas mis Pacientes quieren ya. Con lo lindos que son los prolegómenos. La tengo que curar y espero, para el pago, que abran los Bancos o los kioscos dedicados.
   —¿Puedo venir la semana que viene?

lunes, 13 de abril de 2020

A CAMPO TRAVIESA


   A 400 km, está mi hijo, me pongo paranoica si no lo vuelvo a ver. Los vehículos estaban prohibidos, decidí ir caminando con una mochila donde metí cualquier cosa, llevé el bastón de mi Abuelo.
   Caminé a campo traviesa, saliendo de noche llegué a los 300 km, los árboles me parecieron que se juntaban para mirarme pasar. Pasé entre los girasoles, la soja y el trigo. De día resultó más complicado, tenía que pedir permiso a los peones de a caballo. Rogaban que me mantuviera lejos de ellos y me indicaban caminos para cortar y eludir las rutas.
   Vieron mi cara de muerta de hambre y me trajeron salame, queso, pan y agua.
   —Ud quédese ahí, nosotros le dejamos los víveres en la tranquera, espere que nos vayamos y agárrese la bolsa en el alambrado.
   Ese comportamiento me dio ánimo para seguir. La brújula que llevé me orientaba, hasta que se la regalé a una Señora que me hizo empanadas y dos porrros de sus hijos.
   —Éstos no son de los que te duermen, éstos te van a activar.
   Me lo dejó en la tranquera y yo le regalé mi brújula, salió gritando que gracias, desde la puerta del rancho. Me acordé de mi Tío, que aprendió en la colimba, siguiendo la dirección con el mantra: “Apretando el paso, cerrando el culo”.
   Cuando llegué a la entrada de la Ciudad, vi que había luces de Policía y montones de autos detenidos. Yo sabía de un camino de cañas, que no tenía camino. Me caí un montón de veces, raspaban las cañas. Parecían las caídas de Cristo antes que lo crucificaran. Tomé por la 44 y todos siguieron lo suyo. Llegué a media mañana al depto. de mi hijo.
   Él siempre fue autoexigente y lo que se proponía, cumplía a rajatablas. —Madre, yo cumplo con la cuarentena y me cuido, no salgo a la calle jamás, ni hablo, ni toco. Tengo la casa forrada de alcohol gel y un preparado de spray con 70% de alcohol y 30% de agua. ¿Cómo se atreve a llegar casi hasta mí?, hágase responsable, vaya por donde vino, que Papá la debe estar extrañando. Ya nos vamos a ver, no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista, una vieja frase que en este momento optimiza.

domingo, 12 de abril de 2020

DE UNA VIDA MUCHAS VIDAS


   Yo iba al Taller de Teatro, él iba en el siguiente turno, era de baja estatura, tenía ojos celestes, a mí me gustaban más los anteojos que sus ojos.
   Una chica me dijo que él gustaba de mí. A mí no me ocurría igual, por sus manos mullidas con dedos cortos, me gustan los dedos largos, como de sacerdote o Poeta y que me acariciaran la cabeza, hacían cosquillas  que lograba llegar al estado alfa.
   Mi Vieja, cuando me peinaba, hacía doler y me quedaba en estado feroz indignada. Ella no me quería, ni se molestaba en disimular.
   —Me da tirria, nunca la pude aceptar.-Le contaba a mi Tía-.
   Me hizo un favor, aprendí el mundo yo solita y decidí vivir con un novio de dedos largos y ojos color roble.
   Él me enseñó todo de nuevo, como si fuera recién nacida. Y gracias a mi Madre, que me robó todos los sueños, aprendí a soñar con lo que hacía. Yo admiraba sus inventos y él aplaudía mis diseños. Cojía muy bien, el mejor de todos los que conocí.
   Cuando lo dijo de una vez: —Una mujer se enamoró de mí.
   Pensé claro, si él es para enamorarse. Y yo le dije que también. 
   —Me parece que no entendiste.
    Como si a una marioneta le hubieran cortado los hilos, así sentí los latigazos dentro de mí.
   Hice algo que no sé, estaba en la cama de un Hospital, sentí que mi Madre me tocaba la frente y controlaba el goteo del suero. Después me daba de comer.
   Cuando me dieron el alta me llevó a recorrer el mundo y en París conocí a un chico de baja estatura, de manos mullidas y dedos cortos, usaba anteojos, pero a mí lo que más me gustó, fueron sus ojos celestes.

sábado, 11 de abril de 2020

EL RECUERDO DE UN ROJO


   Tres minas de primera generación, no digamos “Ya sin chance por lo vieja…”, como dice el tango, pero por ahí andaban. Se podrían haber jubilado, la profesión más vieja del mundo. Lo menos que les debieran a cuerpos tan estrujados.
   —Lita, que no te agarre la angustia.
   Y sí, yo estoy igual. ¡Cómo nos costó encontrar este lugar, un minúsculo estar, somos tres y el beneficio de tres piezas!
   —Te quería consultar, Teti, cuarenta días sin un gil, ¿qué podemos hacer?
   Pensé que a lo mejor podríamos salir a levantar alguno. No quisieron saber nada. Ni con bolsas del super para disimular con la Yuta.
   —Es como ser sapo de otro pozo, éste es nuestro lugar, si no viene ninguno, nos quedamos y esperamos.-Dijo Lita-.
   —Y si los llamás cada uno al celular y los chantajeamos que les vamos a contar a sus esposas, seguro vienen. Si son todos, los hacemos esperar tomando un metro de distancia, total por acá no vive nadie y está rodeado de árboles, bien protegidos.
   Los que más las solicitaban eran peones de campo. Tuvieron una buena idea, poner una pantalla con películas porno. —Cosa que entren calientes y una no se tenga que poner a hacer el trabajo previo y nos dejen molidas.
   Tuvieron suerte, subió el nivel de clientes al cabo de treinta días. Mentían que iban a arrear las vacas, sacar los caballos para varearlos  un poco, pobrecitos.
   Y ésos sí que la guardaban en el colchón. Venían con el billete en mano, cual si fueran a comprar pan. Ellas se hicieron un buen dinero, en un mes les daba para viajar.
   Se vistieron de putas encubiertas, pero cuando llegaron al asfalto, la Yuta no las dejó pasar: 
—Vamos, chicas, vuelvan a su casita, hay diez de los nuestros que esta noche las van a saludar.
   Después siguieron los del Consejo Deliberante y último, la frutilla podrida de la torta, el Intendente. Gente rica que les gusta tener mucho, gastando poco.
   El Gobernador de Buenos Aires, pidió que estuvieran las tres para él. Nos hizo disfrazar de niñas y demás solicitudes vergonzantes.
   Las tres deseaban una cura del Coronita.
   Estaban llenas de moretones, latigazos, ojos piñoneros, ropa rota. Todos los rouges eran el recuerdo de un rojo.

viernes, 10 de abril de 2020

EL ÚNICO LUGAR PARA PAGAR


   No tenía con quién dejarme.
   —Me tenés que acompañar para hacer esas colas tan largas.
   Me puso una máscara blanca, guantes quirúrgicos y me confeccionó un traje con bolsa de residuos. Sentí que era poderoso, llegué a la puerta, me solté de su mano, ella me corrió con desesperación. Yo les ordené: —Mi Má tiene que entrar primera, porque anoche la rozó un aerolito y a lo mejor le dejó una coronita pegada.
   Adentro había más gente tomando distancia, hacían una fila caracolera. Buscaban sus papeles y el dinero. Me pateaban como si yo fuera una bolsa de residuos, nadie se percataba que era un niño inocente. Ni mi Má, tratando que le respetaran su lugar. Los grandes son malos y egoístas, te sacan lo peor que tenés, el odio.
   Usé mi superinteligencia y con mis guantecitos, que no dejaban huellas, comencé a sacar celulares de los bolsillos traseros de los pantalones, era fácil, se deslizaban sin que los dueños se dieran cuenta. Me quedé con ocho, los más lindos de última generación, retrataban, tenían What´s Up y grabador. Para mí y para Má, eran más que suficiente.
   Un señor, me llamó la atención: —Te vi robando celulares en todo el recinto.
   Tenía cara de mala persona. —Y yo lo veo con una corona virus que se le va para adentro.
   El señor salió de inmediato, se arrancaba los pelos, para quitarse la corona. Después me cebé y seguí con otros rubros, le robé la mochila a un niño menor que yo, me dio las gracias, porque pesaba mucho, claro, si estaba cargada con cuatro paltas y media docena de bananitas. Una señora, que en una ventanilla dejó la cartera en el piso, al medio de sus zapatos, se la saqué de una, tenía dólares, cuatro bombones, a esa me la metí en la panza.
   Y dando los trámites por cumplidos, mi Má me buscó. Una señora me señaló: —¿No será aquel niñito panzón?
   Mi Má, le agradeció, quiso llevarme a upa, pero yo pesaba un montón. Tomamos un Uber para llegar a casa. Mientras me sacaba la ropa, no podía creer la cantidad de cosas que había robado.
   Me abrazó fuerte y se emocionó.
   —Cuando crezcas, serás un ladrón de guante blanco.
   Me gustó la idea de Má, es una de las personas con más visión de futuro que cualquiera.

jueves, 9 de abril de 2020

CUARENTONA


   Mi Marido fue por dos días a Sierra de la Ventana. Yo me quedé sola, justo cuando empezó la cuarentena. Tenía pensado ir a lo de mi Novio, que nos vemos un tiempo acotado en horas libres de la empresa. Nos quedábamos con ganas de más. Soy hereje, lo llamé y me preguntó si estaba loca: —Hay toque de queda, te dicen todo el tiempo que no salgas de tu casa, es el único modo de no contagiarse. Así que desde ya, olvidate. Cuando todo pase nos matamos haciendo el amor, claro.
   Dediqué mi tiempo a lavar ropa atrasada, mirar películas. Hablar con mis amigas por teléfono, ¿“mis”, dije?, no, tengo una sola. Y me cuenta de sus hijos, lo que menos me importa de su precaria felicidad, debiera existir el divorcio de común acuerdo, en una amistad.
   Me regalaron un consolador acuático. No sé cómo está hecho pero me irrita. Empecé a usar mis manos, pero no vas a comparar, era un cuento de nunca acabar. Volví a llamar a mi Novio: —Hola Bichi, ¿no me podrás decir porquerías, así me caliento y que el orgasmo me llegue al techo?
   Se escuchaban voces de niños y la bruja de su mujer.
   —Mirá, es el momento menos indicado, estoy con gente.
   De bronca le corté en la oreja. Cambié de rubro, hice una limpieza exhaustiva, con desinfectante, hasta el último rincón de la casa, cosí botones, me corté las uñas de los pies. Fui al Super con barbijo y guantes, lo encontré a mi Novio, esa noche me llamaría.
  Le dije que no, mis órganos genitales estaban escariados por el  abuso, además esperaba por What´s Up, hablar con mi Marido.
  Se conectó, le vi la cara y sentí un aburrimiento morboso. Atrás veía una mina que le pasaba escasa de ropas y le hacía cosquillas, el descaro de ambos  me decidió a tomarme unas cuantas pastillas y dormir una siesta, equivalente a una noche.

miércoles, 8 de abril de 2020

MENTIRAS SATURADAS


   Los días eran templados, se andaba de manga corta y algún chaleco en la mochila. Era mi última posibilidad de pagar aquel impuesto en un lugar que lo aceptaba. La cola daba vuelta a la manzana y era la última cuando bajaron las persianas.
   Concurrí al día siguiente, madrugué para ser la primera en llegar, fui tercera, pero tuve que esperar que lo abrieran. Hacía un frío omnipotente y llegó sin avisar, escuchando una conversación domesticada que me hacía trepar el viento en la espalda y en el pecho.
   Pasar por ese martirio para pagar a este Gobierno de mierda que decidió que el corona virus termina a fin de mes. “No se puede vivir sin trabajar, el lunes que viene hay que concurrir y empezar”. Se llama Alberto, pero todos le decimos Aborto. Cómo van a pasar alarmas que te dejan sordo y unos autos con altoparlantes del tiempo de Tata y Mama, que no se entienden nada, mandan no salir de la casa y amenazan. A este país le encanta amenazar.
   —Y bueno, Señora, tenemos que cuidarnos.
   Le dije que tratara de explicar dónde conseguir las máscaras, el alcohol gel y los guantes quirúrgicos. Me contesta el estúpido argento:
   —Por eso es irresponsable la gente que no responde a lo elemental que están pidiendo.
   Las Farmacias permanecen cerradas y las abiertas no tienen nada de lo que necesitamos. El tipo que hablaba me lloviznaba saliva, tenía las manos mugrientas y las uñas más negras que el carbón. Pero están todos contentos, porque el lunes se termina, la imbecilidad es un virus que se expande más rápido que cualquier peste sin solución. Como éste que te bombardea con argumentos pelotudos y contradictorios.
   No hay que ser inteligente para darse cuenta que nos quieren llevar al muere.
   Tengo una diatriba que descargo con Aborto, quiere llenar sus valijas, a costa de nuestras vidas, porque es un flor de hijo de puta, igual a los que no nos dan nada más que el encierro. ¿Por qué no se van todos a la mierda?, manga de degenerados y la concha de su Madre, no me equivoco, a éstos los parieron por el orto. Por eso llegó el invierno, para matarnos de frío y hacerse cómplice de éstos…de aquellos…de los otros.

martes, 7 de abril de 2020

MANDUCAR


   Toma el tenedor bien de abajo, con un dedo apretando la sección de los dientes, se lleva un pedazo tan grande que apenas mastica y lo traga todo entero. Se puede ver su bolo alimenticio pasando por la garganta y un montículo que lo hace estornudar para adentro. Toma medio vaso de vino para empujar. Sentía ganas de clavarle mi cuchillo en la garganta, pero estaba toda su familia, que comían como él.
   Hice un comentario desplazado, sin agresión.
   —A Uds no les enseñaron a comer como se debe, me impresiona. Cuando terminan le pasan pedacitos de pan, hasta dejar los platos blancos, tienen una ventaja, no hay necesidad de lavarlos. Lo que dije fue una broma.
   Sentí el brazo de él apretando mi brazo y sacándome en vilo de la silla. Mis sobrinas, que las quiero como hijas, manejan los cubiertos con toda corrección, no levantan los codos y al terminar los apoyan cuatro y veinte. Aprendieron en la Escuela Británica, donde almuerzan todos los días menos el domingo.
   La bestia me tiró en un sillón, las voces de las chicas tapaban lo que me decía.
   —¿Vos qué te pensás? Yo te saqué del barro, tu distinguido Padre, quebró y te obligó a casarte conmigo. Nosotros somos ricos, hicimos nuestra fortuna laburando para cualquier gobierno de turno. Tu Viejo, sienta sus asentaderas y se sirve el té en vasos de whisky para aparentar. Yo le tengo que prestar guita y te usa a vos como emisaria. Ponen los dos cara de póker y después conversan en francés, ahí dejo de existir. Nunca nos invitan a su casa y sé bien cuál es la razón. No tienen sillas, ni vajilla, ni mantel.

domingo, 5 de abril de 2020

MI PÁ ES POLICÍA


   —¿Qué hacés aquí?, cerrá la puerta y andá a dormir.
   —Mami, ¿por qué a la noche vos decís “no” y Papi dice “vamos, dale”. Yo así no puedo cerrar los ojos, me quedo despierto.
   Me preocupan mis Papás, ¿será por la pandemia?, nunca se quieren juntar para no contagiarse, dicen que los viejos son un grupo de riesgo. Mami dice “no” porque es responsable y Papi la contradice, porque tiene ganas de peliar.
   —Papi, no te enojes, pensá que no hay que tener contactos y si vos te ponés encima de ella y te movés. Antes los espiaba por la cerradura, vos estabas contento y ella miraba para otro lado. Tal vez no esté enamorada, se cansó.
   El Padre no podía creer el testimonio de un chico tan chico.
   —Tu Madre se casó conmigo y siempre nos quisimos mucho e hicimos de todo para que nacieras vos.
   Por mí no se hubieran molestado, para estar siempre encerrado, podrían hacer toda clase de cosas, jugar al perrito, hacer caballitos, eso para mí sería divertido, como cuando antes me llevaban al Cine.
   Yo no le voy a contar a nadie, a mis amigos Jonathan, Nelson y Totín, sí les voy a decir y hasta los invitaría a una sesión, para mirar por el enrejado del aire acondicionado. Me da pena mi Mami, a lo mejor se quiere divorciar y no se atreve por mí o por mi Pá, que es bastante mano larga.
   Cuando desayunamos los tres, tiene los ojos violetas y si le pregunto, dice que es un nuevo Mickey Up. Yo le creo, porque le quiero creer, pero no porque lo crea.
   Papi se calentó y viene con el cinturón de hebilla grande, me da como si yo fuera un grande. Esto es insoportable, le voy a decir a Mamá, que se divorcie y la corte.

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AVISO

Queridos lectores:
                             El Domingo por la noche, Lunes a las 00., no aparecerá el cuento diario. Estoy complicada por la desorganización del Gobierno. Al siguiente día recomenzaré los cuentos.
(Debo pagar impuestos y no hay dónde. saldré a buscar la solución)
                                                          Un abrazo lejano de Patricia Medina.

sábado, 4 de abril de 2020

NACIMOS EL MISMO DÍA


   El primer día me habló con la intención de venir a casa. La invité y los silencios se pegaban a nuestros pasos reemplazados con whisky y el sonido del hielo. Pasó una semana, es hipocondríaca, no había explicación que bajara los niveles de su histeria. Ella los alentaba leyendo las noticias, cerraba la compu cuando me escuchaba bajar las escaleras.
   —Hoy cocino yo, una sopa liviana y compré una baguette.
   Vi su reflejo en el espejo, el nervio del ojo derecho le temblaba, no lo podía controlar, se caló los anteojos negrísimos, se pintó la boca y empezó a cocinar. Sopa de letras, las letras estaban crudas.
   —Vos me diste el caldo que hacíamos cuando éramos chicas. Le agregábamos pan. Jugábamos a la casita en la bohardilla.
   Se le cayó la charola.
   —Te prohíbo que digas jugar, ahora no es un juego, es ahora.
   No exagera, no le puedo decir “no exageres”. Tiene la cara tan joven, la han operado muy bien, somos iguales, siempre fuimos parecidas. Nunca nos casamos ni tuvimos hijos. Ella es Anestesista y yo también. Nuestra ideología fue aceptar la vejez, yo sé que es estúpido, pero hicimos un pacto. No nos fallamos a nosotras, fallamos al pacto. A las dos nos gustaba la sopa de letras, las baguettes y el cirujano que nos operó. Ninguna quiso y redujo el trámite, que él no lo propusiera a ninguna.
   Me miro en el espejo, me late el ojo izquierdo, la mesa donde tomamos la sopa tiene una sola charola. Miro enfrente y ella no está. Nunca estuvo. Tapo el espejo con el mantel, no soporto estar sola.

viernes, 3 de abril de 2020

COROLARIO


   —Mami, estoy cansado de estar adentro.
   Seguro que me dice: “Ayudame a pelar las papas”.
   Prefería ir a la Escuela, aunque la odiaba. Antes veía a mi novia de tercer grado, mucho más grande que yo, los chicos me envidiaban, me dicen que estamos en cuarentena, por si nos contagiamos, cada uno en su casa. Yo no les digo a ellos, que uno se mude y el otro que se vaya a lo del Tío, que ya la tuvo pero se curó.
   No me obedecerían, el amante de Mami vive al lado. Papi la tiene abajo. Parece que el nivel de libido no existe, no sé qué quiere decir, ¿alivio querrá decir? Esto sí lo leí en el diario: “La frecuencia sexual ha disminuido en su totalidad”, soy ignorante, como dice Papi y no me explica qué quiere decir, seguiré siendo un ignorante.
   Mami dejó de ir al lado y Papi dejó de ver a su amante, porque está varada en España.
   Se ponen curitas de las grandes, en la boca, para no pelear y ser un mal ejemplo para mí. Les dije que no gasten curitas, que se peleen, a mí me hacen reír, por lo menos es más divertido que el teleteatro que mira Mamá.
   Pasaron doce años y la cuarentena seguía, Ma y Pa tenían sus sesiones de terapia por What’s Up. Mamá se encerraba en el baño y la sesión duraba 40 minutos. Papá se encerraba en la cocina y hablaba por celular con la novia. He llegado a pensar que cojían por celular.
   Los adultos andaban catatónicos. Me conecté con mi novia y los dos entendimos lo que era libido y practicamos frecuencia sexual, indimenticabile y personalmente.

jueves, 2 de abril de 2020

VIAJÓ A ITALIA Y ESTÁ AQUÍ


   La Reina Federica Escurri VI, estaba viviendo en el sótano de un palacio, no abierto al turismo. Se habían prohibido las monarquías y Federica VI no se daba por enterada. Debajo de su palacio, mandó construir otro palacio.
   —Vos no entendés nada.-Dijo el Duque de Witer-. Nosotros estuvimos casados, después nos divorciamos y ahora nos casamos de nuevo. El palacio que hiciste (no lo había hecho ella, lo mandó hacer) tiene malas intenciones, como tu flia barbárica, son todos obreros con Corona Virus, atraviesan las paredes, leí que los ladrillos son el refugio de los bichos coronados. Aquí encerrados en el palacio subterráneo, nos vamos a contagiar nosotros, las Mucamas, el Cocinero, el Ama de Llaves y los turistas que vienen a visitar el palacio de arriba. No tenés piedad, te importan nada los ancianos, festejás cuando muere un niño. Lo único que tenés bueno son las tetas, al principio era tu única virtud. Ahora me da lo mismo, hasta los Sirvientes que antes murmuraban: “Qué pedazo de tetas tiene esta mujer, si las mirás de cerca, te olvidás de la cara”. Ahora deseaban cortarte las dos con navajas afiladas y a mí, por ser tu Esposo, me van a cortar las bolas. Ellos piensan que el Corona Virus es una fiesta mundial. Mandaron a cocinar comidas especiales, tus tetas a las brasas con mantequilla a la Sorbona y mis bolas irán a tu lado con crema de maní y patos trozados.
   Lo entendí al Duque de Witer, pero mis tetas son dos repollos cubiertos de tela, nunca tuve tetas. Mis Padres, judíos ortodoxos, me las cortaron de chica. En cuanto a sus bolas, los dos sabemos que no sirven para nada.
   —Cuando esta peste se pase, me mudo con la Cocinera al palacio de arriba y la voy a correr en bolas, por todo el palacio, no por sus tetas, que son normales, sino porque tiene las obras completas de Jorge Luis Borges.

miércoles, 1 de abril de 2020

EL TIEMPO


   —Un pato y un sapo, del tamaño de un gato. Levantate y vení a mirar.
   Yo estaba demolida, tomé un envión que me devolvió a la cama, miré mis pantuflas, se pegaron mis ojos, tenía más ganas de seguir durmiendo. Me asomé por la ventana y no estaban ni el pato ni el sapo, entonces lo miré con bronquitis, tenía las pupilas dilatadas y ojeras que oscurecían con los días.
   —Estás alucinando, tenés que ver un Psiquiatra, uy, me olvidé que nadie puede salir de sus casas, tratá de largar el alcohol, eso es lo que te hace ver cosas que no existen.
   Es mi enemiga como siempre, ama ser el personaje antagónico, no me cree nada y difama lo que digo por What´s Up, muestra el rictus de su boca amarga, que con la vejez parecen dos ríos que le caen hasta el mentón, son profundos, se le junta la saliva y le moja la blusa que era de nuestra Madre.
   Es tan patética, ojalá se muera hoy. Pero no se permitiría hacerme ese favor. “Dicen que los que dejan de pensar, comienzan a pensar todo lo que vivieron”.
   Preparaba el desayuno para ambos, me pareció que durante tantos días de encierro, debíamos respetar alguna tradición. La realidad me superaba y revertí la fuerza que tiene el horror, la transformé en galletitas caseras, con dulce de membrillo al medio y budín de chocolate, bañado en azúcar quemada, la receta era un secreto familiar.
   —¡A no ayunar! -El llamado que hacía mi Madre, broma de nuestra pobreza-.
   Nos sentamos y algo blando como un gato dormía bajo la mesa. Los dos levantamos el mantel y encontramos un pato y un sapón, durmiendo sobre el agua, saliendo de la rejilla, que se inundaba los días de lluvia.
   Mi hermano no deliraba, no alucinaba, sus ojos brillaban sobre los míos.