—hay tantas
cosas para decir que mejor no decir nada.
—¿Por qué lo
vamos a ocultar? Vivamos con eso y pongámosle onda, de paso nos reímos, podemos
armar la carpa en el fondo y escuchar al Vecino de atrás, que toca como Paco De
Lucía.
—Yo no tengo la
imaginación de ustedes, mis salidas son al Super, a la verdu, escribir en mi
cuaderno, intento arrancar de la birome una poesía y me salen cosas que no sé…
"Me trajo un reloj lujoso
lo rechacé.
Un pañuelo turco,
lo rechacé.
Detrás de él apareció
un Jardinero embarrado,
con una flor en la mano
para mí, la acepté
con distancia de día,
de noche, no sé"
—¿Ves que es una
gadorcha?
Hace dos noches,
a las cuatro de la mañana, le doy una vuelta a la placita, tengo las piernas
oxidadas. A esa hora duermen todos.
Con las ventanas
hermetizadas.

No hay comentarios:
Publicar un comentario