La madrugada
llega pronto en el Fin de Año y si hace calor, hierven nuestros poros, los
muchachos llegaron con el vino puesto, se quedaron cortos y vinieron para acá,
ellos saben que los quiero desde que nacieron. A veces sus Madres me los
dejaban, porque en la metalúrgicas no había guardería, esos inventos modernos,
que son para la comodidad del esclavo, o del laburante que hoy por hoy es
igual.
Se sentaron en
la mesa del pasillo, donde corría cierto fresquito.
—Tito querido,
como siempre, en esta fecha, venimos a completar lo que no alcanzó en nuestras
casas. Traé vino tinto del mejor, por ahora dos botellas es suficiente.
—Boby, te
acordás de esas dos minas que no nos daban bola? Y a nosotros nos gustaban más,
porque no nos daban bola…y mirá después en qué terminó.
Fito pensaba en
Raquel y su maravillosa inteligencia, que la hacía hermosa a pesar de ser un
esperpento. Decía cosas raras, absurdas, pero que acertaban en nuestras
neuronas y dibujaban una realidad que desconocíamos.
Silvia estaba
buena, era vanidosa y superficial, bailaba como una Diosa, la gente decía que
se acostaba con todos. Boby le contó, eran amigos, Silvia dijo que para todos
no le daban los tiempos.
—Yo creo que nos
equivocamos de mujeres, perdoná que te confiese, estoy en pedo. Es sano
quitarse la máscara, justo el último día del año. Yo me casé con Silvia porque
sabía que a vos te gustaba y mirá después lo que pasó. Sabés que aunque quiera,
no me lo perdono.
—Bueno, ya que
estamos, la elegí a Raquel, porque pensé mal, imaginé que te gustaba, siempre
competimos, desde los triciclos hasta en las conversaciones con otra gente. Fue
un garrón, en la fiesta de Artemio, fumamos, tomamos y algunos desmayaron, ahí
aproveché y me cojí a tu Mujer.
Fito no quiso
escuchar, Silvia quedó embarazada de su mejor amigo. Nunca le dijo nada, hasta
que en una discusión de romper todo, ella le murmuró al oído: “Nuestro hijo es
de…no te hagas el boludo, vos aceptaste porque no podías tener”.
Boby lo miró y
dijo sarcástico: —¿Sabés que Raquel se enamoró de vos y pasó igual? Mintió un
hijo que es tuyo, o era. Raquel tenía códigos, después de lo sucedido, vive en
Puerto Rico y estudia no sé qué. Eso le impide ver a nuestro hijo. Raquel es un
freezer. Ni pregunta por el hijo cuando llama. Me pregunta por vos y cómo estás
viviendo lo de Silvia. Mirá si será zorra, ella sabe lo que pasó con su mejor
amiga.
—Chicos, voy a
cerrar, les traigo dos copitas de grapa española. Quiero que sepan, que no
conozco jóvenes tan amigos como ustedes dos. Debiera contarles algo, pero,
mejor lo dejamos así. Ya es Año Nuevo, no vamos a empezar amargados.