viernes, 24 de abril de 2020

UN JUEGO


   Había una pareja que por aburrimiento, encubicularon con tanto entusiasmo como antes. Quedaron abotonados. Tuvieron hambre y así como estaban, cocinaron empanadas.
   Él la agarró contra la pared, como hacen en las películas, que tienen una cama al lado, pero prefieren de pie.
   —Sos un vivo, las empanadas tienen el repulgue de mis tetas.
   —Me hiciste acordar, esas tetas te las compré yo, si las quiero amasar o hacer de cuenta que estoy con mi chupete, es mi derecho.
   —Nos estamos enroscando, gracias a tu manía por el 69 y allí llegamos.
   Así abotonados seguimos en esa postura tan oportuna. Cuando sonó la sirena a las 18 hs, uno se sintió amenazado. Él se reblandeció, usamos el viejo truco de la franela y la oralidad, a mí me dejó la mandíbula agotada y él empezó a toser, le quedó la lengua llena de pelos.
   Dijo indignado: —Estos hijos de puta no te dejan ni cojer.

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