jueves, 8 de octubre de 2009
GENIO O MALVADO
Evaristo, en el recreo, que era casi todo el tiempo, me contó. Me lo mostró, era un pocito del tamaño de una manguera gorda, le metió una caña flaca y larga, que desapareció en el agujero. –“¿Qué tiene? Un pozo hondo” le dije. Evaristo, con voz de brujo agorero, aseguró que el Diablo, tenía su habitación allí abajo y que seguro nos espiaba, cuando jugábamos. –“A lo mejor, quiere llevarse algún nene, ¿No?” Le miraba ese flequillito de mentira y esos anteojos de doctor enano, que no me dieron ganas de contestarle. No fue un episodio así nomás, lo conté a mi Mamá y a mi Papá, a Tata, a Florencia y a casi todos mis amigos. Durante todos estos años, los que saben que Evaristo es o fue el autor del agujero del Diablo, sueñan o han soñado alguna vez con el puto, como que tortura nuestro descanso. Evaristo ahora, es un tipo macanudo que estudia medicina y se acuerda de todos sus compañeros de Jardín, con nombre y apellido, cualidades también. Memoria prodigiosa. Tal vez, es un influyente asesor del Diablo, por eso reconoció el agujero.
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