Cuando toda la tarde la niebla en la ventana,
es cuando la memoria se pone a hacer su oficio.
Si te agarra despierto, te pone triste.
Si te agarra dormido, te pone loco.
Y cuando la memoria, es más grande que la tarde,
te pone en la ventana, te llena de neblina.
Hace su oficio la memoria.
Su oficio triste, su oficio loco. Te agarra.
Te agarra.
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Disfruto tus cuentos, Patricia, y los celebro. Te imagino escribiéndolos, con una sonrisa divertida y rabiosa, divertida de pena y rabiosa por todo lo que no se pudo modificar.Pero estás de pie en la literatura, después de haberte juntado vos misma los pedacitos.
ResponderEliminarConmigo hacés lo mismo que la memoria en tu poema... me agarrás. Y por eso disfruto tus cuentos, Patricia, que te duelen. Y los celebro, Patricia, querida hermana, que te quiero.