sábado, 2 de enero de 2021

PERCHÉ MI PIACE

 

   Hoy le mandé un beso al Mundo, por ser el último día del año, pero no he recibido contestación.

   Faltaban cuatro escalones para llegar al piso. Recordé la infancia, donde en los sueños se podían dar saltos y volar. Cuando uno es grande, no se puede despegar del suelo. Huir del enemigo es imposible. Despertó la niña que llevo en el corazón y levantando la pierna derecha, aterricé sobre el árbol de Navidad al lado de la salamandra.

   Una stronza, la verdá. Me partí dos huesos de la mano, tres costillas y de la cara salía sangre, mucha. Un alguien querido me ayudó a ponerme de pie.

   —¿Y esa pretensión de volar? ¿Sabés el tiempo que te va a llevar recuperarte?

   Le contesté:

   —Y vos. ¿Sabés el tiempo que te va a llevar ayudarme?

   No tenía mutual ni dinero. Me dolía tanto, que no me dolía.

   —¿Por qué hizo eso?- Preguntó el Doc con esa cara de nada que tienen los Galenos.

   —Perché mi piace.

   De la cena se ocuparon mi hijo y su mujer. Hicieron toda clase de exquisiteces. No pude tomar champán. Me fui al jardín, mi Papi nació la noche de Navidad. Le brindé un abrazo infinito al cielo. Apareció mi nieto y preguntó:

   —¿Por qué estás afuera y sola?

   —Perché mi piace.

No hay comentarios:

Publicar un comentario