A veces viene bien, ir al baño por un rato. Sentarse en la pozeta, único diseño sin cambio histórico, como el botón, aunque haya cierre.
En el baño se puede pensar mal.
Cagarse en todo y apretar el botón, para ser nuevo o colgarse una cadena y cortarla de una vez, con este mundo cada vez más parecido a un inodoro.
Agradezco ser constipada, todavía me queda algo de esperanza. Dejo de pensar cuando hago el amor, si no dejo de pensar es que no estoy haciendo el amor.
Uno puede olvidar algún detalle, pero no debe enterrar toda la historia, con tacos altos y cemento. Jardín seco, que le dicen. Ponerle piedritas. Que se parezca al hombre, que el poder del dinero quiere. Un cretino indiferente, que en lugar de un árbol en el fondo, quiera un auto en el frente.
¿Y la mujer?¿Qué quiere la mujer? Un hombre que sea marido y otro para hacer de cuenta que la felicidad existe.
¿Y el hombre?¿Qué quiere el hombre? Una mujer perfecta como su auto, rubia y con buenas gomas. También quiere una amante, el hombre, para recuperar la autoestima que destruyó su mujer.
¿Y los hijos?¿Qué quieren los hijos? Tomar birra, jalar merca, fumar porro, coger lo que sea y después hacer lo mismo que sus padres. En el mejor de los casos.
No, estoy jodiendo, sentada en el inodoro y como soy constipada, pienso boludeces. Suelo traerme un libro. Hoy me olvidé. Ya salí del baño. No hice nada. No importa. Otra vez será. Justo llegan mis hijos del cole, son un sol. Detrás viene mi marido, que es un amoroso total. -¡Juana, puede servir la mesa, please! …
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je je tenés que probar con Activia
ResponderEliminarAlanti:Probé de todo.
ResponderEliminarLeer el diario en el lugar del hecho me dio óptimos resultados.