Con la memoria en el día que asumieron los asesinos de la generación más hermosa que he conocido.
Conmemorar la muerte. Dan risa dolorosa los Astiz que asisten como señores a casamientos al castillito de Sierra de la Ventana, “El Angel de la Muerte” que come pizza en cualquier parte ó los Videla, hatos de huesos, incapaces de morir por sí solos ó los Massera que engañaron con secuaces, idiotas descerebrados, entregando armas a un puñado de inocentes, casi niños, que se tragaron el verso.
Los asesinos circulan como cualquier cretino por las calles ó en sus casas. Dicen que se hizo justicia, peor, que se está haciendo justicia. La señora Justicia deja todo disfrazado de que todo va mejor con Coca Cola ò con López tinto en la neblina. Tal vez en Miami se pongan de moda los pañuelos blancos de las Madres y se vendan y estén de moda en París, con una chapa de nada en el Sena, que significa: nada.¿Nadie se da cuenta del uso del desgobierno para tapar las atrocidades que ejercen, con promesas de Justicia de tortuga mendaz?
Eran más los que leían, comparaban, pensaban, ayudaban al pobre a tejer ideas. Esos eran los más.
Los armados eran una cifra mínima ó los que los milicos quisieran, para simular una guerra de mentira y exterminar el pensamiento que inteligía un mundo más justo.
Hicieron mierda hasta muchachitos que pedían por un boleto de micro ó a miles de soñadores que leían Marx, Engels, El Principito ó se reunían para protestar profesores pterodáctilos que enseñaban nada y cambiarlos por genios como Irma Suky, Rodolfo Walsh y miles que hasta por escribir historietas fueron exterminados.
No es fácil matar, mucho menos treinta mil, eso requiere mano de obra de centenares que están vivitos y coleando, estériles apropiadores de hijos de jóvenes que se amaban y mujeres que parieron para que les arrebataran viditas. Hoy gandules de treinta, piensan que sus papitos son sus papitos.
No desmerezco el trabajo de hormiga de Madres, Abuelas, Derechos Humanos, Hijos. Sin embargo no entiendo cómo en mi pueblo el monumento a los desaparecidos esté representado por una especie de señal de Vialidad Nacional, más desapercibida que los chorros de las fuentes, las lamparitas al pedo y las baldosas.
Conmemorar, quiere decir con memoria, la hemos perdido, tal vez vendido. Si los buenos resucitaran, pienso que el asombro los mataría y así morirían dos veces. En esta república no sería de extrañar. Fanáticos, sinvergüenzas, lunáticos y mentirosos.
La venganza del Inca nace en el corazón y crece en el olvido.
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Y no nos creamos que un estrábico con ojo derecho desviado hacia la derecha es un bizco.
ResponderEliminarNi que un fachista con la remerita del che es un zurdo.
Ni que sentar siempre a los mismos cuatro pelotudos en el banquillo de acusados es hacer justicia. Y gracias por desasnarnos santa culoentierra.