No responde a los cánones de belleza
tradicionales.
Hay que mirarla sin la memoria de otras
caras.
Prendió un pucho, el humo se introdujo en
su amplio orificio nasal, tenía uno sólo, parecía un tierno conejito
-Me
encanta tu hocico, debe ser tibio ¿Puedo tocar?-. Ella tuvo un leve sobresalto
–No, no, estoy fumando, dos cosas al mismo tiempo me desconcentran-. El asombro
quiso respuesta
–Vos no tenés que hacer otra cosa, yo toco tu hocico y me voy-. Encima miente, después le cuenta a sus amigos que conoció una mina de nariz rara y es capaz de traerlos para que miren.
–Vos no tenés que hacer otra cosa, yo toco tu hocico y me voy-. Encima miente, después le cuenta a sus amigos que conoció una mina de nariz rara y es capaz de traerlos para que miren.
Él la piensa bella, tiene ojos rojizos
con pupilas cegadoras, hay una boca grande de sonrisa perdida, un lunar en el
mentón con forma de corazón. Sobresale y late. Un cuello generoso como un cisne
navegando. Las palabras salieron a pesar de él –Me encantan las mujeres con
tetas sin volumen-. Ella se miró el escote, le gustaba ser chata, era apropiado
para las correcaminatas y abolir el corpiño que impide respirar el prana
matutino.
La cintura no excedía el perímetro de un
anillo. Sentada en una piedra, escribía, sus piernas largas daban tres vueltas
y los pies asomaban de un trasero levitante. La birome se le escurría de la
mano en cada oración, él la alcanzaba y ella sin decir gracias seguía
escribiendo. Le resultó imposible dejar sus ojos en otro lugar que no fuera
ella, le pidió permiso para leer -¿Para qué? Escribo mal. Invadiste mi
privacidad y ni sé por dónde voy. Me molestaron tus elogios acerca de mi físico
anormal-.
Ella sabe leer los pensamientos ajenos.
Él la hizo sentir tonta, ni siquiera admiró la audacia de salir al paisaje con
su fealdad expuesta, ni admirar su inteligencia de mentira. Ni, ni, ni cuenta se
dio que él le besó las manos, los ojos, la boca, la envolvió en sus brazos,
junto con el cuaderno y la birome. Se la llevó a la casa. Cerca del dique,
lejos de todo.

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