Llueve, llueve, llueve, hace tres meses que está lloviendo.
─Ya me acostumbré y ahora me gusta. ¡Uau!
Tengo agua hasta mitad de la rodilla. Ahora va por el pecho, luego llega a la
cabeza y después nadar hasta la extenuación. Siempre encuentro un barquito o
una lancha, un velerito. Cuando me estaban subiendo al yate, una ola irónica
quiso mojarnos a todos. Es que los días de lluvia persistentes sobre el nivel
del agua, pretenden inundar todos los continentes.
─¿A vos te parece que mañana va a llover?
─Dicen que siempre que llovió paró, pero
esta vez se instaló definitivo, parece…
Tres niños desolados que perdieron a sus
padres, seguían nadando con desesperación.
Tropezaron con un banco ciudad y allí fueron
socorridos, alimentados y envueltos en pieles. No paraban de temblar,
hipotermia machaza. El Titanic comenzó a hundirse.
Los tres niños sobrevivieron, tenían
experiencia. Nadaron medio océano. Encontraron a sus padres hamacándose en un
coy, cuando volvieron, salió el sol.
Sin embargo llueve, llueve, llueve, hace
cinco meses que está lloviendo.
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