sábado, 27 de mayo de 2023

PEDITO

 

   Mi Papá me llevó a Harrods para ver a Papá Noël, sentado en un trono. Los chicos hacíamos fila para sentarnos en sus rodillas y decirle al oído qué deseábamos de regalo. No era Papá Noël, era un hombre con traje rojo relleno de pelotitas de telgopor, tenía barba de algodón y olor a transpiración. 

   ─Papi, mejor les escribo a los Reyes Magos, éste gordo es de mentira. Seguro que lo mandó la Perra.

   ─¿Qué Perra?

   ─La que vos decís siempre que nos dejó sin un mango.

   ─Hijito, no la nombres, porque trae yeta. Cuando lleguemos a casa les escribís. Te presto mi lapicera fluor, que destacará bien tu pedido.

   “Queridos Reyes Magos, (los únicos que no son corruptos, según mi Papi) Quiero que me traigan un amigo imaginario, que no lo pueda ver nadie más que yo. Me llamo Pedrito, los chicos del Colegio me dicen Pedito y se ríen de mí. Mami dice que haga de cuenta que no existen.”

   Por la noche escuché que doce patas caminaban por el porche. Como me olvidé de ponerles comida y agua, se comieron todas las florcitas, de zapatitos de Venus. Tomaron agua de la pileta. Y las luciérnagas se encargaron de ponerles mis zapatillas, otra cosa que  había olvidado. Me dormí enseguida, según mi Papi fue por el stress del día.

   Al amanecer escuché que alguien me pedía un pedazo de mi cama. Lo miré con asombro, era casi igual a mí. Le presté un piyama y pantuflas, me lo trajeron sin accesorios. Desayunábamos juntos, íbamos al Colegio pagando un solo boleto. Aumentaron mis calificaciones porque mi amigo, sabía muchííísimo más que yo. Fui el mejor alumno gracias a él.

   Al único lugar que no me acompañaba era al baño, por razones obvias. Él me enseñó la palabra “obvia”. Fuimos de vacaciones con mis Papis y me divertí como jamás. Nos metimos en el mar, me enseñó a nadar crol, pecho y mariposa. Ese era el estilo que más me gustaba.

   Cuando llegó mi Cumpleaños compartimos los regalos. Mis Padres estaban tan preocupados que me mandaron a un Psicólogo de Niños. Yo hablaba solo todo el tiempo y mi amigo fue el que me avivó que el Psi, era un pelotudo.

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