—El que tenga
que ir al baño, que vaya ahora o calle para siempre.
—Al finalizar la
clase me hice pis encima.
—¿Y dónde fue
que lo hiciste?
—En los bancos
de atrás está todo, todo, mojado.
—Bueno, Fermín,
ahora te vas al baño y hacés todo lo que quieras.
—Seño, usted me
dijo que hiciera lo que quisiera, vaya usted a mirar cómo dejé el baño.
Miró de reojo y
mi caca repartida por todo el baño y además, regada.
—Tu penitencia
será limpiar con un trapo y a mano, hasta dejarlo brillante. Fermín, tenés una
penitencia por día, es raro y repugnante.
—Nunca me voy a
olvidar, Seño, cuando me hizo abrir un sapo con un bisturí. Yo me pregunto qué
cosas tiene un sapo, que no tenga un Presidente: Eso me cuenta Papá, durante el
almuerzo: “Sapos son los que nos hacen tragar”. Usted Seño, Señora, Señorita,
nos tendría que enseñar algo que no fuera nada. Como dice mi Mamá: “Usted no
sabe ni el abecedario, tiene mierda en la cabeza”. No lo digo yo, lo dice mi
Mamá, que se sacó diez toda la vida. Yo le pondría un seis como Madre. A veces
ella también tiene mierda en la cabeza.

No hay comentarios:
Publicar un comentario