—Me tenés que
alimentar bien, para prevenir la peste. Ayer fui a visitar al niño que vive
abajo.
—No podés hacer
eso, estás bien alimentado, la peste necesita que uses el casco nuevo, te
pongas alcohol gel, en todo tu exterior. Antes lavate bien las manos. ¿Y cómo
se te ocurre bajar por la escalera?, tu actitud no parece de un niño lindo y
bueno. ¿A quién fuiste a visitar?
—A un niño que
no lo dejan ver a nadie, las ventanas de su casa están blindadas. Los zapatos
los tiene que dejar en el pasillo, no usa barbijo ni anteojos. Me dijo:
“Gracias por venir a visitarme, mantenete a cuatro metros de distancia, así
dicen las Santas Escrituras.”
—Ni se te ocurra
salir del departamento y si un niño no cumple los santos protocolos y está en
el pasillo, es porque adentro debe ser insoportable, como un niño que yo sé,
vos no salgas de tu casa, está prohibido. El departamento es chiquito, no mires
por la ventana.
—Soy un niño
lindo y bueno, pero yo te vi mirar por la ventana, para chusmear al Papá de mi
nuevo amigo.
—No lo puedo
resistir, es tan buenmozo, que por cortesía voy a ir a saludar con el pretexto,
que nuestros niños se hicieron amigos.
—Mami, no me
hagas pasar vergüenza, en las tortas de mis cumpleaños ponés tres velitas, pero
ahora cumplí seis y vos seguís poniendo tres. No mientas cuando pregunten mi
edad, deciles que tengo seis, si no van a pensar que soy un monstruito.
—Niño lindo y
bueno, tengo los derechos de una Mujer, que nunca ve a su Marido y tal vez, con
este buenmozo, se me da.
—Mami, ¿qué
quiere decir “se me da”?
—Quiere decir
que si me invita dormir con él, yo le voy a decir que sí. Vos te quedás adentro
del depto, te encierro con llave, para que no tengas miedo. Vuelvo temprano.
Hace como un
mes, que va todos los días y no entiende, esto le puede traer consecuencias.
—Qué suerte que
estás levantado! Venga aquí niño tan lindo y tan bueno. Estoy embarazada, vas a
tener un hermanito.
—No quiero un
hermanito, vos ya sabías que a vos y a Papi no los voy a compartir con nadie,
nunca jamás.
—Vas a ver
cuando venga Papi, qué contento se va a poner, fue un milagro, hace siglos que
no estamos juntos.
— Mami, ¿querés
que se lo diga yo? ¿O preferís darle la noticia vos? Mirá, escuché la puerta
del ascensor.
—Mi amor, suerte
que viniste temprano, justo para festejar. ¡Estoy embarazada! Ya me hice todas
las pruebas y la primera ecografía. Es un varón y si no miralo, vas a ver cómo
se le notan las bolitas.
—Para que sepas,
después de nuestro primer niño, no quise tener más, y para asegurarme, me
hicieron una vasectomía.

No hay comentarios:
Publicar un comentario