sábado, 17 de noviembre de 2018

FUERA DE TEMPORADA



   La vi de pie, con una saya resbalando por su cintura, esas piernas largas, con músculos firmes, de tenista y ese pecho erguido, como un desafío al sol.
   Lo encontré caminado, portando una sombrilla, dos sillas playeras, blanco de pantalla solar, sombrero de paja y clíper. —Hey, Peter, llegaron antes que nosotros ¿hicieron las reservas aquí?, es un spa, yo prefería cabañas.
   Goruta pensó que encima que hizo un viaje anterior para elegir, éste…
   —Me gusta la pinta, es exótico y el único que da al mar.
   —No hay nadie, la dueña está en Argelia, es todo nuestro.
   —Ché presentame a tu mujer 0 km, ¡ya sé! Es el minón con los pies en el agua, fue de mal gusto mi comentario, disculpá Camila, a esta altura, sabés que para mí las minas lindas, son una obsesión.
   La nueva mujer de Goruta, extendió su mano: 
—Mucho gusto, soy Yolí.
   Peter en un acto involuntario, le besó el anillo. Sintió un hormigueo en todas sus zonas erógenas.
   Yolí tomó del brazo a Camila.—¿Viste que me besó el anillo? Tu marido es un romántico como yo. Cuidalo, Camila, te lo pueden robar.
   Fue una coincidencia, todos los veranos iban a las mismas playas. Goruta y Camila tenían similitudes con respecto al mundo. Todo empezó bajo el mantel, fue rápido y sincero, el apoyo de su pie ahí y Camila, muerta de risa y champagne, dejó hacer.
   Goruta quiso más, en cómodas cuotas. Se fue transformando en una obsesión. Cuando ella dejaba de tener noticias de él, en la desesperación lo odiaba. Las cuatro últimas vacaciones, fueron en Orense.
   Peter cambiaba de mujer todos los veranos. Esa vez no había llegado, las llamaba Yolí a todas. Broma que sólo él festejaba. Mientras Goruta y Camila tomaban sol con una oculta e intensa alegría, se escuchó el motor de un cuatriciclo, atravesando un médano.
   —Chicos, acá llega mi Yolí número cinco.
   Bajó una adolescente, que esquivó los brazos de Peter y fue directo a Goruta. —Hola, Papi, si te despegás un poco de Camila, te presento a mi nuevo viejo novio, Peter Pan.
   Fueron unos segundos, hasta pasado el asombro…Peter corrió al mar y Goruta lo siguió con insultos terminales, nadaron hacia el horizonte, hasta que sus cabezas se perdieron en las olas del viento que despierta…

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