miércoles, 14 de noviembre de 2018

HACER COMO SE DEBE



   Le dieron un Certificado trucho de Acompañante Terapéutico. Un amigo lo ayudó. —Te presentás con un jogging importado, zapatillas yanquis, recién bañado, uñas cortas impecables, el pelo estilo nazi. Te regalo todo, llegó en un conteiner y nadie lo reclamó. Mi novia te hace un currículum extenso, vas a ver que la Madre, cuando lo reciba, lo pasará por el corta tiras, ¿cómo se llama la familia?
   —Chichi y Onorato  Del Vulgo.
   Paco quiso darle ánimos. —Los conozco, el hijo les nació fallado, la vieja lo quería. Lo quería tener lejos, con Niñeras, Psicólogos, Fisioterapeutas y Kinesiólogos. Los Padres se iban a dormir sin saludarlo. Si te recibe la Madre, tené cuidado, le apasionan los jóvenes y seduce todo el tiempo, si no le das bola te dirá: “Quiero que lo lleve en su silla de ruedas Maxi Cooper a tomar sol, o frío, aún si llueve, él estará encantado vive en una habitación cerrada con llave, por cualquier cosa.”
   Al día siguiente, a las ocho hs, allí estaba Robin, esperando al minusválido cuyo nombre era Hood. Se presentaron solos: —Yo soy Robin, el encargado de llevarte a pasear.
   —Yo me llamo Hood, ¡Es genial, Robin Hood!
   Les decía piropos a cuanto culo pasaba. Nadie se ofendía, pensaban que estaba mal de la cabeza. Muy irónico, la cabeza era lo más sano que tenía. Un día le propuso una carrera, él con silla y Robin corriendo a su lado. Ganó Hood y con su boca instalada en la mejilla derecha, dijo: —Tenés un premio consuelo, esta Maxi Cooper tiene un microasiento, tras de mí. Vamos a tomar la calle, tengo habilitado un permiso para ir a la velocidad que quiera.
   Robin se adaptó al pequeño asiento, usaron la bajada para discas, Hood tomó la avenida hasta el río, a 200 km/h. El río estaba color plata. Mientras comían con placer un inmundo sánguche de chorizo: —Robin, ahora que somos amigos, Mamá te dio la llave de mi dormitorio, para no tener que ocuparse de abrir. Tengo un plan y necesito tu ayuda. Debemos proceder con hiper discreción y sigilo.
   Robin tuvo algo de temor, pero no podía dejarlo solo. Vio en sus ojos que sin él su plan fracasaría.
   —Mis Padres se van a Europa, odian el invierno y les permite olvidar al adefesio que vengo a ser yo. Tres meses tenemos ¡Tres meses!, Robin, el mundo será nuestro.
   A Robin le gustó la adrenalina de la tarea, más el frasquito que le hizo tomar Hood. El Personal de Servicio viajó con Chichi y Onorato Del Vulgo. Chichi curtía con el Mayordomo y Onorato con la Mucama. Hood gritaba: —Vamos, Robin, quitá la araña de caireles, debajo del círculo de yeso está el baúl, si obturás el botón izquierdo, bajará lentamente, te ayudo a llevarlo a la terraza, donde un helicóptero nos espera, vamos hasta Ezeiza y de allí a Estambul.
   Robin le pone cara de terror. —Robin, tenemos todo falso, menos 200.000 millones de dólares genuinos. Quiero llegar pronto, tengo una virgen que sabe de mi aspecto, me quiere por lo que pienso. Estaba harto de las películas porno, ausentes de pasión. Es grosero confesarlo, ella está enterada de mi miembro XXL y me espera desnuda y sin camisón. Robin, para vos hay de lo que quieras. Después nos compramos una isla, la más grande del mundo, donde encontraremos amor y paz. Allí hay una clínica donde se ejerce Medicina de última generación. Luego de tres operaciones, caminaré sobre mis piernas, mi cara será simétrica y los cruces de los músculos tan dolorosos, volverán a postura normal. Robin, ¿me podrás cuidar?  

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