Le dieron un Certificado
trucho de Acompañante Terapéutico. Un amigo lo ayudó. —Te presentás con un
jogging importado, zapatillas yanquis, recién bañado, uñas cortas impecables,
el pelo estilo nazi. Te regalo todo, llegó en un conteiner y nadie lo reclamó.
Mi novia te hace un currículum extenso, vas a ver que la Madre, cuando lo
reciba, lo pasará por el corta tiras, ¿cómo se llama la familia?
—Chichi y
Onorato Del Vulgo.
Paco quiso darle
ánimos. —Los conozco, el hijo les nació fallado, la vieja lo quería. Lo quería
tener lejos, con Niñeras, Psicólogos, Fisioterapeutas y Kinesiólogos. Los
Padres se iban a dormir sin saludarlo. Si te recibe la Madre, tené cuidado, le
apasionan los jóvenes y seduce todo el tiempo, si no le das bola te dirá: “Quiero
que lo lleve en su silla de ruedas Maxi Cooper a tomar sol, o frío, aún si
llueve, él estará encantado vive en una habitación cerrada con llave, por
cualquier cosa.”
Al día
siguiente, a las ocho hs, allí estaba Robin, esperando al minusválido cuyo
nombre era Hood. Se presentaron solos: —Yo soy Robin, el encargado de llevarte
a pasear.
—Yo me llamo
Hood, ¡Es genial, Robin Hood!
Les decía
piropos a cuanto culo pasaba. Nadie se ofendía, pensaban que estaba mal de la
cabeza. Muy irónico, la cabeza era lo más sano que tenía. Un día le propuso una
carrera, él con silla y Robin corriendo a su lado. Ganó Hood y con su boca
instalada en la mejilla derecha, dijo: —Tenés un premio consuelo, esta Maxi
Cooper tiene un microasiento, tras de mí. Vamos a tomar la calle, tengo
habilitado un permiso para ir a la velocidad que quiera.
Robin se adaptó
al pequeño asiento, usaron la bajada para discas, Hood tomó la avenida hasta el
río, a 200 km/h. El río estaba color plata. Mientras comían con placer un
inmundo sánguche de chorizo: —Robin, ahora que somos amigos, Mamá te dio la
llave de mi dormitorio, para no tener que ocuparse de abrir. Tengo un plan y
necesito tu ayuda. Debemos proceder con hiper discreción y sigilo.
Robin tuvo algo
de temor, pero no podía dejarlo solo. Vio en sus ojos que sin él su plan
fracasaría.
—Mis Padres se
van a Europa, odian el invierno y les permite olvidar al adefesio que vengo a
ser yo. Tres meses tenemos ¡Tres meses!, Robin, el mundo será nuestro.
A Robin le gustó
la adrenalina de la tarea, más el frasquito que le hizo tomar Hood. El Personal
de Servicio viajó con Chichi y Onorato Del Vulgo. Chichi curtía con el
Mayordomo y Onorato con la Mucama. Hood gritaba: —Vamos, Robin, quitá la araña
de caireles, debajo del círculo de yeso está el baúl, si obturás el botón
izquierdo, bajará lentamente, te ayudo a llevarlo a la terraza, donde un
helicóptero nos espera, vamos hasta Ezeiza y de allí a Estambul.
Robin le pone
cara de terror. —Robin, tenemos todo falso, menos 200.000 millones de dólares
genuinos. Quiero llegar pronto, tengo una virgen que sabe de mi aspecto, me
quiere por lo que pienso. Estaba harto de las películas porno, ausentes de
pasión. Es grosero confesarlo, ella está enterada de mi miembro XXL y me espera
desnuda y sin camisón. Robin, para vos hay de lo que quieras. Después nos
compramos una isla, la más grande del mundo, donde encontraremos amor y paz.
Allí hay una clínica donde se ejerce Medicina de última generación. Luego de
tres operaciones, caminaré sobre mis piernas, mi cara será simétrica y los
cruces de los músculos tan dolorosos, volverán a postura normal. Robin, ¿me
podrás cuidar?

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