Las playas en
Enero están repletas, no sé si la gente ha dedicado su tiempo a reproducirse
con generosidad, o los legrados están muy caros. Para encontrar una playa vacía
en Enero, tenés que viajar a la loma del orto que, por coincidencia, tienen
piedras, son angostas y eximios nadadores hacen uso. Cruzando el charco hay de
todo, pero guarda el hilo con la contaminación.
Está la
posibilidad de islas lejanas, desde un avión se ven regias, pero te instalás y
ves la furia del mar en olas. El tipo se siente invadido, un cacho de tierra lo
soportan, pero el perfil turista lo remite a la perversión de cabañitas. Muchos
mares coinciden en lluvias frecuentes. Nublados semanales o un Tsunami que se
lleva todo a la mierda y la mierda también, los bípedos es lo que más producen.
No entiendo
mucho de aguas, de este mundo cada vez entiendo menos. Pero a mí, que no me
roben el mar. —¡Fuera del agua todos! Porque los voy a mear jodido…
Y eso que soy
una ballena recién nacida y toda mi especie está de acuerdo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario