miércoles, 15 de febrero de 2023

PASIONES SUIZOCIATIVAS

 

   Su padre era único distribuidor de cera Suiza, en pueblos de la Prov de Bs As, Tornquist, Azul, Vela, Sierra de la Ventana. A su hija, de 25 De Mayo, le dejaba una caja por mes.

   La única pasión de Malvina, era encerar toda la casa y lustrarla con una frazada suiza, mañana, tarde y una parte de la noche. De madrugada miraba el espejo que entre cera Suiza y ella, dejaban en los pisos, su placer era casi orgásmico.

   Como la sociedad manda, se casó con un hombre que no le gustaba para nada, y tuvo tres niños que le parecieron un castigo.

   Cuando salían todos, ella miraba las rayaduras de marcas de zapatillas, zapatones o algún pedazo de pan con manteca, la manteca invertida al piso. Ni los saludaba, los mandaba a comer a lo de los abuelos. Aquellos desastres sobre su única pasión, la hacían tirarse de los pelos, que se volvieron rojos engrasados. El padre comenzó a proveerle cajas industriales de cera Suiza importada.

   La cera nacional, no cubría bien, como todo lo nacional. Para los relojes y la cera, no había nada igual a Suiza.

   A Malvina se le diluyó toda la familia en cera. Llegó a olvidarlos, tenía un vago recuerdo, pero como desaparecieron, para Malvina nunca existieron. Estando en plena tarea, aparecieron del “Ministerio de Personas Perdidas”, ella adujo no conocer ninguno de los nombrados. Declaró que vivía sola con su cera Suiza.

   Había tantas personas perdidas, que éstos pasaron a “Causas Insolubles”, una Ley sancionada hacía tres días. Malvina se puso vieja, pero hasta su último suspiro fue encerado.

   Tantas eran las capas que se  hundió hasta el cuerpo de Malvina.  La casa se embargó, luego de años, la compró una gente del Delta Este. Un matrimonio que odiaba la limpieza, pero sí que estuviera limpio. La mujer estaba encantada porque los pisos contaban con una cubierta de 10.000 capas de cera.

   Mientras vacacionaron tres meses en Europa, tomaron una mujer que se encargaría de la limpieza. Era tan fregona, que se hacía presente a diario, aunque nadie pasara lista. Limpió tanto que en un mes, encontró bajo capas y capas de cera, cuatro cadáveres, una mujer, un hombre y tres niños, fallecidos, como momias cubiertas por capas de cera Suiza.

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