miércoles, 1 de noviembre de 2017

¡Y OLÉ!


   —Llegué puntual y Ud, Dr Fatuto, respetó mi turno, eso me da seguridad, es la única virtud que tienen los ingleses. Antes del cuestionario habitual, no se moleste en preguntar. Se lo dicto: Inés Travel, sesenta años y monedas, mis operaciones son clásicas femeninas, nódulos en las mamas, benignos, útero junto con ovarios, con resultados benignos. Várices internas y externas, algunos by pass, según el parentesco con el finado. Artrosis, artritis, sifosis, escoliosis, lumbalgia. Acá están los análisis, Dr Fatuto, le ahorro el trabajo de leerlos. Salieron de libro, sangre globuleando en equilibrio, rojos y blancos adecuados, orina casi transparente, colesterol, de acuerdo a mi edad, perfecto… En fin, Ud dirá.
   La mujer tenía la salud de un adulto joven.
   —Sra Inés Travel ¿A qué vino, en estado óptimo?
   —No sé cómo explicarle, hay algo que me pasa, le pedí a mi cuñada que viniera conmigo, porque mi consulta no es para enorgullecerse, tampoco es una vergüenza. Hay una dificultad que me resulta imposible narrarle con palabras.
   —Si Ud no me dice cuáles son sus síntomas, dolores o lo que fuera, no soy adivino Sra Inés.
   —No tengo ninguna de las cosas que acaba de nombrar, Ud es médico, debe suponer qué me trajo hasta aquí. A mí se me cae la cara…
   —Sí, veo, la tiene caída, eso no es una enfermedad, no amerita una consulta.
   —No, no es esa caída, sólo le puedo decir que no voy más a misa, ni a jugar a la canasta con mis amigas, ni a visitar a mi primo paralítico, a veces ni estando sola lo soporto.
   —Soy un médico paciente, pero antes que se me vaya, explique como pueda, qué le pasa. Use palabras que se acerquen a su problemática, no sé, invente.
   —Bueno, bueno, Dr Fatuto. No se acalore, mi Madre nos tenía prohibida esa palabra, tal vez por eso no vine a tiempo. Me tiro pedos todo el tiempo, hasta los pájaros me imitan, el primero que es contundente y luego una ristra en tonos más bajos. Tengo prohibida la entrada al Supermercado. ¡¡Dr ¿Qué hace?¿Cómo abre todas la ventanas?!! ¡¡Mire cómo huyen sus pacientes!! ¡Dr, no me deje sola a la intemperie! 
   Ahí lo veo trepar a su auto, ¡cobarde!
   En el Hospital me dijeron la palabra oficial: Flato y si vienen en cadena: Flatulencias. Unas pildoritas y terminó esa desgracia humillante.
   Ahora eructo todo el tiempo: no importa a quién sea, es involuntario, ayer fui a ventanilla en el Banco Nación y se me escaparon cinco eructos seguidos, les di entonación y me dieron cinco mil pesos, que era el valor de mi extracción. El empleado se desmayó, no sé si la cifra le resultó elevada, o estaba en ayunas.
                                                                        

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