jueves, 17 de noviembre de 2022

INQUISICIÓN

 

   ─Me gustan tus trencitas, parecés una nena.

   ─Male tiene treinta y cinco años, que se disfrace de menor es porque a Bruno lo vuelve loco.

   ─Y a otros cuantos más, ¿será virgen? ¡No, qué va a ser! Se ha acostado con todos mis hijos. Y para que te quites la venda, con mi marido también.

   ─Yo la quiero igual, aunque haya tenido relaciones con sus primos también.

   ─Bruno tenía vergüenza de su propia hija, ni siquiera se sabe si era el padre.

   Se escucharon las llaves. Ella había vuelto de la India, se sabía que estaba por volver y volvió.

   ─Hija, te quiero preguntar algo, ¿viajaste con alguien más?, ¿fumaste esas porquerías que fuman en oriente?, ¿tomaste cocaína?, ¿te bañabas desnuda?, ¿recordás cuando nos bañábamos juntos?, vos eras grande, me daban ataques de pedofilia, pero eras feliz. Y después te fuiste pensando que tenías fiebre uterina…

   Entonces se hizo un silencio. La hija lloraba y no le preguntaron nada más.  

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