martes, 10 de abril de 2018

CUMPLIR CON LA VIDA

  
   —Los pescadores pescan, las personas pecan.
-Sarita escucha a su Padres borrachos y cuenta para que me asombre-.
   —Tanto pescadores como personas, tienen que pescar para pecar y que nazcan bebés.
   Le cuento a Lucas: —Sarita es hija de alcohólicos y dice cualquier disparate, tener hijos no es pecar.
   —Para mí la culpa es del Padre Francisco, les dijo a mis tíos, que hasta que no se casaran, tener tantos hijos era pecar, pero si se casaban quedaban sobreseídos y podían ir a pescar al Río Samborombon, para calmar esa manía de parir un hijo por año. Mi tía era muy linda y mi tío pensaba que si siempre estaba embarazada, nadie miraría a su mujer. Cuando llegó el décimoquinto hijo, el Médico le dijo, que le convenía ligar las trompas. Debido a que su útero, de tanto parto, estaba lleno de baches. —Se lo explico con palabras de uso corriente para que me comprenda.
   Mi tía lo miró como a un santo: —Gracias, Doc, ahora me tiene que decir, las corrientes de aire que se producen en la zona. ¿Cómo las puede solucionar?
   —Suturando uno por uno, mi querida, su marido no creo que se moleste, debe estar harto de encubicular, tan asiduamente, sea sincera, Ud también.
   Le fue sincera. —Yo también estoy harta, pero tipo que se me cruce, encubiculo. Cualquier cosa, Doc, Ud me remienda.

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