sábado, 6 de junio de 2020

CARTA PARA USTEDES


   Mis queridos lectores de siempre y también a los nuevos. No les creo a las estadísticas. Disculpen mi lenguaje bizarro, yo lo considero un lenguaje, aprendido en la Facultad de la calle. El abuso de sexo, el niño muy lindo y bueno se maneja solito, es mi personaje preferido.
   Son cuentos cortos, es probable que lo bueno, si breve, dos veces leído. La pura hipótesis me da ganas de seguir escribiendo. La ausencia de puntuaciones correctas, merece mi exilio, no sé dónde. Ser pobre es benigno frente a la pandemia, que puede terminar con nuestras vidas. No me extiendo más en lo que sucede, porque sucede lo que pasa.
   En esta situación me cuesta escribir, pero me despega un rato de esta pesadilla. Estoy perdiendo vocabulario, del bizarro y del fino. Si aparece una idea, luego olvido qué idea. Confundo todo, meto la ropa en la basura y al lavarropas le encanta, ese día no trabaja. Duermo en el vestidor y me pone contenta encontrar en mi dormitorio, la cama tendida.
   Las boletas que debo pagar, no las pago. Me cortan la luz y recurro a las velas. Ilumino toda la casa con velas, al escritorio le pongo diez candelabros. Así y todo no veo lo que escribo. Sepan disculpar que retorno a la pandemia, debe ser lo único que tenemos en común y cómo se está dejando la lectura. Tengo que dejar aquí, hay fuego en las cortinas. Un abrazo, yo.

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