miércoles, 10 de junio de 2020

NIÑOS


   —Me tenés que alimentar bien, para prevenir la peste. Ayer fui a visitar al niño que vive abajo.
   —No podés hacer eso, estás bien alimentado, la peste necesita que uses el casco nuevo, te pongas alcohol gel, en todo tu exterior. Antes lavate bien las manos. ¿Y cómo se te ocurre bajar por la escalera?, tu actitud no parece de un niño lindo y bueno. ¿A quién fuiste a visitar?
   —A un niño que no lo dejan ver a nadie, las ventanas de su casa están blindadas. Los zapatos los tiene que dejar en el pasillo, no usa barbijo ni anteojos. Me dijo: “Gracias por venir a visitarme, mantenete a cuatro metros de distancia, así dicen las Santas Escrituras.”
   —Ni se te ocurra salir del departamento y si un niño no cumple los santos protocolos y está en el pasillo, es porque adentro debe ser insoportable, como un niño que yo sé, vos no salgas de tu casa, está prohibido. El departamento es chiquito, no mires por la ventana.
   —Soy un niño lindo y bueno, pero yo te vi mirar por la ventana, para chusmear al Papá de mi nuevo amigo.
   —No lo puedo resistir, es tan buenmozo, que por cortesía voy a ir a saludar con el pretexto, que nuestros niños se hicieron amigos.
   —Mami, no me hagas pasar vergüenza, en las tortas de mis cumpleaños ponés tres velitas, pero ahora cumplí seis y vos seguís poniendo tres. No mientas cuando pregunten mi edad, deciles que tengo seis, si no van a pensar que soy un monstruito.
   —Niño lindo y bueno, tengo los derechos de una Mujer, que nunca ve a su Marido y tal vez, con este buenmozo, se me da.
   —Mami, ¿qué quiere decir “se me da”?
   —Quiere decir que si me invita dormir con él, yo le voy a decir que sí. Vos te quedás adentro del depto, te encierro con llave, para que no tengas miedo. Vuelvo temprano.
   Hace como un mes, que va todos los días y no entiende, esto le puede traer consecuencias.
   —Qué suerte que estás levantado! Venga aquí niño tan lindo y tan bueno. Estoy embarazada, vas a tener un hermanito.
   —No quiero un hermanito, vos ya sabías que a vos y a Papi no los voy a compartir con nadie, nunca jamás.
   —Vas a ver cuando venga Papi, qué contento se va a poner, fue un milagro, hace siglos que no estamos juntos.
   — Mami, ¿querés que se lo diga yo? ¿O preferís darle la noticia vos? Mirá, escuché la puerta del ascensor.
   —Mi amor, suerte que viniste temprano, justo para festejar. ¡Estoy embarazada! Ya me hice todas las pruebas y la primera ecografía. Es un varón y si no miralo, vas a ver cómo se le notan las bolitas.
   —Para que sepas, después de nuestro primer niño, no quise tener más, y para asegurarme, me hicieron una vasectomía.

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