No le gustaba
trabajar, en la infancia, su Madre, hacía constar ante quien quisiera oír: “Es
incapaz de levantar un papel del suelo”.
Podía vivir sin
trabajar, su Madrina bendijo su anorexia laboral. Cuando falleció le dejó una
fortuna. Por soledad y por desgracia buscó conchabo en internet, aceptaron su
solicitud, pero en ningún lugar figuraba de qué se trataba. Tenía la dirección,
había un terreno de cuatro manzanas sin construcciones y una tapa de Obras
Sanitarias, a ras de la tierra, con un picaporte. Bajo relieve se leía: “Baje
sin llamar”.
Lo atendió un anciano de barbas blancas, largas hasta las
rodillas. Ninguno se dio ni las buenas tardes. Barba larga habló primero:
—Todo consiste
en editar 35.000 ejemplares de un libro que yo escribí con las peores
intenciones, le aclaro que no muerde. Tosió seco y gargajeó vivo de risa.
Levante Ud este paquete, con las primeras ediciones que son 1.000, debe
encargarse de la venta y la edición de los 34.000 restantes. Prefiero una
editorial desconocida.
El nuevo trabajo
lo inquietó:
—Si no es
molestia quiero saber el título del libro y algo referido al contenido.
El viejo miró la
escalera de caracol y por vez primera le notó una exacta similitud con la vida.
—La curiosidad
de algunos jóvenes me sigue asombrando, sé que lo leerán. Los libros están
cerrados. Sólo el comprador podrá abrirlos. Casi olvido decir, que se venderá
únicamente a personas lectoras. El título es una ligera modificación de lo que
reza la puerta de mi casa: “Entre sin llamar”. En cuanto al contenido, Ud dirá,
si es lector y lo compra. Todo está pagado, aún la editorial es la única
desconocida, la encontrará enseguida. Muchacho, este trabajo lo ocupará la vida
entera, puedo asegurarle que habrá reediciones. Ud mismo debe encargarse de las
ventas, lector por lector. Cuando termine, le pido, que me visite, gustaría de
saber la repercusión de mi obra.
Alquilé el
Congreso de La Nación por tiempo indeterminado. No iba nunca nadie. Se
rumoreaba que en el año 2.078 será demolido por el pueblo en su conjunto, que
en ese tiempo andará con pensamiento.

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