Decidieron las autoridades que nos encerremos
en nuestras casas. Nos obligan a pasar un mes en pijama. El que se asome a la
calle será debidamente castigado.
Los chicos deben
jugar en la calle, salvo que alguno resuelva encerrarlos en el baño. Hay que
usar barbijo dentro de la casa de uno y no recibir delivery. Deben dejar la
pizza en el medio de la plaza y uno la tiene que pasar a buscar.
Cerraron las fronteras
de cada pueblo. Durante un mes no se podrá transitar por ruta, para asegurarse
la cubrieron de miguelitos. Hay que tener todas las vacunas para el Covid 19.
Todavía no ha llegado ninguna, pero todo llega en la vida.
Personal de
limpieza o Señoras que trabajan de Mucamas, no podrán asistir a sus trabajos,
por lo tanto no recibirán salario. Se permite sacar dinero de los cajeros
automáticos. Hasta el momento hay filas de 120 personas. Fumigan los pueblos y
los campos con alcohol setenta.
No devuelven los
documentos hasta que no se compruebe, que uno es uno y no dos. Como medida de
prevención consultaron a Matemáticos consagrados, que dieron como resultado:
que dos menos uno es igual a uno.
Decidieron
cerrar todos los cajeros porque plata no tenían. Los corruptos que gobiernan se
afanaron la guita. Lo que quedaba, bah.
Argentina no
está en venta, porque ya la compraron. ¿Dónde están los papeles de la
transacción? Preguntale a Magoya.
Los pueblos se
pusieron de acuerdo, al grito de:
—¡Los vamo a
reventar! ¡Los vamo a reventar!
—Amén.

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