No fue ni al
sepelio de su Madre. Ahora le festeja todos los cumpleaños, con un retrato de
ella, presidiendo la mesa. Brindan los invitados, por cada copa que toman,
porque su Madre vuelva pronto. El hijo mira para otro lado y desea con toda su
alma, que prolongue su estadía.
—Yo no la quiero
en esta casa, ocupa todo el espacio que puede y en el que no puede, contrata
dobles con textos bien aprendidos, que casi no se nota que su Madre no es su
Madre.
Le cuenta a dos
de sus amigos y a la prima mayor de su Madre, que con tanta cirugía parecía la
menor. La prima, bien descotada, pregunta:
—Pero, querido
Arturito, ¿dónde reside el conflicto?, vos hacés lo que querés y ahora que está
bien muerta, le podés echar las dobles y con la plata que ahorrás, hacés un
buen viaje a París o a Monte Grande, si te da miedo el exterior. Yo te acompaño
gustosa, soy tu Madrina y por lo tanto incondicional. Si pasás un rato con
otras, espero despierta en tu cama, para que esté calentita, cuando volvés
cansado de tanta puta de regalo.
Ésta, hace
tiempo que me tiene ganas, pero tanta operación no le quita los años que me
esperó a crecer, mundano, como era ella y todavía lo es, la pobre persevera y
yo no descarto su deseo. Y se dio así, la cama estaba tibia, pero con ella
adentro, destapó el acolchado y mostró su cuerpo cirujeado, de la cabeza a los
piés, no soy de hierro, arremetí, cuando me tocó estar abajo, miro hacia la
pared y había una foto de mi Madre cuando era joven, era igual a la que me
galopaba. Me pareció una putada, coger a mi propia Madre. Una repulsión tan
agraviante que me sentí como Edipo, tuve ganas de arrancarme los ojos, pero se
me cruzó en la memoria, lo buena que estaba la hija de la prima de mi Madre. De
mi familia materna no tenía nada, era igual a su Padre, morocha de ojos verdes,
inteligente, oportuna e incapaz de traicionar.
Cuando la
Madrina se metió en el baño, llamé a la pendeja por celular, nos citamos para
el jueves, me encantó su voz cantarina despidiendo nuestro futuro encuentro,
con un OK.

No hay comentarios:
Publicar un comentario