sábado, 30 de abril de 2016

FESTEJO ANUNCIADO


   Una manifestación de hojas de otoño, la paleta del otoño, ocres, amarillos, verdeopacos.
   Pisarlas remonta algunas, que avisan a otras y las zapatillas de Kito, se llenan de hojas y él de alegría. Hay una decisión general, vecinal, municipal, empresarial y las diez comisiones restantes, sin tareas asignadas. Se trata de festejar “el día del Otoño”, improvisaron un escenario, en los fondos de “Con Reservas”.
   Instalaron un ventilador, Susi se ocupaba de arrojar cientos de hojas secas, luego del discurso del Profesor Noble, que era tartamudo y nadie lo aplaudió.
   Susi miraba al disertante y arrojaba hojas en los espacios que Noble usaba pa…pa…para, para ah…ah…ha...blar. Susi se puso nerviosa y metió los dedos en el ventilador, le rebanó tres falangetas, las hojas sangrantes gotearon a todos los asistentes que huyeron pisándose unos a otros. Cuando revisaron el escenario, la platea y el estacionamiento, los acomodadores no vieron falangeta alguna. El hijo de Kito, con diez años, trajo las tres falangetas, estaban en una bolsa de celofán transparente. En la misma guardia le acomodaron las falangetas, hubo una confusión entre el índice y el mayor. Ese episodio se pasó por alto, cualquiera se confunde. Susi borró de su mente el otoño, las hojas y los ventiladores.
   Cuando Susi convalecía, Kito la visitaba. —Yo, es lo único que sé, la visitaba.
                                                                 

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