miércoles, 13 de julio de 2016

NO ALCANZA


   La Tere, la Luisa y la Carmen, se conocían desde las panzas de las madres. Nacieron en Abril, con días de diferencia.
   La Luisa criaba los hijos de la Tere, le venían seguidos los embarazos. Era muy católica, decía que recibiría todos los hijos que dios le mandara.
   Total, la amiga, sola, le criaba los chicos.
   Uno salió con la cara del carnicero, otro era igual al verdulero y el panadero, que lo reconoció enseguida porque le faltaban los dientes a los dos.
   La Carmen hacía los mandados y no le cobraban nunca. Ella pensaba que la Tere traía disgustos y provisiones. A medida que los gobiernos les comían los bolsillos, pasaron a la categoría de indigentes. La primera afectada fue la Tere.
   Las dos amigas que la ayudaban, ahora trabajan doce horas o hasta catorce.
   El carnicero se dio piñas con el panadero, que decía ser el padre del bebé de Tere, salió el verdulero, anunció que otro de los niños era suyo, el Intendente tuvo que reconocer que era otro, sólo una coincidencia de parecido. En una semana, cada padre reclamó su hijo. La Tere se los entregó y se alegró. Sus amigas le preguntaban cómo podía estar contenta sin sus hijos. Ella se miró al espejo y dijo que recibiría todos los hijos que dios le mandara.
   Hasta el cura tuvo un hijo con la Tere. Es raro ver en la plaza una persona alta, con sotana, paseando con uno de tres años, vestido con sotanita.  
                                                                               

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