—Mami, los niños del Colegio Privado que me mandás, usan botas de piel y camperas de piel. Yo tengo mucho frío, con el uniforme de tela.
—No se deben
matar animales para confeccionar tonterías.
—Soy un niño
lindo, que merece todo. Así me dice la Abuela, cuando le cuento algo de vos.
Nunca le conté nada bueno. Papi se queja del frío pero lo soporta.
—Estoicamente,
como es él.
—¿Qué quiere
decir estoicamente?
—Quiere decir
estoicamente, o reemplazarlo por, estoy caliente.
—Yo no hablo con
mis amiguitos cosas de mayores. Por eso tengo que confesarte algo. ¿Viste a
Papi, cuando me trae del Colegio?, viene la Maestra con nosotros y antes de
bajarse, siempre le dice algo en el oído. Seguro que hablan de mí. Pero en los
últimos días me puse bien cerquita y escuché a la Señorita, que lo miraba a los
ojos: “Estoy caliente.” Y se bajó guiñando un ojo.
—Niño lindo y
bueno, no quiero saber más nada, tenés que ir a ordenar tus juguetes.
—¿Por qué me
tengo que ir?
—Porque picar
cebolla me hace llorar y no me gusta que mi niño esté presente.
Llegó mi Papi,
silbando desafinado, con cara de Feliz Cumpleaños.
—¿Se puede saber
de dónde venís? Vamos al Bar de abajo, tenemos que hablar.
—Niño lindo y
bueno, salimos con tu Padre, un ratito, vos quédate, hace frío.
Fue más de un
ratito, me dieron tiempo para ver dos pelis de Netflix. Al final me dormí con
la tele prendida.
Me desperté con
la voz de Mamá: —Voy a lo de tu Tía, a pasar unos días. Me necesita porque está
sola y dos de tus primitos tienen fiebre. Me llevo el auto, queda lejos.
Durante la
despedida casi me parte los huesos, eso quiere decir que fue un abrazo de
cuando se va muchos días. Papi pidió licencia en el trabajo, para cuidarme.
Lo pasé recontra
bien, es un genio, andábamos en la moto, miramos películas no aptas para niños,
esas me encantan porque te muestran todo. Papi me informó que a pesar de haber
soportado estoicamente estas circunstancias, era mejor ir a buscar a Mami en
moto.
A la Escuela me
llevaba la Maestra y me traía. Se hacía la buena y la simpática. Un día vi
llegar a Pa y a Ma, en el auto. La Maestra los esperaba en la puerta de
entrada.
Se gritaron la
vida, yo me escondí en el baño. Me siento mal cuando escucho pelear a los
grandes.
—Terminó nuestra
pesadilla, vení a darnos un beso. ¿Por qué te vas a dormir tan temprano?
—Porque estoy
caliente.
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