domingo, 14 de abril de 2024

NIÑO BONSAI

    —Mami, los niños del Colegio Privado que me mandás, usan botas de piel y camperas de piel. Yo tengo mucho frío, con el uniforme de tela.

   —No se deben matar animales para confeccionar tonterías.

   —Soy un niño lindo, que merece todo. Así me dice la Abuela, cuando le cuento algo de vos. Nunca le conté nada bueno. Papi se queja del frío pero lo soporta.

   —Estoicamente, como es él.

   —¿Qué quiere decir estoicamente?

   —Quiere decir estoicamente, o reemplazarlo por, estoy caliente.

   —Yo no hablo con mis amiguitos cosas de mayores. Por eso tengo que confesarte algo. ¿Viste a Papi, cuando me trae del Colegio?, viene la Maestra con nosotros y antes de bajarse, siempre le dice algo en el oído. Seguro que hablan de mí. Pero en los últimos días me puse bien cerquita y escuché a la Señorita, que lo miraba a los ojos: “Estoy caliente.” Y se bajó guiñando un ojo.

   —Niño lindo y bueno, no quiero saber más nada, tenés que ir a ordenar tus juguetes.

   —¿Por qué me tengo que ir?

   —Porque picar cebolla me hace llorar y no me gusta que mi niño esté presente.

   Llegó mi Papi, silbando desafinado, con cara de Feliz Cumpleaños.

   —¿Se puede saber de dónde venís? Vamos al Bar de abajo, tenemos que hablar.

   —Niño lindo y bueno, salimos con tu Padre, un ratito, vos quédate, hace frío.

   Fue más de un ratito, me dieron tiempo para ver dos pelis de Netflix. Al final me dormí con la tele prendida.

   Me desperté con la voz de Mamá: —Voy a lo de tu Tía, a pasar unos días. Me necesita porque está sola y dos de tus primitos tienen fiebre. Me llevo el auto, queda lejos.

   Durante la despedida casi me parte los huesos, eso quiere decir que fue un abrazo de cuando se va muchos días. Papi pidió licencia en el trabajo, para cuidarme.

   Lo pasé recontra bien, es un genio, andábamos en la moto, miramos películas no aptas para niños, esas me encantan porque te muestran todo. Papi me informó que a pesar de haber soportado estoicamente estas circunstancias, era mejor ir a buscar a Mami en moto.

   A la Escuela me llevaba la Maestra y me traía. Se hacía la buena y la simpática. Un día vi llegar a Pa y a Ma, en el auto. La Maestra los esperaba en la puerta de entrada.

   Se gritaron la vida, yo me escondí en el baño. Me siento mal cuando escucho pelear a los grandes.

   —Terminó nuestra pesadilla, vení a darnos un beso. ¿Por qué te vas a dormir tan temprano?

   —Porque estoy caliente. 

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