miércoles, 24 de abril de 2024

PARA REIRA O LLORAR

    El Tío Pancho de noche para dormir me introducía unos autífonos en los oídos y así terminar los conocimientos que me faltaran. Aprendía durmiendo, Historia Universal, Filantropía, Interacción de las Matemáticas con la Gergometría. Me levantaba con dolor de cabeza para seguir estudiando con el Tío Pancho.

   ─Tío, me estás sobresiguiendo, mucho, quiero dormir 48 horas corridas, sin nada en las orejas y con mi Oso abrazado.

   Me dijo que sí.

   ─Pasado mañana partimos a Buenos Aires en una avioneta particular que nos manda la UBA.

   ─¡¡Viento!! Por fin voy a poder desde arriba las cosas de abajo. ¿Y la UVA? ¿Quién son?

   ─Donde te llevarán al aula de los Pasos Encontrados, deberás responder o exponer todos los temas que te pregunten. El más capito decidirá tus calificaciones.

   ─¿Es un Señor que me va a masticar mi pitito?

   ─¡No! Por favor, fue una forma de decir. Es el Rector de la Universidad que presenciará tus conocimientos.

   Ese día hacía calor, me vestí con mis bermuditas negros y mi remerita roja. Los colores del partido Anarquita de mi Papá.

   Pude hablar de corrido, con el aburrido lenguaje de los adúlteros. Me saqué diez en todo. Me aplaudieron, vino la Televisión y todas las mujeres me besaban. Hubo una que casi me ahoga, poniendo mi cabecita entre sus tetas más grandes y más duras que mi cabeza. Los Premios fueron un montonazo de dólares y dos pasajes para recorrer las principales Capiteles de Uropa. Un pasaje para mí y otro para mi Tío Pancho, era obligación viajar con un adúltero.  

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