Ella tomaba
notas y grababa en los baños. Chupaba whisky y escribía las tonteras de las
reuniones comerciales. En la última, aumentó la ingesta alcohólica, subió a la
mesa oval y habló:
—Creo que esta última selección de publicidades, debe
terminar con la idea del traste alto, los pechos grandes y las caras de muñecas
sin edad…
Su Jefe la bajó
de la mesa: —Vos sos el personal silencioso, tomás las notas y ahí terminás.
¿Entendés, Cala?
Ella asintió y
fue a los baños, con un grabador nuevo, que grababa hasta los latidos del
corazón. De un retrete al otro, dos inversores, hablaban:
—Esa tal Cala, dijo
algo interesante que me gustaría seguir escuchando, aporta a la campaña.
El Socio de al
lado, mostró entusiasmo: —¿Y su Jefe aceptará?
Se escuchó ruido
de papel higiénico estrujado.
—Aquí nuestros deseos son órdenes, él debe
obediencia.
Cala regresó a
la sala de negociación, obviando al Jefe, el primer inversor le pidió que
expandiera sus ideas, para no generar asperezas, dijo que una opinión femenina,
nunca estaba de más.
Con la autoestima
en alto, Cala expresó:
—Pienso en una mujer cubierta, sin insinuar seducción.
Un ser pensante, sugiriendo el producto más eficiente del mercado. Europa gana
compradores con mujeres austeras, cuyo objetivo es el resultado del kit
completo. Las variables de un sólo elemento, se comprobó que no cumplen lo
deseado. ¿Qué quiere la mujer? Que brille. Podemos apostar con márgenes altos,
si en Europa se agota la oferta, en Latinoamérica fluye y está la oportunidad
de venderles nosotros a ellos. Primer Mundo, Tercer Mundo, Cuarto Mundo, son
falacias, invención de los países Primermundistas, para desalentar nuestro
propio desarrollo. Debemos y podemos ocupar el primer puesto. Los Ministerios
de Relaciones Exteriores, se dejan, serán reemplazados por Embajadores
convincentes y respetuosos.
—Ud, Srta Cala,
sigue extralimitando su injerencia.
Cala miró por
encima de su cabecita negra: —Si la sala no acredita mis ideas, yo renuncio.
Dejo mi libreta de notas y el grabador oportuno, por si alguno olvida como es
frecuente, mi trabajo de una década. Buenas tardes, cuiden que no sea demasiado
tarde.
Escucharon sus
tacos caminado hacia afuera. Y murieron por aquel trasero bamboleante.

No hay comentarios:
Publicar un comentario