Todos los días
me levanto con la pesadilla puesta, si es un amigo o familiar, le hablo por teléfono,
casi sin despertar, para saber si están vivos. —¿Cómo te vas a poner así? ¡Me
alargaste la vida!
—Sí, pero yo me
banco cuatro velorios inesperados en una noche.
Esta última
semana se me murió mucha gente. Pensé que la semana entrante cambiaba, pero
soñaba que no encontraba mi cartera en ninguna parte, con la cédula, todo el
dinero hasta fin de mes, el carnet de osde, los teléfonos de mi familia. Nadie
me ayudaba y hasta les veía un goce por mi angustia.
—No seas tan
materialista.-Me decía mi mejor amiga-.
Días salteados,
pesadillas donde me hacían una cirugía de cara en la peluquería. Con antelación
pedía que fuera sin métodos agresivos, ningún corte. Entre cuatro estiraban mi
cara como tendiendo una cama deshecha y me hacían un prolijo repulgue de
empanada, rodeando la cara. Me acercaban un espejo de aumento y dentro del
sueño, me desmayaba, tenía ojos orientales bizcos, nariz casi plana. Mi boca
llegaba a las orejas, con una sonrisa eterna. Dormida despertaba a mi marido,
le pegaba trompadas para que se despierte, lo lograba, me miraba con ojos
entornados, yo le contaba y él: —Estás divina, Negra, hermosa y no me jodas
más, porque te como el repulgue.
A las 8 hs, por
celular, mi hijo preguntaba cómo me bautizaba papi hoy.
—Vieja gorda y
pelada.
Escuchaba sus
risas y le cortaba. Al día siguiente llamaba más tarde: —¿Y hoy, cómo te llama?
—Gorda
panzona.-Hablaba con micrófono abierto, sus amigos escuchaban todo, menos mal
que el negocio está siempre vacío-.
Sus amigos, si
escuchan, me nefrega.
—¿Y hoy mami,
cómo te llama papi?
—Cocodrilo
gritón, basta pendejo, vamos a ver cómo te dirá a vos tu mujer, cuando seas un
viejo choto.
Ahora, por
suerte tengo resarcimientos, me acuesto con tipos distintos, que mueren por mis
tetas, la única pálida de esos sueños maravillosos, es que no puedo tener orgasmos, porque me
despierto y bien despierta.
Hay unas
pastillas que te dormís de una, voy a tomar tres, quedaré estúpida 48 hs, pero
no voy a recordar ningún sueño…
¿Y después? Después
es ahora. Desconecto el fijo y el celular.

No hay comentarios:
Publicar un comentario