Su padre era
único distribuidor de cera Suiza, en pueblos de la Prov de Bs As, Tornquist, Azul,
Vela, Sierra de la Ventana. A su hija, de 25 De Mayo, le dejaba una caja por
mes.
La única pasión
de Malvina, era encerar toda la casa y lustrarla con una frazada suiza, mañana,
tarde y una parte de la noche. De madrugada miraba el espejo que entre cera
Suiza y ella, dejaban en los pisos, su placer era casi orgásmico.
Como la sociedad
manda, se casó con un hombre que no le gustaba para nada, y tuvo tres niños que
le parecieron un castigo.
Cuando salían
todos, ella miraba las rayaduras de marcas de zapatillas, zapatones o algún
pedazo de pan con manteca, la manteca invertida al piso. Ni los saludaba, los
mandaba a comer a lo de los abuelos. Aquellos desastres sobre su única pasión,
la hacían tirarse de los pelos, que se volvieron rojos engrasados. El padre
comenzó a proveerle cajas industriales de cera Suiza importada.
La cera
nacional, no cubría bien, como todo lo nacional. Para los relojes y la cera, no
había nada igual a Suiza.
A Malvina se le
diluyó toda la familia en cera. Llegó a olvidarlos, tenía un vago recuerdo,
pero como desaparecieron, para Malvina nunca existieron. Estando en plena
tarea, aparecieron del “Ministerio de Personas Perdidas”, ella adujo no conocer
ninguno de los nombrados. Declaró que vivía sola con su cera Suiza.
Había tantas
personas perdidas, que éstos pasaron a “Causas Insolubles”, una Ley sancionada
hacía tres días. Malvina se puso vieja, pero hasta su último suspiro fue
encerado.
Tantas eran las
capas que se hundió hasta el cuerpo de Malvina.
La casa se embargó, luego de años, la
compró una gente del Dalta Este. Un matrimonio que odiaba la limpieza, pero sí
que estuviera limpio. La mujer estaba encantada porque los pisos contaban con
una cubierta de 10.000 capas de cera.
Mientras vacacionaron
tres meses en Europa, tomaron una mujer que se encargaría de la limpieza. Era
tan fregona, que se hacía presente a diario, aunque nadie pasara lista. Limpió
tanto que en un mes, encontró bajo capas y capas de cera, cuatro cadáveres, una
mujer, un hombre y tres niños, fallecidos, como momias cubiertas por capas de
cera Suiza.

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