sábado, 25 de agosto de 2018

CUENTO ESTO...A VER



   El Editor no quiere que le lleve material con juguito. —Puede atraer el disgusto de los más o menos cultos y el gusto de los aviesos.
   Al día siguiente llevé una especie de poesía, verso libre, sobre Lorca. —¿Y quién lo conoce a Lorca? Él escribió lo que escribió, lo que sale de vos es un homenaje, bastante aburrido por cierto.
   Frente a la oscuridad la bronca produce fisuras de luz. Cuando nacimos, mi Madre nos puso: Tatana, Teresa y Titina. Le explicaba a una vecina que llamarnos Tá, Té, Tí, le resultaba cómodo y práctico.
   —Ésta es una casa sin hombre, de día dormiré cuatro horas. Hay que laburar para mantener cuatro personas.
  —¿Y si la más grande le trabaja en algo?
   Recordó su infancia. —No, las tres van a estudiar, se van a recibir y no las usarán de burros de carga. Si tengo que trabajar dieciséis horas por día, que así sea. Se reparten las tareas de la casa y entre ellas reina la armonía.
   No sé por qué hablé, la lechuceé. Té, encontró un novio que ni siquiera es profesional ¡es tachero! Y están perdidos el uno por el otro. Me dejó de estudiar y vive con el pelagatos, en un barrio con calles de tierra. La cosa se puso jodida cuando quiso saber quién era su Padre. Le tuve que contar. —Cuando tenía dieciséis, tuve tres novios juntos. Y se sumaron dos más, quedé embarazada, no supe quién era tu Padre, hija. Porque dos se hicieron el ADN y no coincidían. Los tres restantes vivían en países europeos. Traté de rastrearlos pero fracasé. Lo lloré más que vos, no sé quién es tu Padre, perdonámelo.
   Ni adiós, subió al auto de su pareja. No quiso hablar conmigo hasta que me reivindicó como Abuela, cuando mi nieto tuvo cinco años. Tá es la Madrina y Tí, odia los hombres, ahora vive con una amiga, las dos son Abogadas y hay algo que no me concierne, es gay. Pero la otra chica es tan buena…
    Tá vive conmigo. Estudia Medicina y dice que no tiene tiempo para novios, ni amigos, apenas visita a su ahijado y le pide a Té, que venga. Té me habla poco…
   Tá y Tí tienen el mismo Padre, mi exmarido. Jamás me pasó una pensión. Se casó de nuevo, eso es lo que sé. Yo estuve muy enferma, pero por suerte, ahora estoy bien.    

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