domingo, 12 de agosto de 2018

EL DÍA "D"



   …“Los abortos, a partir del día de la fecha, serán realizados por los Senadores”…
   —¿Te parece que los harán bien?
   Trini dijo dudando: —Y mirá, si son ladrones de guante negro, es un riesgo. Me quedo con la vieja que me hizo cinco, con un Anestesista Practicante y ella con mano bendita, concluyó mi legrado sin yo perder una sola gota de sangre. No me cobró nada, era Tía de una amiga. ¿Por qué hiciste esa pregunta Moni, estás embarazada?
   —El turro se rajó y no me dio un mango, no sé adónde ir, ¿qué hago?
   Trini pensó en sus ahorros y en la Tía generosa, le contaría dónde vive Moni, alguna rebaja le haría.
   Moni sintió premura, su Madre presentía y le preguntó por qué andaba con náuseas. Casi le cuenta. Frenó a tiempo. Decidió ir a cualquier lugar. Le dieron un turno a las tres de la tarde. Ella, dos y media se presentó.
   —Mirá piba, si te dije a las tres, no te me aparezcas antes, pasá, pero yo ni lavé la cocina. Algo siempre hay que esterilizar. Tiene que venir mi sobrina para la anestesia. No llores, eso hay que pensarlo antes. Ahora acostate en la mesa larga.
   Moni escuchó a la sobrina que hablaba bajo con la mujer.
   —¿Vo está segura que e mayor de edá, mira que yo no quiero quilombo. ¿A ver, nena? Tiene venas grande, por suerte. ¿Se la pongo ahora?
   La mujer contestó. —Sí, dale, que a las cuatro y media viene otra.
   Moni no sintió más nada, recuperó la conciencia en un catre con una colcha de manchas dudosas. Antes del desmayo vio el catre inundado de sangre. La dejaron en la puerta del Hospital y se fueron.
   Le dijeron a la Madre que le habían hecho un aborto, personas sin experiencia.
   —Ahora que siga Élida, yo no puedo.
   La Madre no entendía nada, cuando el Médico le informó que el legrado le produjo una infección generalizada. Moni murió, la Enfermera Élida la abrazaba. —Mirá, mi amor, acá hay muchos culpables, las mujeres que carecían de asepsia, el Estado, la Iglesia y todos los que votaron en contra de la Ley.
   Aparece Trini sacada de sí: —Voy a hacer la denuncia en la Policía y entro clandestina al Senado.
   Mi micrófono de karaoke le pondrá letra a la muerte de Moni. La ligereza de sus ambiciones está cargada de asesinatos ignorados, que ahora serán realizados por Uds, algo huele mal en Argentina.
   Se siente, se siente, el pueblo está caliente.
   ¿Apagarán con sangre las fogatas?

No hay comentarios:

Publicar un comentario