viernes, 16 de septiembre de 2022

¿INSENSATO? MMM...

 

   Todos me dicen la diferencia de edad:

   —Mirá que entre vos y ella hay muchos años en el medio.

   Si es por el tiempo, me parece totalmente en vano, el que inventó las horas, los días, los meses, los años, junto con el obsesivo del reloj, tajeando la vida con dos agujas. Es multimaravilloso vivir despacio, que los ojos se llenen de verdes, amarillos, azules, que el banco de madera tenga un ángulo faltante y debería arreglarlo. Debería no quiere decir que deba.

   ¿Es casi una adolescente? ¿Una joven? ¿Una vieja operada?¡Qué me importa! Si podemos hablar el mundo con ella. Su figura frágil, los ojos tristes y el pelo fucsia. Todos me dicen:

   —Parece tu hija, che.

   Ojalá hubiera tenido una hija así. La mía carece de existencia para mí y es mutuo.

   El más preocupado era Eugenio. Nunca encontraba el espacio para contarle, éramos amigos, no quería dañarlo.

   —Eu, me voy a casar con ella.

   Él fruncía la cara completa.

   —Vos sabrás cómo proceder, es triste para la joven, aunque seas   un payaso divertido.

   Yo le digo, es ahora o nunca dejará de ser una traición.

   —Mañana nos casamos y quiero que seas el padrino, ella está sufriendo en casa, hecha un rollo, te tiene miedo.

   Volvió a fruncir la cara:

   —¿Quién es la chica? Quiero saber su nombre al menos.

   —No necesitás saber su nombre, la chica… qué se yo… no sé explicar… la conocés… La chica es tu hija.

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