lunes, 12 de septiembre de 2022

¿UN ESPEJO SÓLO?

 

   Ella dice, que frente al hombre que se le impone, dirige sus ojos a los ojos de él. Fuerte, lo mira, hondo, para que el tipo sienta que ella es alguien más que cualquier otra. Yo la miro, no veo esos ojos profundos que dice tener. Son oscuros, tienen brillos, pero les falta cosmogonía. Conocí ojos, de pupilas negras, donde caí como Alicia, en tirabuzón y sin garantía de retorno. En el país de las maravillas hubo miradas que me llevaron a lugares desconocidos, abrieron puertas y ventanas. Salieron soles, corrieron nubes, para ellos y para mí. Vi llover con arco iris levantando el telón de todos los colores.

   Tenía endorfinas, adrenalina, neuronas perfectas, la demencia sin excesos. Los ojos de los demás me importaban porque tenían fortaleza, generosidad y sentimientos piadosos. Algo se dividió, se fragmentó, hasta extravió la memoria y junto con todo, la mirada.

   Ahora hay ojos perdidos en cualquier persona. Terminan ahí, justo en la forma, no tienen adentro ni fondo, ni dicen, ni quieren. Pobres las miradas de hoy, tanto deterioro por ambiciones ciegas. Recién levanté la vista de mi cuaderno y encontré unos ojos que miraban genuino.

   Me quise por primera vez, gracias al espejo que tengo enfrente. Tienen que existir otros, que no sean tan tristes y añosos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario