martes, 25 de abril de 2017

INCÓGNITA


   —Pá, ¿qué es la muerte?
   Quedé blindado ¿qué respuesta? Es algo que todos sabemos pero desconocemos. Tenía más datos, pero amargarle o mentirle la vida a un niño, sería un peso en mi conciencia y una mochila en sus hombritos. Es una pena haber nacido y un día darte cuenta que lo próximo es la muerte. Un tiempo del Universo, tan reducido. Con los años te hacés socio de la muerte, tratás de llegar a un acuerdo, sin testigos, como imagino la muerte propia…
   —Ey! Papi, te quedaste sin señal, decime ¿Qué es la vida?
   Me estaban resultando hinchabolas, esas preguntas hechas ligeras y dar respuestas con optimización de recuerdos, que figure el amor en algún lado y la tragedia de soportar el paso de los días iguales, donde todas las traiciones son posibles.
   —Y al final, ¿tanto tiene que pensar un grande, para explicar qué es la muerte y qué es la vida?
   Pensé que la vida era como la muerte, para que se fuera a preguntar a otro lado, le dije:
  La vida es la muerte.
  La hacés difícil Pá, cada vez entiendo menos.
  No te preocupes, querido, a mí me pasa igual.
                                                               

No hay comentarios:

Publicar un comentario