jueves, 3 de junio de 2021

DESPELOTE

 

   Que un día se puede entrar en Tandil, vos te vas contento, pensando que verás a tu hijo y no, ese día no. Te ponen a un costado de la ruta y preguntan hasta cosas personales. Ellos son burros, el Intendente es burro y de los otros mejor no hablar.

   Hay que usar barbijos quirúrgicos, no entregan, no entregan hasta la semana que viene, no y no. Hoy llegó el día, me vacunaron, es injusto que haya sido el día de mi cumpleaños. Mejor, detesto cumplir años y que me feliciten es lo peor.

   A algunos les dieron la rusa, la norteamericana, la griega. Los de Casa de Gobierno se hicieron poner todas, hasta las de Senegal. La segunda vacunación la pasaron por alto. El Gobierno es capaz de vacunarse con mierda.

   Salí de esa vacunación plena de sospechas. Hablé con mi hijo en varias oportunidades, por la vacuna y por el Feliz Cumpleaños. Mi Marido me regaló un pullover fetén, con capucha y bolsillos, color rojo bordeaux. Compramos una botella de champagne y una torta con una sola vela, bueno sería que fueran setenta y dos. ¿Setenta y dos cumplo?, la verdad es que perdí la cuenta y necesito que cada día sea nuevo para escribir mis queridos cuentos. Sin ellos no podría vivir. En la vejez uno nace de nuevo, con el cuerpo viejo y el corazón joven.

   Voy a dormir porque me levantó fiebre.

   ¡Carajo!

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