—Las rojas no te
hacen nada, bah, te pican poco. Las negras son difíciles que te las saques de
encima. Pero yo tengo un remedio infalible, sacate la ropa y quedate
desnuda—dijo María.
—Te voy a echar
Raid, para cucarachas y hormigas, quedate tranquila, es un aerosol que actúa de
inmediato.
Mientras Pirola
tiritaba, María le roció todo el cuerpo. Las hormigas rojas y las negras
murieron de inmediato. Gerineldo las depositaba en una bolsa, para algo
servirían. Le pusieron paños fríos para deshincharle las picaduras. Por primera
vez Pirola le agradeció a María.
—Yo me encargo
de licuar la comida y voy a agregar estas hormigas, un condimento parecido al
orégano pero más fuerte.
Dijo Gerineldo
que por fin haría algo útil. Las dos mujeres se hicieron amigas. Las amistades
tienen fechas de vencimiento, en esta ocasión tuvieron fecha de
nacimiento. Hablaban todo el tiempo,
como hacen las mujeres. A Gerineldo no le daban cabida en sus conversaciones.
Él aprovechaba para comer todo lo que había.
Pirola no podía
tener hijos. María descubrió que tenía las cañerías pegadas, ella misma se
encargó de despegarlas. Fue así como Pirola quedó embarazada, para gran
contento de los tres.
Gerineldo cubrió
las rajaduras de la casa con Poxi-ran y luego usó pintura blanca para cubrir
las paredes. María tuvo celos. Una noche Gerineldo se acostó con ella, que
también quedo unpregnant. Todo un semental resultó Gerineldo. Las relaciones
entre ellos comenzaron a resquebrajarse. Eso sí que no se pudo arreglar, no
eran paredes, eran seres humanos en la plenitud de sus odios. Hasta que
llamaron a sus puertas. Era una mujer de color:
—Quiero trabajar
en la biblioteca de la Señorita María, soy Profesorda de Literadura y si
ustedes me hacen el honor de aceptarme, a pesar de mi color, me solucionarían
la vida.
María se alegró,
necesitaba ayuda, con aquella panza no podía hacer nada, estaba en fecha cuando
se derrumbó la primera columna. Las Profesorda de Literadura, tuvo una gran
idea.
Nota de la
Autora: Continuará.

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