lunes, 4 de julio de 2022

NO SABÍA EL ANIMAL

 

   Un cirujano fue convocado a realizar una operación de alto riesgo, trasplante de corazón. El inventor Sueco presentó un remplazo. Usó todos elementos plásticos, los conductos eran gomas de aspiradora y también alguno de los juguetes irrompibles de sus hijos. Para quitarle un coágulo que le obstruía la válvula mitral encontró una aguja de tejer crochet que perteneció a su Abuela.

   Fisuró todo con hilo sisal, decía que era mejor. Para asegurar el costurón le puso cinta de embalar esterilizada. A la semana, el paciente fue dado de alta y regresó a su hogar.

   Afuera había periodistas de televisión, fotógrafos y demás molestias. Inclusive fue el Doctor Sueco, ese era su apellido, no era sueco de Suecia, ni siquiera era Médico, arreglaba autos y motos, por eso sabía tanto.

   ─¡Qué va a saber!, es un animal. Me están saliendo tornillos, mi mujer está contenta, por recuperar la manguera de la aspiradora.

   Mi corazón seguía latiendo.

   El Doctor Sueco invadió todos los medios. En mitad de un homenaje al Doctor, el paciente lo interrumpió.

   ─¿Sabe una cosa Doctorcito? Me estoy quedando sin corazón y pensé en un trasplante, que no sea de juguete.

   ─¿Y está en lista de espera?

   ─Sí, estoy esperando que mi nuevo cirujano done el corazón del Sueco y me saque las porquerías que me puso adentro.

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