—Hay que pintar
el frente alguna vez, hay que tapizar el sillón verde y los almohadones, hay
que llevar el nene al dentista. El piso de la cocina, hay que pulirlo. En el
baño hay…
—Si te largás a
escribir tu biografía, la podrías titular “Hay qué…” y deberías aclarar que las
acciones de “hay qué”, van dirigidas al que tenés enfrente, vos no me ves, soy
un satélite que gira alrededor de una casa, que adentro vive una familia con
tres componentes, que adentro piensan, sueñan, pesadillean, sufren, alegran,
lloran, extrañan. Que adentro gritan, pelean, escuchan música, miran películas,
se enchufan en una PC, leen, estudian, discuten.
Adentro cada uno
recuerda su nacimiento, hasta donde su memoria alcance y se perciba, fracaso o
triunfal y adentro sienta rencor, amor, odio, perdón, rabia, ganas. Y adentro
llega un punto del color que uno pintó y otro aceptó. La última mamushka, que
seguro querrá meterse en otra mamushka, más grande que ella y ésa, querrá
pertenecer a otra y así…

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