Era la voz de
ella, estábamos en yavásana, la conocí por sus pies Patagones. Felisa elongaba
en el cuarto de charlar. Entró gritando con voz de gata ganadora. Se escuchaba
todo, la Profe olvidó ponernos música de Viet Cong sin guerra. Le decía: —¡Conseguí
novio! ¡Conseguí novio!, mi primer amante!
Después se reían
y no se distinguían las palabras, se mezclaba algo así: —Como yo pensé que
nunca.
Los curas de la
Trapa le dieron permiso, Sany no estaba enamorada de su marido como al principio,
que fue breve. Iba los fines de semana y les fue agregando días. El cura más
viejo le confesó que él a veces odiaba a Dios, pero después se le pasaba.
—Sany, si tus
ganas no te permiten conciliar el sueño, éste no es el lugar de consulta.
Ponete linda, sacate los mocos, también la lagaña, cepillate el pelo y te metés
en la cama sin ropa. Si él te da la espalda, se duerme y antes te pide que te
corras, no te quiere. Dejalo, no le cuentes, igual no va a escucharte o pensará
que es una broma.
Había un hombre
en cuero que transpiraba cepillando la yegua, regalo de su marido. Sany lo vio
por la ventana y bajó desnuda. Con su bata cubrió el sudor de la espalda del
peón y sintió sus músculos con forma de trabajo. Sin mediar palabras se
recostaron sobre un rollo de pasto para caballos…y sucedió. Los encuentros se
repetían y los chismes se repartían. Él cambió de parcelas, era un peón
golondrina y amaba horizontes lejanos. Sany se marchitó. En las clases de yoga,
permanecía en la postura del niño, le salía agua de los ojos. —Tengo
conjuntivitis, pero no se preocupen, no contagio.-Decía-.
Me preguntó el
nombre de mi Analista. —Qué coincidencia, yo voy al mismo consultorio, pero me
atiendo con otro.
Intentamos ser
amigas, pero los protocolos y las ideologías burguesas me resultaron patéticas.
Pasaron unos años, mientras esperaba en el auto los cinco minutos para mi
sesión, la vi tocar el timbre con desesperación de incógnito. Llevaba una
capucha y unos anteojos negros, era una imagen irreconocible. Me di cuenta que
era Sany, por sus pies Patagones.

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