miércoles, 27 de febrero de 2019

CAUSA Y EFECTO



   —…Ya estás?
   —Me fumo un pucho y vengo.
   Ella había largado y el olor a cigarrillo le molestaba. Siempre afirmaba que si dejaba de fumar no le importaría que otros lo hicieran. Sucedió lo contrario, recuperó el olfato que anula la nicotina y le molestaba el olor de la leña para un asado, el olor del escape de los autos, el olor de las bocas de tormenta y otros, como el pelo sucio, el perfume vencido, los perfumes en general. Ni hablar del olor a frito o a pescado viejo. Pasaba mucho tiempo haciendo comidas, únicamente vegetarianas, semillas de lino, sésamo…y amapola. Él era carnívoro, cafetero, fumador y mujeriego. Se divorciaron de común acuerdo, debió ser lo único que sus vidas tuvieron en común.
   Sus amigas le hicieron una fiesta, para despedir el año del fracaso. Se enteró que la consideraban La Reina del Fracaso. Le iban a entregar una estatuilla. Alquilaron un Hotel en Venezuela. La alfombra para la entrega del “Maduro”, era verde.
   Había fotógrafos y periodistas que ansiaban sus palabras, para plasmarlas y grabarlas en la Historia del Disparate. A ella se lo soplaron. Dijo a sus más allegados que no asistiría y una fuerza nacida de la debilidad, la hizo aterrizar en Maduro, con una máquina de moler personas. Fue molido hasta quedar baldosa hundida.
   Siguió con su Justicia Argentina y en la sesión semanal de botox de la Ex Presi-k, la pinchó con agujas para caballos, la infló más y más y más, hasta que explotó. Se dieron cuenta porque el cielo se llenó de dólares.
   A Marqui le compró un vestido de mujer, blanco, con plumas de ganso. Ella misma lo vistió y lo mandó en un Uber hasta la alfombra verde, él fruncía el ceño, para que todos creyeran, que era un Presidente en serio.

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