—Bueno, ¿qué
querés que te cuente? Fuimos de vacaciones como vos querías, Carla. Los cuatro,
Alex, Sebas, vos y yo. Fue divertido dormir en carpa mullida. De noche no nos
alcanzaba con fumar, tomábamos whisky caminando por la playa, un trago cada uno
de la botella. Las olas que tocaban nuestros pies, nos hacían perder entre agua
y arena. Nos metíamos los cuatro y sin darnos cuenta, el agua nos daba
bofetadas, había que nadar, era jodido diferenciar la costa del horizonte. En
una ola que no vimos, barrené con Alex, tu marido, ninguno se propuso nada y
fue. Carla, no te dije, podría haber simulado otra cosa y con mentiras cubrir
el verano, la carpa, el mar y lo de después. Pierdo una amiga, la mejor, voy a
tener un hijo y es de Alex. Él está de acuerdo.
—Es re romántica
tu historia, el verano de cuatro tiene esas cosas, mientras ustedes barrenaban,
yo seguí nadando con Sebas, ¿viste que nado mal?, casi me ahogo, tu Marido me
ayudó y cuando salimos del peligro festejamos como hipocampos, así como me
contás vos, voy a tener un hijo y es de Sebas, él también está de acuerdo. Dentro
de tres veranos, podremos ir a la playa los seis, esperemos que ninguna tenga mellizos.

No hay comentarios:
Publicar un comentario